LA INMORALIDAD DE LA GENERALITAT VALENCIANA CON LA LEY DE DEPENDENCIA. Los Dependientes ganan en los tribunales.

El pasado viernes 28 de enero de 2011 el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, dictó una Sentencia, que en un primer momento me dio una enorme alegría pero después al reflexionarla realmente me di cuenta que todo lo acaecido era bastante triste.

Os cuento: hará como tres años tuve el placer de conocer a Hipolit Agulló, vecino de la comarca alicantina de Alcoiá-Contat y padre de un niño con parálisis cerebral; habían solicitado las ayudas que otorga y garantiza la Ley de Promoción de la Autonomía Personal, conocida como Ley de Dependencia, pero ya empezaban a comprobar que algo no funcionaba bien en la administración valenciana con respecto a esta ley.

Hipolit, y su esposa Carmen Insa, se encargaron de reunir y aglutinar a personas que se encontraban en la misma situación que ellos, y así poco a poco se conformaron las Plataformas por la aplicación de la Ley de Dependencia a lo largo y ancho de toda la Comunidad Valenciana.

Hipólit, Carmen y Pau, sin lugar a dudas han sido y son todo un ejemplo de ser, de vivir y de lucha; os cuento a grandes rasgos su historia con respecto al tema:

En el año 2006 al conocer que el Gobierno de España aprobaba una ley que ayudase a las personas en situación de dependencia, les inundó una sensación de alegría, esperanza y entusiasmo, ya que este hecho supondría una mejora en la calidad de vida tanto de ellos como de su hijo Pau. En junio de 2007, solicitan las prestaciones que la ley les garantiza; y poco a poco esa sensación de alegría y entusiasmo se fue tornando en decepción, tristeza e indignación.

Y es que la Generalitat Valenciana se había erigido como “boicoteadora” oficial de dicha norma. Iniciándose un tormento para miles y miles de valencianos, a los cuales se les complica la calidad y estilo de vida aún más si cabe.

La Consejería de Bienestar social con el “muy rezador” Juan Gabriel Cotino a la cabeza, se dedica a firmar miles y miles de resoluciones con toda clase de impedimentos, trabas y demás vericuetos burocráticos que llevan consigo que los plazos se alarguen de forma anómala e inútil, muriendo miles de personas antes de haber percibido ayuda alguna.

En el caso de Pau, en septiembre de 2008, la administración les informa que sufre una situación de dependencia grado 3, nivel 2 con carácter permanente (es decir el nivel y grado máximo) y se le asigna un programa individual de atención, pero esta resolución tenía sorpresa, la Generalitat Valenciana negaba la retroactividad en las ayudas como así determina la ley; es decir la Ley de Dependencia determina que una vez que se estima que la persona en cuestión debe percibir las ayudas, éstas se deben de retraer no al momento en que se resuelve, sino al momento en el que la persona en cuestión presentó la solicitud a la percepción de las ayudas. En el caso Pau, tiene derecho a percibir las ayudas desde junio del 2007, fecha en la que sus padres presentaron la solicitud.

Ante esta resolución, Hipolit y Carmen recurren, alargándose de nuevo eternamente los plazos, para que la Generalitat les conteste que no les concede la retroactividad puesto que Hipolit y Carmen no pueden demostrar que antes de septiembre de 2008, ya cuidasen de su hijo Pau… una respuesta que si no estuviésemos hablando de algo tan serio, parecería que estamos en el Club de la Comedia.

Hartos de toda esta tramposa actuación de la Administración Valenciana, Hipolit y Carmen deciden acudir a los tribunales, con todo lo que ello acarrea, de gastos, emociones, vivencias, etc… el pasado 28 de enero de 2011 el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, les da la razón, dando un buen varapalo a la Generalitat Valenciana condenándola a pagar las prestaciones del programa de atención individualizada de Pau a efectos desde junio de 2007.

Todo esto es un ejemplo de la gran inmoralidad del Gobierno Camps, que tiene dinero y recursos suficientes para supuestas tramas de nombre Gürtel o Brugal, para pagar millonarios cánones para un día de carreras en la ciudad de Valencia, para megas yates, para hacer monumentos a multi-imputados Presidentes de la Diputación, pero que no tiene para los miles de valencianos con la vida más difícil y complicada.

Acabo este post dando las gracias a Hipólit, a Carmen y a Pau, por su magnífica labor, trabajo, esfuerzo, ejemplo, etc… han mostrado el gran amor que tienen hacia el pequeño Pau, y lo afortunados que se sienten con él a su lado.

Ojala que nadie más tenga que recurrir a toda esta clase de esfuerzos para poder percibir los derechos que la ley les otorga, ojala esta sentencia sirva de puerta para que por fin esta ley se aplique en la Comunidad Valenciana, y ojala esos malvados gobernantes y dirigentes no se vean nunca en una situación así…

En el siguiente vídeo podréis conocer a Pau: