¿Canal 9 o Tele-Camps?

Es muy curioso lo que está ocurriendo estos días, con el debate sobre el debate, es decir; los partidos políticos no se ponían de acuerdo de cómo realizar el debate, en qué canal, etc… Y me sorprendió ver al PP, aludiendo que no se debería hacer éste en Televisión Española, por la parcialidad y el sectarismo de ésta. Hay que recordar al PP, que cuando ellos gobernaban, hubo una condena del Tribunal Supremo hacia el ente público y en concreto hacia Urdaci, por manipulación, tergiversación… Pero a parte de ello tienen el ejemplo de dos televisiones públicas al servicio de sus respectivos gobiernos, Tele-espe menos conocida como Tele Madrid, y Tele-Camps o Canal 9; ambas cadenas tienen una bajísima audiencia, debido mayormente, a la mala programación, y a lo tendencioso y partidista de la mayor parte de su parrilla.
Me voy a centrar en Canal 9 que nos queda más cerca; hay que recordar, que es la televisión pública, es decir sufragada por todos los ciudadanos, y que por tanto debería tener acogida a todas las clases y tendencias políticas; pero eso no es así. Las noticias encaradas siempre hacia el PP, recuerdo aquel titular que decía “El Gobierno de Zapatero contra las fallas” porque se pretendía aplicar la directiva europea en relación a la pólvora; hay que recordar que estamos en Europa, no sólo para recibir subvenciones, sino también para armonizar las leyes. O al señor Julio Tormo, retransmitiendo la mascletá con el pañuelo de “Rita alcaldesa”. Fue curioso como Carmen Alborch, candidata a la alcaldía, a penas apareció en este canal tres instantes en tres meses. Igual ocurre ahora con la Vicepresidenta del Gobierno, por su cualidad de Candidata.
Pero la manipulación, no se da sólo en las noticias como he dicho, en el vídeo que adjunto, se puede ver la entradilla que se hace a un programa nocturno por parte de la presentadora Manu Ríos; parece un guión de campaña pasado por un asesor del PP.
Los valencianos, nos merecemos, una televisión pública digna y coherente; porque lo que hay ahora es una verdadera cacicada, ya me contáis.