Hace unos días la muy conservadora Alcaldesa de Valencia Rita Barberá, se dignó a salir del Ayuntamiento y a pisar uno de esos barrios periféricos de la ciudad donde las inversiones son más bien escasas.
Utilizando el transporte público (es decir como seis o siete coches oficiales) se desplazaron hasta el barrio de Castellar, la Consellera de Infraestructuras Isabel Bonig, el Concejal de Pedanías Vicente Aleixandre y la propia Alcaldesa Rita Barberá; todo para poner la primera piedra de un edificio que será la alcaldía de la pedanía.
Coches oficiales usados por el equipode Barberá en una visita al barrio de Patraix
Allí había cientos de vecinos esperando a Barberá muy “contentos” por el abandono al que ha estado sometido este barrio durante lustros, y por los recortes en la educación, que implican que el Colegio de dicha pedanía continúe en las precaria situación en la que se encuentra.
Pero Barberá como hizo hace unos meses en Patraix,
10 meses después; obra paralizada al mes de comenzarlas
Barberá incomodada porque los ciudadanos piensen y se enfaden por su nefasta gestión, se dirigió hacia la Presidenta de la Asociación de Vecinos de Castellar Matilde Vivas, a la cual culpó de todo ese malestar, arguyendo que ella estaría detrás de las protestas.
Quiero informar a Barberá, que Matilde trabaja muchas horas en proy mejora de la calidad de vida de sus vecinos, por un barrio mejor; que además lo hace quitándose tiempo de su familia, amigos y ocio, y todo ello de forma gratuita o más bien perdiendo dinero.
Así pues una vez más Barberá ha dado muestras de su falta de talante, de no saber estar y de faltar el respeto a una persona muy digna miembro del movimiento vecinal, la cual podría darle muchas lecciones de hacer política en la calle.
Desde este humilde blog, todo mi apoyo, cariño y reconocimiento a Matilde Vivas Ramos; y a los vecinos de Castellar animarles a que se integren en la Asociación de Vecinos para entre todos conseguir sus más nobles proyectos. (http://www.avv26.com/index2.html)
Matilde Vivas con varios integrantes de la AVV Castellar-Olivera.
Se dice que en la ciudad de Valencia, el movimiento vecinal está sumido en una profunda crisis desde hace años; las Asociaciones de Vecinos cada vez pintan menos en una sociedad que día a día se hace más individualista, y donde la participación altruista comienza a ser algo extintivo.
No creo que esté mucho peor el movimiento vecinal, que otros movimientos ciudadanos, incluso los partidos políticos y los sindicatos están en una situación precaria en lo que a afiliación y participación se refiere.
Pero si que es cierto que en la ciudad de Valencia, las políticas en esta materia llevadas a cabo por el equipo de la conservadora Rita Barberá, ha diezmado en gran medida el trabajo y el hacer del movimiento vecinal.
Barberá entiende la participación ciudadana, con el ordeno y mando, bajo el pretexto de “porque lo digo yo…” con la reflexión de o estás conmigo o estás contra mí.
Así pues en muchas ocasiones desde el equipo de Barberá se compran voluntades para acallar voces discordantes, para camuflar los problemas, o para que no se perciban la falta de inversiones.
En nuestra ciudad desde el equipo de Rita Barberá se ha colocado a dirigentes vecinales, a frente de fundaciones variaspróximas al Partido Popular y cuyos salarios se sufragan con dinero público, o se le ha nombrado gerentes de centros de mayores, o les han regalado caramelos varios para así comprar sus voluntades.
En otras ocasiones se han producido estrategias de afiliación masiva de militantes conservadores, para hacer caer una Junta Directiva y de esa manera acallar una asociación vecinal, aunque esto sea sinónimo de aniquilarla.
Frente a todas estas actitudes todavía resisten diversas entidades vecinales, que con mucho esfuerzo de sus componentes pueden abrir la persiana día a día para atender al vecindario y seguir trabajando por la calidad de vida de los ciudadanos.
En relación a todo esto no querría acabar este artículo, sin mostrar mi más sincera felicitación por su honestidad, valentía y coraje a María Ruiz Martos, conocida en su barrio barcelonés de la Prosperitatcomo Maruja; la cual a propuesta de las entidades del distrito de Nou Barris, había sido galardonada con la medalla de oro de la ciudad de Barcelona, en reconocimiento a su trayectoria en defensa de los derechos vecinales; pues bien en mitad del Salón de Plenos de Barcelona, con todo el protocolo y boato de la ceremonia, y frente al alcalde el conservador y nacionalista Xavier Trías, María Torres dijo: “personalmente no la puedo aceptar de un Gobierno, que está recortando en todo aquello por lo que yo he luchado muchos años…” ahí es nada.
