Río Tajo. Señorío de Molina |
Muchos y variados son
los atractivos paisajísticos que encierra la comarca del antiguo Señorío de
MolinA; siendo a mí parecer los de máxima belleza, todos aquellos parajes que
conforman los ríos molineses: el Mesa, el Bullones, el Arandilla, el Cabrillas, el Gallo, o el Tajo.
Valle río Mesa |
Valle río Bullones |
Río Arandilla |
Río Cabrillas |
Valle río Tajo |
Valle río Gallo |
Pero hay rincones, que
por sus características se convierten en más especiales que los demás, uno de
estos lugares únicos, es sin dudas la Laguna de Taravilla.
Taravilla es una
pequeña población de apenas 40 habitantes, situada en un promontorio a
1325msnm. y asomada a los grandes valles
del río Cabrillas y Tajo, siendo sus paisajes y parajes de soberbia belleza.
Y en su término
municipal en el margen derecho del río Tajo se encuentra la laguna a la que el
pueblo da nombre.
Muchas son las
historias y leyendas que se encierran alrededor de esta laguna y sus aguas; y
es que el lugar llama a eso, a la magia, a lo enigmático etc…
En tiempos se decía que
no tenía fondo, o que la laguna se secaba cada vez que sus aguas tenían que
desvelar algún secreto…; y en relación a esto se cuenta que:
Allá por el siglo XVI,
y más concretamente el año 1528, un noble a caballo, cruzaba aquellos lares,
camino de la ciudad de Cuenca; de repente una gran tormenta de verano, le hizo
buscar refugio; pidiendo amparo y resguardo en una desvencijada posada que
había perdida en la espesura del bosque.
El posadero al ver
atuendo tan lujoso, quedó henchido de avaricia, pensando en los beneficios que
podía sacarle a aquel desvalido rico hombre.
Le dio suculenta cena,
junto a la chimenea y le preparó la mejor habitación de la posada.
Pero el carácter avaro
del posadero, le hizo pensar que en los saquitos que colgaban del cinturón de
los ropajes del noble, seguro habrían joyas y monedas…
Así pues cuando la
posada quedó en total silencio, y se había cerciorado que el noble dormía, con
cuchillo en mano entró sigilosamente en la habitación, y apuñaló al noble
huésped hasta arrebatarle la vida…; inspeccionó los equipajes, y de seguida
encontró abundantes monedas de oro, que raudo escondió.
Posteriormente soltó el
caballo del noble, limpió la habitación y metió el cadáver del desgraciado
huésped en un saco de tela; en el mismo saco metió varias piedras y lo arrojó a
la laguna de Taravilla, cercana a su vieja posada.
Valle río Gallo y Castillo de Alpetea |
El posadero estaba
tranquilo, pues sabía que la laguna no tenía fondo, o al menos eso se decía,
por lo que su crimen nunca sería descubierto; mientras comía se acordó del
cuchillo, un cuchillo en cuya hoja ponía su nombre y apellidos, y que no había retirado del cadáver, es decir que lo
había dejado clavado en el infeliz caballero…; eso le preocupó poco, pues todo
estaba bajos las aguas de la laguna sin fondo.
Laguna de Taravilla |
A los meses el posadero
ya había olvidado su crimen, y su vida había cambiado radicalmente, vestía de
lujo, y su casa había sido reformada de arriba abajo, incluso se cuenta que
tenía hasta criados…
Una noche las tierras
del alto Tajo temblaron, de manera tal que los desprendimientos en los cañones
del gran río se contaban por cientos, y el dique rocoso que retenía las aguas
de la laguna de Taravilla, se resquebrajó, derramando sus aguas hacia el río
Tajo y quedándose la laguna totalmente seca.
El suceso alarmó a los
pueblos de alrededor, cuyos pobladores curiosos se acercaron a ver la laguna…;
allí en el fondo que sí que lo que tenía a tan solo once metros, percivieron
que había un saco; al comprobar que había dentro encontraron un cadáver con un
cuchillo clavado, en cuya hoja ponía el nombre del asesino.
El posadero temeroso y
afligido decidió quitarse la vida, ahorcándose de una viga en las cuadras de su
posada…
A los pocos días la
tierra se asentó, y de nuevo la laguna se volvió a llenar de agua.
Laguna de Taravilla |
Desde entonces se dice
que cuando sus aguas esconden un secreto, la laguna se seca súbitamente para
mostrarlo al mundo. FINEM