Hace unos días aprovechando los días de descanso y asueto que conllevan las fiestas de Navidad y estando en Molina de Aragón; una buena amiga, Mónica y yo decidimos hacer una escapada a un lugar que hacía tiempo quería visitar y que por vicisitudes varias no había ido nunca.
"Los dos intrépidos excursionistas"
Se trataba de conocer el paraje del Puente de Tagüenza en la parte final del Parque Natural del Alto Tajo, después de este puente y tras pasar el denominada Hundido de Armallones, el río Tajo abandona los grandes cañones y farallones para entrar en valles más suaves y abiertos a la altura del pueblo de Valtablado del Río.
El famoso libro “El río que nos lleva”, del genial humanista José Luis Sampedro, en el cual se relata como los gancheros, transportaban los troncos de madera aprovechando las aguas del Tajo desde las altas tierras del Señorío de Molina hasta los aserraderos de la ciudad de Aranjuez, dice que: “Al otro día alcanzaron el puente de Tagüenza, con su puente de un solo arco a treinta metros de altura, estribando sobre la roca viva. Lo pasaron penosamente, manteniéndose sobre los mismos palos por falta de material de ribazo desde donde ganchear…”
Desde antaño los habitantes de los pueblos de Huertapelayo y Armallones se comunicaban a través de un camino de herradura con los pueblos de Ocentejo, Huertahernando y Buenafuente del Sistal, para ello debían de cruzar el río Tajo, de ahí que construyeran aprovechando la orografía del lugar el denominado puente de Tagüenza.
Varias perspectivas del puente de Tagüenza
Realmente era la ruta de comunicación entre el Señorío de Molina y el Ducado de Pastrana, por lo que era una ruta importante de trasiego sobre todo para temas comerciales y belicosos.
En sus orígenes fue construido de madera, pero por la inestabilidad del mismo y el peligro que suponía cruzar el río a la altura donde se sitúa el puente, ya que hasta el agua hay más de treinta metros, a mediados del siglo XIX se decidió su construcción en piedra y hormigón. Durante la guerra civil fue seriamente dañando por lo que a finales de la década de los cuarenta fue restaurado, quedando como lo conocemos en la actualidad.
Se trata de un puente de un solo arco, pero que por estar situado sobre roca vida a más de treinta metros de las cristalinas aguas del Tajo, le confieren una gran esbeltez y belleza
Un alo de historias y leyendas rodea al paraje donde se encuentra el puente, ya que toda la magnitud del río se acopla a un corte en la roca viva de apenas cinco metros, con unas paredes altas, lo que hacen harto complicado el trabajo de los gancheros para pasar por aquí con la maderada, de hecho en la roca hay toda una serie de rebajes y hendiduras donde acoplaban algún tronco para apoyarse, ya que al no haber riberas no podían disponer de puntos de apoyo, de igual manera alguna vez era tan fuerte el atasco que se producía con los troncos que todo el río se represaba y paralizaba la maderada, teniendo que utilizar dinamita para romper el atasco.
Hendiduras y marcas hechas por los gancheros en la roca
La orografía del lugar confiere a sus aguas una luz, un color y un sonido ciertamente especiales. Así mismo lo aislado y su compleja accesibilidad a través de un camino de herradura, otorgan al paraje del Puente de Tagüenza el calificativo de lugar idóneo si se desea paz y contacto con la naturaleza.
Río Tajo bajo el puente de Tagüenza
Volviendo desde el Puente de Tagüenza hasta donde habíamos dejado el coche en las inmediaciones de Huertapelayo vimos cantidad de fauna y flora, pero me quedo con el recuerdo de una cabra montesa que nos sorprendió a las orillas del sendero y con la cantidad de ciervos que comían en los trigales cercanos a la carretera.
Ciervos comiendo en el trigal
Sin lugar a dudas este es otro lugar para recomendar su visita en esa comarca tan bella, que supone todo un paraíso y que responde al nombre de Señorío de Molina – Alto Tajo.
6 comentarios:
Joder, yo he visto el Tajo en Lisboa y es descomunal... De todas formas, entre los ríos grandes y cuando son pequeños, mil veces me quedo con los pequeños. Porque son así, como en las fotos, angostos, estrechos, vivos, libres. ¿Esto es Castilla, no es cierto? O es ya comunidad valenciana?? ¿O Aragón? Suena en todo caso a tierra castellana, o a transición hacia Castilla... Muy bonita en todo caso, una tierra muy intensa,
Amigo Ramón el Parque Natural del Alto Tajo y el Señorío de Molina pertencen a la provincia de Guadalajara y por ende a Castilla la Mancha.
Un abrazo y gracias por dedicar tiempo a ver mi blog.
Hola Oscar,
gracias por toda la información que nos aportas a la oficina de turismo de Molina, con informadores como tu todo nuestro trabajo es mucho más sencillo.
Gracias y un saludo
Amigo Oscar, te estás haciendo el mejor relaciones públicas de todos los pueblos maravillosos, pintorescos e interesantes del interior de Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana.
Lo expones de maravilla.
Un abrazo y recuerda que me debes una llamada, jejeje.
Hola Óscar. Son muy interesantes los reportajes y relatos que publicas sobre los asuntos de la comarca de Molina de Aragón y otros lugares. Entrañables y cercanos al lector, por lo menos para mí, que pasé la infancia allí y sigo acudiendo con regularidad. De pequeño tuve alguna relación con tus hermanos, e incluso estuve en vuestra casa en la Ctra de Castilnuevo.
Lástima que otra parte de tu blog se dedique a la actualidad política desde un prisma tan sesgado y parcial, siempre volcada hacia el mismo lado de la balanza. No parece que se hiciese pasar por el mismo rasero a los responsables políticos de CLM durante 30 años que a los de la Comunidad Valenciana ahora.
No obstante, enorabuena por el blog. Un saludo.
Hola Jhansloa, gracias por tu aportación y palabras.
Tomo nota con lo que dices, intento ser objetivo en muchos aspectos pero es que el panorama político valenciano, que es donde vivo y el que más directamente me afecta es para salir corriendo jeje.
De nuevo gracias por tu intervención e intentaré ser más moderado.
Un abrazo
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