Desde siempre, me ha gustado imaginar, que los pueblos y ciudades, son entes vivos con personalidad propia, y cuyo monumento más característico son su cara, sus ojos y elemento que miras cuando llegas o te vas, como saludando o despidiéndote hasta un nuevo retorno.
En mi pueblo Molina de Aragón, sin lugar a duda, la cara, el rostro o los ojos de ese ente vivo que yo me imagino, es el castillo-alcázar de la ciudad; o como decimos aquí los castillos.
Aquí os adjunto un par de fotos, una de día y otra de noche.
Espero que os gusten.
En mi pueblo Molina de Aragón, sin lugar a duda, la cara, el rostro o los ojos de ese ente vivo que yo me imagino, es el castillo-alcázar de la ciudad; o como decimos aquí los castillos.
Aquí os adjunto un par de fotos, una de día y otra de noche.
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