Casi todos los días 4 de mes, escribo un post parecido, haciendo referencia a una efeméride ocurrida o acaecida el día 3; y es que ayer de nuevo como todos los días 3 de mes, la Asociación de Víctimas del Metro se volvió a concentrar en la Plaza de la Virgen, delante de la Puerta de los Apóstoles, y de nuevo se volvió a pedir, información sobre lo que ocurrió, responsabilidad política, y compasión para con las víctimas y sus familias; y es que tras un accidente que se podía haber evitado con medidas de seguridad, en el que fallecieron 43 personas y hubo 47 heridos, el Presidente de la Generalitat Francisco Camps, todavía no ha sido capaz de recibirlos y dar alguna explicación sobre todo lo acaecido.
Ayer de nuevo los miembros de esta Asociación de Víctimas del Metro, clamaron no en el desierto, sino en la Plaza de la Virgen de Valencia, acompañados de cientos de valencianas y valencianos, entre en los cuales no se encontraba ninguno de esos dirigentes políticos, que tanto braman porque les impiden derribar el Cabañal, o porque les obligan a que aplicar la Ley de Dependencia. No estaba ninguno de esos políticos que tanto rezan en las Iglesias aledañas al lugar de la concentración.
Acabo este post, como siempre que escribo sobre este tema con cierto grado de indignación, y mostrando mi deseo en voz alta, de que la sociedad valenciana no olvide lo ocurrido; no olvide a estas familias vecinas de Valencia, Picaña, Torrent… que perdieron a sus seres queridos, o que sufrieron graves heridas en el subsuelo de nuestra ciudad, porque nadie se había preocupado de gastar unos euros en mejorar la seguridad del metro. Los responsables de esa seguridad, preferían gastar y gastan a manos llenas en eventos, fiestas y guateques…
En 1709, se produjo la batalla de Malplaquet, donde como causa de la Guerra de Sucesión Española, se enfrentaron los ejércitos de Reino Unido y de Francia. Dicha batalla la perdió el ejército francés; éstos creyeron muerto a su enemigo John Churchill (Duque de Marlborough), y como consecuencia de ello surgió la famosa canción burlesca hacia el soldado; parece ser que por influencia de los Borbones llegó a España, reduciendo el nombre de Marlborough, a uno mucho más pronunciable a la lengua de Cervantes Mambrú.
Toda esta introducción para deciros que en muchas ocasiones había leído, y oído hablar del famoso Mambrú, que coronaba las alturas de la localidad guadalajareña de Arbeteta, y que pese a no estar muy lejos de mi pueblo Molina de Aragón, nunca había visto; así pues en las vacaciones de navidad, tuve el lujo y el placer de por fin conocerlo de “tú a tú”.
La localidad de Arbeteta, es de los últimos términos municipales que conforman el Parque Natural del Alto Tajo, donde éste deja de ser un río de alta montaña, para convertirse en un río de montañas suaves y campiñas, camino del Pantano de Entrepeñas.
La llegada a Arbeteta desde las aguas del Tajo, es por una estrecha carretera camuflada entre inmensos bosques de pinos, carrascas y encinas y en paralelo a un arroyo, que se desvía justo al llegar al enorme farallón de roca, donde se asientan los restos del Castillo de Arbeteta, que perteneció a los Condes de Medinaceli.
ARRIBADA A ARBETETA
ACCESOS A ARBETETA
En mitad del caserío, se encuentra la esbelta torre de su Iglesia parroquial abocada a San Nicolás de Bari, rematada con un estupendo chapitel metálico que sirve de base para que nuestro personaje visitado, El Mambrú baile con el viento.
CASTILLO DE ARBETETA
A finales del Siglo XVIII, se levantó la torre barroca de la Parroquia instalando una veleta que popularmente se le denominó Mambrú, por su apariencia de caballero hidalgo inglés.
TORRE PARROQUIAL DE ARBETETA
EL MABRÚ DE ARBETETA
Así pues este Mambrú presidió las alturas de Arbeteta, hasta que un rayo, cayó sobre el mismo destrozándolo y obligando a que se hiciese uno nuevo.
Allá por el 1988, la Diputación de Guadalajara, como así reza una placa en la fachada del templo eclesial, sufragó este nuevo Mambrú, elaborado con madera de Sabina, y recubierto de latón, y que fue fabricado por un artesano de Alcolea del Pinar (Guadalajara) de apellido García Perdices.
Aparte de El Mambrú, Arbeteta tiene unos parajes preciosos, muy recomendables de visitar.
Por último además de encomendaros la visita a esta localidad, os quiero trasmitir mi alegría y satisfacción de haber conocido “en persona” al Mambrú de Arbetera, del que tantas leyendas había leído, como sus escarceos amorosos con la Giralda de Escamilla.
