Era yo pequeño cuando un día yendo en el coche mi padre preguntó a mi madre, “¿nena dónde tenemos la cinta de Nino Bravo?” no sabían lo que había sucedido con esa cinta, por lo que me comentó mi padre que cuando fuésemos a Valencia, (vivíamos en Molina de Aragón) la compraríamos.
Yo no sabía quien era Nino Bravo, y además me sonaba a un hombre gordo y con barba, al estilo del gran Pavarotti…
En un viaje a Valencia, por fin compramos la cinta, del cantante que mi padre tanto nombraba, y la pusimos en el largo camino que suponía ir de Valencia a Molina, por las carreteras y travesías urbanas de la época. Ese fue mi primer contacto con Nino Bravo, yo tendría unos 12 ó 13 años…me encantó la música, las canciones, la letra, y la transparente voz… cuando yo pregunté sobre aquel cantante, pues no me sonaba de verlo en la tele, ya que la cinta tenía su foto, me contaron del trágico final que había tenido. Años más tarde nos enteramos que está enterrado muy próximo a mi abuela materna en el Cementerio General de Valencia, lo que hace que siempre para Todo los Santos le dejemos un par de claveles en su tumba.
De esta forma tan casual y sencilla conocí la obra de Nino Bravo, y desde entonces me convertí en un fan incondicional; estuve hace un par de años en el museo que le han dedicado en su pueblo natal Aielo de Malferit, he leído los libros aparecidos sobre su vida, y sobre todo he escuchado en infinidad de ocasiones sus canciones.
El pasado 9 de marzo, para mi cumpleaños me regalaron entradas para un musical dedicado a Nino Bravo, yo ni me había enterado de este acontecimiento, y ayer por la noche, fui uno de esos 1500 privilegiados que pudimos ver el estreno del mismo en el Palacio de Congresos de Valencia.
Cuatro magníficos cantantes: María, David Castedo, Carmen María y José Valhondo, interpretaron las diecisiete canciones más representativas de la carrera de Nino Bravo. Entre ellas aquellas que se han convertido en himnos como “Libre, Noelia, América, Mi Tierra, Un beso y una flor, Te quiero te quiero…”
Todo ello con una magnífica puesta en escena, un decoración espléndida, la música extraordinaria en directo, bailarinas, un magnífico coro, y de fondo una pantalla gigante que mostraba imágenes, o aportaba decoración según en cada momento y situación. Además se iba relatando la vida del cantante, o las características que acompañaron a la creación de cada canción.
La sexta canción fue la de “Te quiero, te quiero” que fue interpretada a dúo por el propio Nino Bravo en una gran pantalla y por María, os he de decir que no sólo se emocionó la cantante, que también.
En cada una de las interpretaciones el público se iba animando más y más, la interpretación de “Mi tierra” con imágenes típicas de toda España, pero al final de una falla ardiendo, la mascletá del Ayuntamiento desde el cielo, y las Torres de Serrano, inundaron todo el patio de butacas de una euforia y emoción difícil de contar.
La canción de “Libre”, también fue interpretada por Nino Bravo, con la adaptación de la música en directo.
Y al final del todo una gran sorpresa, los cuatro cantantes, interpretaron una canción escrita por Juan Carlos Calderón para la ocasión, denominada “Dicen”; dedicada al gran Nino Bravo y que tiene estrofas como la siguiente:
Dicen
que fuiste a cantarle a las estrellas,
dejaste niebla en nuestro corazón.
Te llevaste tu canciones,
Tus “te quieros, libre como el viento.”
Dicen
Que de aquí a la eternidad hay un latido,
A la inmortalidad sólo tu voz,
Tus “américas, tus besos y esa flor,”
y esas “cartas amarillas”
que fuiste a cantarle a las estrellas,
dejaste niebla en nuestro corazón.
Te llevaste tu canciones,
Tus “te quieros, libre como el viento.”
Dicen
Que de aquí a la eternidad hay un latido,
A la inmortalidad sólo tu voz,
Tus “américas, tus besos y esa flor,”
y esas “cartas amarillas”
Tras esta preciosa y emocionante canción, subió al escenario el realizador Fernando Navarrete, dando las gracias al público, y a los invitados, y que por ser el día del estreno hubo importantes personajes como los compositores Juan Carlos Calderón, Herrero y Armenteros; también la cantante Karina, o el presentador de tve José Luis Uribarri.
Y por supuesto como no podía ser de otra manera, también estaba la familia de Nino Bravo, al finalizar todo, en los pasillos tuve el honor de conocer a sus hijas, dos chicas encantadoras y muy guapas.
El espectáculo acabó con todo el público en pie y junto a los magníficos cantantes, cantando "Un beso y una flor".
Hoy estoy todo el día tatareando…
Quiero acabar este artículo, recomendando que si tenéis ocasión valláis a este estupendo espectáculo, seguro que no os defrauda.
5 comentarios:
La verdad es que en cada canción te ves reflejado y tarareas el estribillo pensando ,como la mayoria de canciones de Nino q son un canto a los sentimientos.Todavia es más maravilloso si tienes al lado a tu persona querida , pero si no la tienes o la has perdido hace poco jo, que dificil cantarlas con un nudo en la garganta.Fue y para muchos es una gran voz y siempre alguna canción suya recordara a algún amor perdido.
TT
Este musical o lo que sea es un muy mediocre espectáculo de los mismos que han hecho el grease falso al que ahora llaman brillantina y sigue siendo el grease falso.De ahi logicamente nace un musical falso usando a Nino Bravo,que ninguna falta le hacia,inmortalizarlo en un show de 3ª división.Malo,malo,malo
Hola anónimo, en primer lugar decirte que no me gusta los que intervenís con el anonimato como escudo... y segundo que respeto tu opinión y que para gustos están los colores.
Estoy de acuerdo contigo que a Nino Bravo no le hace falta un musical para su reconocimiento como artista y como mito.
Pero el musical en sí, yo creo que está muy bien, no tratan de imitarlo, sino de interpretar sus canciones más famosas de distinta forma, y la última canción que le dedican es una pasada, en emotividad y originalidad.
De todas formas lo dicho, para gustos los colores.
un saludo.
Per tots els temps, Nino Bravo...
Gracias por la recomendación, en cuanto pueda allí estaré.
Un beso
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