En los pueblos de la
Sierra de Albarracín y del valle del Jiloca (Teruel), cuando una persona es un
tanto lenta o tranquila, se le espeta una frase que dice así: “Venga, que eres
más lento que los arrieros de Molina que, se levantaban a media noche para salir a
medio día”.
La
cuestión que esta frase análoga a la de “ser más lento que el caballo del malo”,
no es conocida en la propia Molina; y siempre que la escucho, no puedo evitar
esbozar una sonrisa.
Siempre
que la escucho la rebato, no por ese amor patrio de si los molineses somos
tranquilones o no; sino que de aplicarse, de forma literal, nada de lentitud
representaría, sino solamente ser precavidos; os cuento:
Puerta de Molina (Albarracín) |
Desde
la ciudad del río Gallo (Molina de Aragón), hasta la puerta de Molina de la
turolense Albarracín, hay unos 75 kilómetros; en la actualidad, con un coche
eso supone en torno a una hora y cuarto de tiempo, pues las carreteras son de
alta montaña; pero a aquellos hombres y mujeres que se dedicaban al transporte
de todo tipo de productos, por los
caminos de la época, y usando de “motor”, burros, mulas o caballos, esa
distancia suponía si la carga era ligera y la climatología buena, un par de
días, si la carga era pesada o el tiempo estaba revuelto, podía pasar a tres o
cuatro días…; por lo que el dicho de ser cierto, supondría que los arrieros
de Molina eran muy muy organizados…
La
cosa es que aquellos arrieros digamos que, fueron el antecedente de las actuales
empresas de transporte y paquetería.
Y
de ese oficio, otro dicho popular: “arrieros somos y por el camino nos encontraremos”.
Este
refrán es una manera elegante (y a veces sutilmente amenazante) de advertir que
la vida da muchas vueltas, y que es posible que
uno se cruce de nuevo con las mismas personas en otras circunstancias; y por tanto
si te portas bien con la gente, (esa siembra), la tendrás de vuelta, pero si
eres un chungo, pues también.
Y
hablando de Albarracín, de Molina de Aragón y de arrieros, no podríamos
dejarnos Cuenca (muy próximo), y cuyo plato estrella es el Ajoarriero.
Ingredientes básicos: bacalao desalado, ajo y
aceite de oliva; fácil de cocinar, de conservar y de untar en el pan, además de
ser comida calórica; de ahí que fuese algo común en el menú los arrieros y de
ahí su nombre.
A día
de hoy nuestro país, según la página del Ministerio de Transportes, tiene unos
15.500 kilómetros de autovías y autopistas.
La
red de alta velocidad española (AVE y otros trenes que circulan por líneas de
alta velocidad), tiene una extensión aproximada de 3 970 km, lo que la
convierte en la más extensa de Europa y la segunda del mundo, tras China.
Y según
Aena en los primeros seis meses del año 2025, ciento cincuenta millones de
pasajeros, han pasado por los aeropuertos españoles.
Con estos
datos, parece casi ciencia ficción, que hasta los años 50 y 60 del pasado siglo
XX, es decir en términos históricos, antes de ayer, en nuestro país, gran parte
de las mercancías se transportaran con carros y mulas por arrieros, o que la
madera, se transportarse desde la montaña a las grandes serradoras, a través de
la fuerza de los ríos, en lo que denominaban las maderadas.
Esas gentes
de vidas duras y trabajadas contribuyeron de forma importante, a que hoy
España, sea el gran país que es.
Así pues, sirva
este post, como homenaje y recuerdo a aquellos arrieros, entre otros mi abuelo
Nicanor Pardo Leal. FINEM.