El pasado 31 de enero de 2010, en la ciudad de Valencia, y más concretamente en el barrio del Cabañal, se produjo una manifestación que yo calificaría de tintes históricos…
Barrio del Cabañal
Miles de valencianos salieron a las calles de los históricos poblados de Valencia, para exigir su rehabilitación y rechazar los planes del Ayuntamiento de Valencia y de la Generalitat Valencia de derribar centenares de casas para hacer una gran avenida que arribe hasta el paseo marítimo.
barrio del Cabañal
Tuve el placer de estar en esta manifestación que tuvo tintes festivos y lúdicos además de los reivindicativos, y que de una forma magnífica habían convocado y organizado los miembros del Colectivo “Salvem el Cabanyal”.
Al llegar a la calle de la Reina, camino del punto de partida de la manifestación, una mujer me llamó al ver que estaba haciendo fotos a alguna de las cientos de casas que el PP valenciano pretende derribar; me contó que los ladrillos cerámicos de su fachada, provenían de una fábrica de una abuela de Rita Barberá, que ella había vivido allí con sus padres, más de 75 años, y que ahora le pretendían tirar la casa, dándolo unos 15.000 euros (2.500.000 ptas), que a parte de todos sus recuerdos, la dejaban literalmente en la calle.
Barrio del Cabañal
Sollozaba la mujer emocionada, de ver tanta gente defendiendo entre otras cosas su forma de vida.
Todo comenzó con una larga traca, y a ritmo de batucadas, y gaiteros, la marcha se inició a lo largo de la calle de la Reina hasta la Plaza de la Cruz del Cabañal. Estaba llegando la cabecera a dicha ubicación, cuando aún quedaban manifestantes en el punto de partida.
En la Plaza de la Cruz, se leyó un manifiesto combativo y exigente, que con claridad meridiana solicitó al PP, que deje de especular con el urbanismo y de una vez lleve a cabo la tan necesaria rehabilitación del barrio.
Me quedo con la siguientes expresiones comprendidas en el manifiesto: “el Plan Especial de de Protección y Reforma Interior, es un ataque a la cultura, a la memoria colectiva y a la identidad, porque es un barrio singular y hermosísimo digno de permanecer en el tiempo… después de doce años de lucha, no se va a parar hasta que el barrio se rehabilite y se quede entero y vivo…”
A los pocos instantes de acabar la manifestación el Concejal de Grandes Proyectos Alfonso Grau, con su característico talante democrático, dijo que aquello era fruto de reducidos grupos radicales…
Y el Conseller Rafael Blasco, ese que fue del PSOE, y cuando cambió las tornas se pasó al PP, argumentó del ataque de Zapatero a los valencianos…
Acabo este artículo, estando seguro que los valencianos conseguiremos que el Cabañal no se derribe, y que este perdurará para las generaciones futuras. Y sobre todo os recomiendo a los que no conocéis este hermoso barrio valenciano, que os deis una vuelta por el, para observar que sitio tan privilegiado para vivir.
El valenciano barrio del Cabañal, se prepara, para mañana día 31 de enero de 2010, llevar a cabo una gran manifestación rechazando los planes que tienen previsto los dirigentes del Partido Popular de Valencia, y más en concreto la Alcaldesa Rita Barberá.
El histórico barrio de pescadores de Valencia, lleva casi una década de lucha contra el Gobierno de la conservadora Barberá, que pretende derribarlo para hacer una macro avenida, que arribe hasta el mar, destrozando para ello centenares de vivienda, dando una ridícula indemnización a los propietarios, y transformando este castizo barrio en una de esas avenidas sin personalidad, y sin comercios, ya que los bajos son tan caros, que no hay negocio que pueda hacerse con uno de ellos a excepción de los bancos; y os remito a la Avenida de Francia, donde para comprar una barra de pan, hay que ir al Carrefour.
Pero además del expolio histórico y cultural, nos encontramos con el problema social, dejando a cantidad de personas (entre ellas muchas de edad avanzada) en una situación de total precariedad, dándoles por sus viviendas ridículas indemnizaciones que supone literalmente dejarlas en la calle.
La prepotencia, el no querer escuchar, y la soberbia que en los últimos tiempos está caracterizando al PP valenciano, han conllevado que haya surgido un movimiento ciudadano activo en la ciudad de Valencia como hacía años no se recordaba, y todo apunta que la manifestación de mañana sea un gran éxito.
Yo como valenciano comprometido, con mi tierra adoptiva, y con sus habitantes, allí estaré.
Os daré a través de este humilde blog toda la información que pueda.
Y acabo diciendo, que es una pena que tengamos políticos que en vez de solucionar los problemas de los ciudadanos como se supone es su labor, vengan a complicarles la vida.
