viernes, 24 de octubre de 2008

ÉPOCA DE HONGOS Y SETAS.




En muchas zonas de nuestro país, la llegada del otoño, además de llevar consigo la caída de las hojas en los árboles, y de los días grises con temporal de lluvia; son sinónimo de recolección de setas y de hongos.
Son cientos las especies que se crían de estos ejemplares en todos los territorios.
Aunque los más conocidos son los Níscalos y las Setas de cardo.
Al Níscalo (lactarios deliciosus) en las regiones del este español se le denominan rovellón o revollón.
El níscalo se cría en pinares húmedos y frescos; mientras que la seta de cardo lo hacen en las praderas, donde se crían los cardos y aliagas.
Gracias ha haber vivido en un pueblo de montaña desde la niñez, y por todo lo que me han enseñado mi padre y mis hermanos, siempre he tenido una gran afición por la micología. Aunque sólo recolecte níscalos y setas de cardo.
Cuando voy con mi hermano Tonín, me quedo alucinado ya que éste, que entiende un montón del tema, recolecta de todo tipo de hongos y setas que en sabor y textura le dan mil patadas al famoso y tan buscado níscalo.
Las amanitas, las colmenillas, la setas senderas, etc… son algunas de esas setas que el público en general ignoramos cuando las vemos, y que los realmente entendidos buscan de forma intensa.
Hace un par de años, en mi pueblo Molina de Aragón, fue un magnífico año de hongos, los kilos de níscalos que salieron de los pinares molineses, podían contarse por cientos; pero esto a veces trae consigo problemas, y es que muchos aficionados, sobre todo de mi otra tierra Valencia, acuden al pinar con toda clase de instrumentos y rastrillos que no hacen otra cosa, más que destrozar el bosque, levantan el suelo, rompen el proceso de crecimiento de los hongos, y por último manchan todo, dejando todo lleno de bolsas, botes y botellas… estas actitudes hacen que los lugareños no quieran que desde otras tierras arriben ciudadanos con tan poco conciencia medioambiental, o que desde ayuntamientos con bosques seteros se esté estableciendo una tasa para todas las personas foráneas que acudan a la recolección de hongos y setas. Es verdad que no hay que generalizar y que por fortuna, la mayoría de buscadores no llevan a cabo esta actitud.
El salir al campo, a coger setas, puede ser un plan de fin de semana maravilloso, pero amigos hagámoslo con conocimiento y respeto hacia el medio ambiente.
Este otoño gracias a las lluvias de septiembre y octubre, está siendo un buen año, al menos por la zona este del país.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me parece la zona de Rillo de Gallo una zona fantástica para la micología y la travesía por montaña. Es espectacular, pero este año 2020 no se como estará la cosa por allí para la recolección.

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