De nuevo nuestra querida Comunidad Valenciana vuelve a estar en el ojo del huracán informativo, por la aparición de otra presunta trama de corrupción, que de nuevo surge del entorno del Gobierno valenciano, y del PP valenciano.
Y parece ser que los capitales implicados en este nuevo caso, superan con creces los relativos a la trama Gürtel.
Detrás de esta nueva trama presuntamente corrupta está el Conseller Rafael Blasco; un hombre muy conocido en la vida política valenciana, puesto que lleva en coche oficial desde hace 30 años… fue Consejero con los Gobiernos Socialistas de la Generalitat, y por actuaciones no muy correctas y un tanto irregulares, el Presidente Joan Lerma, lo expulso del Gobierno y del partido; a los pocos meses era un destacado militante del PP, y desde la arribada del PP al Gobierno de la Generalitat allá por el año 1995, ha sido Conseller de distintas materias, acompañándole siempre la polémica y la sospecha.
Rafael Blasco
Dicen que es un gran estratega, persona inteligente, maquiavélica y mal enemigo, tal vez por esa razón, pese a no tener el pedigrí de hombre de derechas, en el Partido Popular valenciano, lo han mimado y distinguido; otorgándole un gran poder.
Lo que la fiscalía anticorrupción está estudiando, tras las denuncias por presuntos actos delictivos que han presentado PSOE y Compromís, es toda una red clientelar que se repartía no sólo dinero público, sino incluso el dinero que ciudadanos de a pié ingresaban en cuentas para fines benéficos en el tercer mundo. Parece ser que se han utilizado varias ONGS, para desviar fondos destinados a Nicaragua o a Haití para la compra de inmuebles en las zonas más exclusivas de la ciudad de Valencia.
Una red clientelar que ha creado empresas fantasmas, ha creado un movimiento vecinal cuyas asociaciones de vecinos (varias decenas) se albergan en sólo tres locales, una red clientelar que alberga ONGS y Fundaciones que son una oficina de colocaciones, cuyas labores no se conocen, etc… Por los datos aparecidos, estas redes, han recibido ya en torno a 33 millones de euros.
Con todos estos datos sobre la mesa, comienza a esclarecerse el por qué de los resultados electorales que el PP elección tras elección tiene en la Comunidad Valenciana, tienes unos cuantos de miles y miles de votos cautivos, que entienden que mientras gobiernen este elenco de “grandes políticos” les seguirá cayendo el dinero fácil, o al menos un trabajo.
Y por otro lado con la Gürtel, el PP valenciano percibía presuntamente grandes masas de dinero que lo ponían en una posición de gran ventaja con respecto al resto de partidos políticos.
Por no hablar del control y acoso a los medios de comunicación, bajo la amenaza de la no subvención, y la retirada de la publicidad institucional, o la directa manipulación que se hace en los medios públicos como Radio Televisión Valenciana.
En fin parece que el PP valenciano es como un cubo agujereado y oxidado, y que por muchos tapones y obstáculos que se pongan el agua sigue saliendo.
Una vecina pregunta a Rita por la Ley de Dependencia.
El pasado 7 de julio día de San Fermín, la Alcaldesa de Valencia, la conservadora Rita Barberá, se dignó a salir del despacho, eso sí, lo hizocon dos coches oficiales para ella, y otro mogollón para su séquito, que ya se sabe que en verano los autobuses huelen a humanidad…
Todos acompañando a Rita en transporte público (porque lo pagamos todos)
Pues como decía se dignó a visitar uno de los barrios de la ciudad de Valencia, en los que la Alcaldesa más amigos ha hecho, Patraix.
En este barrio allá por el año 2006, Rita decidió instalar una Subestación Eléctrica de 220.000 woltios, en lo que iba a ser un jardín, el vecindario pidió de todas las maneras posibles, que no pusiera esa instalación en el corazón del barrio, pero hasta que la subestación no explotó en vísperas de las elecciones municipales de 2007, la conservadora Barberá no decidió desconectarla.
También en Patraix, acaeció el accidente de metro más grave ocurrido en Europa, a cuyas víctimas, agrupadas en una Asociación ni Camps ni Barberá quieren recibir.
Todo esto aliñado con varios lustros de presupuestos rondando los cero euros para el distrito, han hecho que las Asociaciones de Vecinos de la zona hayan tenido que reivindicar las necesidades y carencias que el Distrito sufre.
Y de ahí derivan todos los problemas, el Partido Popular Valenciano y sobre todo la conservadora Rita Barberá, no entienden ni creen en la participación ciudadana; y sólo entienden lo de “estás conmigo o estás contra mí”.