De todos es sabido, las dificultades económicas por las que pasa el Ayuntamiento de Valencia; tras casi 20 años de gestión de la conservadora Rita Barberá, las arcas municipales están vacías, y con un agujero, que heredarán generaciones futuras.
Cuando Rita accedió al Ayuntamiento la hacienda pública estaba muy saneada, incluso con superávit, a día de hoy la situación es toda la contraria.
Pero la razón de esta pequeña introducción es para hacer colación, a lo que desde el Ayuntamiento de Valencia se está llevando a cabo en materia de tráfico, o mejor dicho, en materia de aparcamiento:
Ya en casi todos los barrios de la ciudad tenemos “el placer” de tener zona azul; ese espacio de suelo que el Ayuntamiento pinta de azul, y el que hay que pagar una monedas por dejar el coche, bajo pena de multa si no lo haces; pero es que además alrededor de edificios públicos concurridos, dígase hospitales, polideportivos, centros comerciales, o instalaciones de índole administrativo, la zona azul están acompañadas de los denominados gorrillas; esos señores que te piden una monedas por indicarte donde hay un hueco, etc… así pues para aparcar por ejemplo en el entorno de la Fe, o de la Estación de Autobuses, debes pagar a los gorrillas, por miedo a que si no lo haces te estropeen el vehículo, y a las maquinitas de la hora, por miedo a quelos recaudadores de Rita te hagan cisco la paga del mes con una multa.
Gorrilla en el paseo marítimo de Valencia.
Pero a parte de todo ello, y en la misma línea hay que ver como está la Grúa municipal, yo creo que junto a las Urgencias de los Hospitales, es el servicio público más colapsado del Cap i Casal.
Máquina para pagar por aparcar en la Zona azul.
El viernes por la noche, en la zona de Xúquer, llegamos a contar hasta doce grúas actuando a la vez, con sus respectivos policías locales, pero este uso abusivo de la grúa, no sólo se está sucediendo en las zonas de copas, o de salir, sino en todos los barrios; en el mío el Barrio de Patraix, el servicio municipal de la grúa es mucho más competente que el de la Empresa Municipal de Transportes, es decir el autobús.
Así pues los Valencianos además de sufrir las fuertes subidas de los últimos años en los Impuestos de Bienes Inmuebles, y en el Circulación, ahora tenemos que soportar que por la nefasta gestión de Rita, la Policía Local en vez de protegernos de los delincuentes, están dedicados en cuerpo y alma, a multar al ciudadano, acompañados de ese maravilloso parque automovilístico de grúas. (No es culpa de la Policía, ellos son sólo unos mandados).
Esto es una consecuencia más de que nuestro Ayuntamiento, (el de Valencia) sea el segundo más endeudado del Estado.
Allá por el año 1856, en pleno Siglo XIX; el 21 de enero, se sucedió en la ciudad de Valencia, uno de los primeros actos de índole huelguista o sindicalista, y que se conociópopularmente como el Motín de los Velluters.
El barrio de Velluters, que es el más antiguo de Valencia, tenía una importante actividad comercial e industrial en torno a la seda, de ahí que a este barrio también se le conozca como el barrio de los antiguos trabajadores de la seda.
Parece ser que las condiciones laborales, de todos estos trabajadores a mediados del siglo XIX, eran casi de índole esclavista, con unos ínfimos salarios, y pésimo ambiente en los centros de trabajo; eso conllevó a que el 21 de enero de 1856, los trabajadores llevasen a cabo revueltas, huelgas y disturbios para pedir el aumento de sueldo y las mejoras laborales pertinentes.
Así pues desde hace tres años la Asociación de Vecinos del barrio, de nombre “El Palleter”, organiza una fiesta para conmemorar estos hechos, y de paso dirigir a las Administraciones públicas, toda clase de reivindicaciones que en el caso de este barrio son muchas.
Así que de nuevo en la noche del pasado sábado 23 de enero, la castiza plaza del Pilar de Valencia se volvió a poner su aspecto de fiesta, teniendo una hoguera central de palés y leña de olivo, que hacía un humo blanco de fragancia campesina, e infinidad de pequeñas hogueras, donde el vecindario asaba desde carne y embutidos a verduras y sardinas; así pues todo el barrio se envolvió de un aroma, que hacía gemir a los jugos gástricos.
(HOGUERA Y BATUCADA "ELS CUCS DE VELLUTERS")
Invitados por los miembros de la Asociación de Vecinos el Palleter, allí pudimos degustar ricos embutidos, y pasar en su compañía una muy agradable velada.
El año pasado el Ayuntamiento no les dejó celebrar la fiesta, argumentando que en el año anterior habían deteriorado un poco el suelo por los efectos de la hoguera, así pues los miembros de la Asociación por su cuenta arreglaron esos pequeños y simples desperfectos, y el Consistorio, que con mano férrea y hostil ante cualquier actividad de índole reivindicativa dirige Rita Barberá, este año ha accedido a darles el permiso.
Toda la fiesta estuvo amenizada por el magnífico grupo de músicos percusionistas “Els Cucs de Velluters”, que además realizaron un pasa calles por todo el barrio.
De igual manera se repartió una magnífica revista, que me explicaron sale de manera periódica, y que está dedicada en exclusiva al barrio de Velluters, donde un amplio elenco de colaboradores, hacen todo un repaso a todos los aspectos y en todas las direcciones que atañen a este histórico barrio. El nombre de la revista es “SIC”, que son las abreviaturas de “Societat i Cultura”.
Ojalá estos tres años, incluyendo el año que la muy conservadora Rita Barberá les impidió celebrar la fiesta como debe ser, sea la semilla para una nueva fiesta popular, participativa y reivindicativa, que poco a poco vaya acogiendo a más vecinos, para que dejen de ser mero padrón, y se conviertan en ciudadanos comprometidos y participativos con todo lo que sucede y atañe a su barrio.
Acabo este post, agradeciendo a todos y felicitando tanto a la Asociación de Vecinos el Palleter, como al grupo de Batucada “Els Cucs de Velluters”; el éxito de la edición del año 2010.
GRAU, BARBERÁ Y BELLVER. (Tanto monta, monta tanto)
Dicen que tras el populismo de Rita Barberá, hay una persona de mucho carácter, un tanto totalitaria y de ideología muy conservadora. Pero hay que reconocerle que es un líder político como pocos hay en el PP, es más yo diría que es el único líder del PP valenciano, porque Camps ni fa ni fu, y Fabra y Rus, son mero esperpento cada uno a su estilo. (Todo esto desde el punto de vista político, en el sentido personal, no sé como son ninguno de ellos).
Pero el conservadurismo de Rita Barberá en el Ayuntamiento de Valencia, no está solo, es más está muy acompañado; y tiene a grandes campeones de esta actitud como a su Teniente de Alcalde y Concejal de Grandes Proyectos Alfonso Grau.
Muchos son los apodos que en el Ayuntamiento corren en relación a este hombre, y la verdad es que ninguno de ellos es amable.
Estos días, tras la paralización por parte del Gobierno, del expolio cultural e histórico que supone la destrucción del Cabañal, tanto Barberá como Grau, “han sacado los dientes”, debido a estar poco acostumbrados a que nadie les contradiga, o les detenga ante sus actuaciones; así pues el Concejal de Grandes Proyectos el pasado día 19 de enero de 2010, dio una rueda de prensa donde argumentó con lindezas como las siguientes:
“Vamos a seguir con el Plan del Cabañal, aunque tenga que llevar a los tribunales todas las licencias de derribo…” “no hay nada que negociar, nos asiste el derecho, la razón, y los vecinos, las cosas correctas no se negocian y los que quieren negociar esto son los mismo que creen que se puede negociar todo, incluso la liberación de asesinos de ETA”
ALFONSO GRAU (Tnte. de Alcalde y Concejal de Grandes Proyectos)
Así pues Grau lo dejó claro, el PP de Valencia pretende seguir derribando casas, con independencia de que estén declaradas bien de interés cultural, que sea el barrio histórico de pescadores de Valencia, que suponga la destrucción de toda la fachada marítima de Valencia, y lo que es peor, con independencia de las personas que habitan esas viviendas, muchas de ellas de edad avanzadas y con economías humildes, y a las cuales pretenden dar una indemnización ridícula, que supone dejarlos en la calle. Y todo una vez más por la pura especulación urbanística, algo que en Valencia ya es tan típico y común como las propias fallas o el Miguelete.
En esta rueda de prensa Grau dejar a la intemperie su talante totalitario de ordeno y mando, cuando alardea de que no hay nada que negociar… y se columpia un poco metiendo en todo esto a ETA…; generándome en este apartado cierta duda, porque con ETA, han negociado varios partidos políticos, bajo Presidentes distintos: Unión de Centro Democrático con Adolfo Suárez, Partido Popular con José María Aznar, y Partido Socialista con Felipe González y José Luís Rodríguez Zapatero, así pues esta negociación para el tema del Cabañal, entiendo que es imposible con todos estos partidos…
La cuestión es que Barberá, y Grau, responsables de la gestión del Ayuntamiento de Valencia durante 19 años, que han llevado a que el consistorio valenciano sea el segundo más endeudado del Estado tras el de Madrid, y que tienen a los barrios seudo abandonados, se permiten el lujo de la prepotencia, la tiranía y la desFACHAtez .
Estoy seguro y ese es mi deseo que la ciudadanía os lo sabrá agradecer; yo lo haré.
