Chulilla
Pasó el verano, uno de los más
secos y calurosos de la historia desde que existen registros meteorológicos,
llegó el otoño, que dicen será lluvioso y fresco, y zas, las tierras
valencianas otra vez envueltas de un devastador incendio, que afecta a una zona
justo en medio de las que se quemaron a finales del mes de junio, entre Andilla
y Cortes de Pallás; ahora desde el cielo ya se podrá observar una gran mancha
entre gris y negra que denotará lo destrozado por las llamas en este terrible
año.
El pasado domingo a eso de las
16:30 comenzaba en la bella localidad de Chulilla.
Otro pavoroso incendio que por lo
pronto lleva calcinadas más de 6000 hectáreas, y que supone el tercero sufrido
en la comarca de los Serranos desde que comenzó el verano. El primero fue allá
por el 2 de junio en Banagéber (670 hectáreas), luego vino el devastador y
gigantesco incendio de Andilla (más de 20.000 hectáreas) y ahora este que
todavía no está controlado y que afecta a varios términos municipales, habiendo
estado en peligro los propios cascos urbanos de
Chulilla, Bugarra y Gestalgar; así como chalets y casas de campo de Sot
de Chera y Pedralba.
Todos estos acontecimientos, han
llevado a la palestra mediática los recortes silenciosos que se han ido
haciendo a lo largo de estos años, dejando muy diezmados los dineros destinados
a labores de limpieza y cuidado de nuestros bosques y por ende a los trabajos
de prevención de incendios forestales;
ya os contaba hace unos meses mi pensamiento en relación a que los
incendios forestales se apagan en invierno:
(http://blogdeoscarpardodelasalud.blogspot.com.es/2012/07/los-incendios-forestales-se-apagan-en.html).
Antiguamente en todos los pueblos
había ganado extensivo (caprino, bovino y vacuno) que limpiaban de hierba y
maleza los bosques con su continuo pastar. De igual manera, se extraían las
resinas de los pinos, se cortaba hierba para los animales domésticos dígase
gallinas, conejos…; se hacían talas controladas para utilizar las maderas como
vigas y por supuesto cada poco tiempo había que recoger haces de leña para
encender las chimeneas o estufas que calentaban los hogares; ahora todas estas
prácticas se han reducido prácticamente a la nada.
Amanece en Valencia con el sol tapado por el humo
La población en la zona rural ha
disminuido de forma importante, y con ello la agricultura y el ganado
extensivo, que prácticamente ha desaparecido; las calefacciones de las casas en
su generalidad ya no son de leña sino de combustibles derivados del petróleo,
ya no extrae la resina de los pinares, y los tejados se sujetan con vigas de hierro
y hormigón.
Todos estos factores conllevan a la importancia de inversión en
políticas de prevención y limpieza de los bosques, creando además puestos de
trabajo en las zonas rurales que a su
vez ayudará a paliar los efectos de la despoblación.
Es fundamental que las
Administraciones Públicas sean conscientes de la importancia de cuidar y
mantener un patrimonio natural que a todas luces nos está pidiendo ayuda.
En la Comunidad Valenciana, la Administración Autonómica ha dado
prioridad a lo que le ha dado, mientras gastaba 70 millones de euros al año
para que una mañana dominguera, unos coches de alta cilindrada corriesen por el
puerto de Valencia, a los trabajos de prevención y limpieza de todos los
bosques ha destinado 20 millones de euros… creo que este dato es muy
esclarecedor de lo que está sucediendo por estos lares, y por qué nos pasa lo
que nos pasa.
Dicen que en España se piensa
bien pero tarde, y que siempre ponemos el semáforo después de haberse producido
el atropello… ¿qué más señales necesita nuestra administración?
Espero que todos estos nefastos
acontecimientos quiten la idea a la Generalitat Valenciana de seguir despidiendo
a las personas que integran los retenes, que se le quite la idea de privatizar
los trabajos encaminados a la limpieza y mantenimiento de los bosques, y que de
una vez por todas, se deja de fiestas, fastos y despilfarros e invierta en
medio ambiente.
Alberto Fabra (Presidente Generalitat Valenciana)
Las inversiones en educación y en
la protección del medio ambiente, no producen frutos al instante, pero si que
son decisivas para lo que queremos que sea el día de mañana nuestra tierra; dependiendo de esas inversiones y
dotaciones, en el futuro tendremos una u otra Comunidad Valenciana.