En la zona sur de Patraix, los agentes urbanizadores, es decir varias empresas constructoras han urbanizado una gran pastilla de terreno para construir viviendas, una urbanización que pagan los constructores, y que a la postre sufragan las personas que compren los pisos, es decir, que las administraciones públicas no ponen un duro, sólo los permisos, y los impuestos de obra nada más.
Así pues la calurosa mañana del 7 de julio, patraix se llenó de Policía Local y de múltiples aparatos y cachivaches dedicados a la limpieza; todos estos elementos tan extraños en el distrito, alertaron a los vecinos, y pensaron que algo iba a suceder, posteriormente la gran caravana de coches oficiales confirmaron que Rita visitaba el barrio.
Todo se iba a realizar en una preciosa y lujosa carpa, con camareros, y abundante refrigerio; antes de arribar la Alcaldesa, varias decenas de personas un tanto desorientadas preguntan si es allí el acto de Rita, llaman por teléfono para dar las indicaciones de donde es el acto a más “vecinos” que se dirigen hacia el lugar, aunque pese a ser “vecinos” se pierden y no consiguen llegar, tal vez porque las explicaciones los están mandando a la Fonteta de San Luis. Todo esto me hizo pensar que ninguno era vecino ni del barrio ni del distrito, porque me parecía un poco extraño que no conociesen ni una calle del mismo
Enseguida me preguntaron acerca de si me habían llamado por la noche para ir, y de qué agrupación era… por la indumentaria y por los comentarios entendí eran militantes del PP, dispuestos a aplaudir y vitorear a la Alcaldesa.
Responsable del Consejo de Radio Televisión Valenciana
Hasta ahí todo medio perfecto, el problema fue, que cuando vieron que allí había vecinos, VECINOS en mayúsculas, no adscritos a ningún partido, ni movimiento judeo masónico, simplemente curiosos que ante tanto movimiento, parafernalia y servicios de limpieza (algo extraño en Patraix), entendieron que algo ocurría, se acercaron a la carpa para ver lo que era; los miembros integrantes del PP, comenzaban a empujarles, no dejarles entrar, y a decir que venían porque les habían convocado los socialistas, los vecinos atónitos no entendían nada y comenzaron los primeros roces.
Cuando llegó Rita por cierto con una gran parafernalia y despliegue (viva la austeridad en tiempos de crisis…), algunos vecinos, le preguntaron sobre la construcción de Colegios, Institutos, sobre la subestación, incluso sobre la ley de dependencia, Rita contestaba muy airada, casi con desprecio y la gran corte que le rodeaba empezaba a gritar, empujar e insultar a los osados que preguntaban.
Mientas los militantes holligan del PP seguían diciendo todos son izquierdosos de mierda mandados por los Socialistas…
Comienza el acto, y Barberá no actúa como Alcaldesa de Valencia sino como jefaza del PP, inicia su discurso aludiendo a que todos esos vecinos preguntones, están comandados por la Asociaciones de Vecinos y por el Partido Socialista… y a continuación su elocución es “la izquierda no quiere zonas verdes, la izquierda quiere parar Valencia, no van a poder parar a Valencia, la izquierda sólo quiere cosas malas etc...”; todo esto bramando con su dulce voz.
Aquí en este momento muchos de los vecinos curiosos, y yo mismo si comenzamos a silbarle y a preguntarle por los colegios, por los centros de mayores por la clínica del Consuelo, o por el bueno de José Joaquín Ripoll.
Aquello era un espectáculo; los palmeros (dícese de aquellos que dan palmas) gritaban y vitoreaban cosas como “Viva Rita Barberá, Guapa, no pararán Valencia…”
Mientras los vecinos, pedían colegios, y salió algún improperio de “corruptos”.
La cuestión es que Barberá vino a Patraix a dar un mitin, rodeada de un elenco de personas, muy bien vestidas y muy “bien peinadas”, que impedían a los vecinos acercarse y preguntar o cuestionar cualquier cosa a Rita.
Mala táctica ésta, de morder a cualquier vecino que exige, reclama o reivindica un servicio o dotación.
Muchos nervios se ven en el Partido Popular valenciano, eso es lógico con los presuntos casos de corrupción que les está salpicando, pero la Alcaldesa debe aceptar las críticas, entender que lo es de todos los valencianos, de los que la votan y de los que no lo hacen, y que una señora que el pida el cumplimiento de la ley de dependencia, seguramente no esté comandada por nadie, sino por la propia necesidad de recibir las ayudas.
Lo más grave de todo, es que tras finalizar el acto la Policía Local, pidió la documentación a alguno de los vecinos que se había atrevido a pitar o preguntar a Rita… decían los más mayores, que esto les recordaba mucho al franquismo…
Paisaje barrio Castellar-Oliveral de Valencia
