Durante las pasadas vacaciones de navidad, hice varias
excursiones por parajes y pueblos del antiguo Señorío de Molina en la provincia
de Guadalajara, y una de éstas fue la visita al pueblo de Establés, pues mucho
había leído sobre su castillo, y el apodo que los lugareños le tienen al mismo,
denominándolo de la mala sombra.
Establés, es un pequeño municipio de unos treinta habitantes, situado en la margen
derecha del río Mesa a 1235msnm; el cual hacía frontera entre las tierras del
Señorío de Molina y el Ducado de Medinaceli; de igual manera a muy pocos
kilómetros como ocurre a día de hoy se encontraba la frontera con Aragón, lo
que conllevó desde los tiempos de la repoblación de estas tierras allá por el
siglo XII y tras haber expulsado a los musulmanes, que se construyesen
fortalezas para vigilar el camino que transcurría por su término para unir
Castilla con la villa de Molina, y su camino Real hacia Aragón. Esta ruta venía
ser lo que hoy es la carretera nacional
211, al otro lado de la Sierra de Aragoncillo.
Todo el pueblo gira en torno a su vetusto castillo, que
compite en altura con la impresionante espadaña de la Iglesia abocada la Asunción de la Virgen.
La espadaña impresiona por sus dimensiones, y por la
angostura de las calles sobre la que recae; es de estilo manierista, ese estilo
que supuso la transición del renacimiento al barroco, allá por finales del
siglo XVI.
En la parte sur del pueblo se encuentra su plaza mayor; la
cual es totalmente hetereogénea; en la misma además de observarse
construcciones tradicionales de la zona, aparece un frontón de reciente obra,
un asadero común, una fuente, el tocón de un viejo olmo afectado por la
grafiosis, el ayuntamiento, una torre del reloj, incluso una placa homenaje al
que ha sido su alcalde más longevo en el cargo.
En la época estival, es en torno a esta plaza donde gira toda
la vida social, comercial, lúdica y festiva de la población.
Pues bien como os decía al principio por Establés pasaba una
importante ruta de comunicación, lo que conllevó a que las autoridades del
Señorío independiente de Molina construyan varias fortalezas, para asegurar la
ruta, y para protegerse de posibles escaramuzas del vecino Ducado de Medinaceli
y del Reino de Aragón; de esta manera se erigió un humilde castillo entorno a
cual se fue conformando el pueblo, a pocos kilómetros se levantó otra pequeña
fortaleza, que a día de hoy se le denomina la torrecilla, y así mismo se
aprovechó la antigua atalaya árabe denominada de Chilluentes, que ya en la
época musulmana tenía funciones de vigilancia y protección de esta ruta
comercial y de comunicación.
Chilluentes
Según varios historiadores y cronistas del Señorío de Molina,
el torreón erigido en Establés, fue una de las primeras construcciones de
vigilancia y defensa de aquel Señorío fundado en plena edad media, por la
familia de los Lara.
Varios siglos después, en torno al año 1432, y cuando Molina
y sus tierras ya estaban en manos de los monarcas castellanos, un delegado del
rey Juan II, de nombre Álvaro de Luna, ordena que el Castillo de Establés sea ampliado
y reparado; pero justo en ese momento se producen unos enfrentamientos entre el
Gobierno del Señorío (el Común de Villa y Tierra de Molina) y el Ducado de
Medinaceli, pasando Establés a manos de los de Medinaceli.
El castillo tal y como lo vemos hoy, proviene de esa época,
ya que se encargan los de Medinaceli de ampliar la fortaleza, para defenderse
del Señorío de Molina, y del enfado de los reyes castellanos.
Para la ampliación y mejora del castillo se encargan las
obras, a un tal Gabriel de Ureña, que pronto fue conocido y temido a partes
iguales por los moradores de Establés y pueblos cercanos.
De Ureña, para la reconstrucción del castillo, decidió
utilizar las mejores piedras, vigas y materiales de las casas del pueblo de
Establés, utilizando la violencia para el robo y expolio de las viviendas; de
esta manera a muy bajo coste el castillo de Establés fue tomando dimensiones y
fortaleza y quedando ya para siempre con el apodo de la mala sombra…
A los pocos años y ante las continuas quejas de la Común del
Señorío molinés, los Reyes Católicos mandaron un grupo de soldados capitaneados
por Don Luis Fernández de Alcocer, que retornaron el pueblo de Establés y su
fortaleza a la Común de Villa y Tierra de Molina.
En definitiva pasear por Establés, es pasear con cierto
romanticismo sobre todo por la lejanía en el tiempo, por la historia de aquel Señorío de Molina, es
pasear por los enfrentamientos y abrazos con los vecinos Medinaceli y Aragón,
es pasear por un entorno natural de inefable belleza, contemplando los campos y
montañas que tantos arrieros a lo largo de los siglos han contemplado...; y por
desgracia también es pasear por la cada vez más preocupante situación de las
zonas rurales, donde la despoblación es el gran drama de estos pequeños
paraísos.
Acabo el post, mostrándoos un curioso dintel ubicado sobre
una casa de humildes trazas, en la salida de Establés en dirección a la
fortaleza de Chilluentes; la piedra que hace de dintel está labrada y en la
misma se encuentran talladas las figuras de un reloj, una trucha, y lo que
parece el puño y la rosa emblema del Partido Socialista.
En esta piedra Domingo Alonso dice que: “Esta casa ha sido
reconstruida por Domingo Alonso 70 años. Por lo mucho vivido y por lo poco que
me queda, pienso dejar bien marcado mi
recuerdo en esta piedra”.
Así pues en recuerdo de Domingo y de las buenas gentes de
esta tierra, sólo me queda recomendarte estimado lector, que des un paseo a la “mala sombra” del
Castillo de Establés y por los parajes que lo rodean.
FIN.