Se dice que en este año 2009, el movimiento vecinal cumple 40 años, aunque ya en 1968 en Madrid se creó la primera Asociación de Vecinos, fue en el barrio de Vallecas (barrio de las casitas autoconstruidas de Palomeras) por lo que podemos hablar del 41 aniversario; fuera como fuese, es que se está celebrando en toda España el 40 aniversario del nacimiento de un movimiento que ha traído la mejora de calidad de vida a nuestras calles, barrios y ciudades.
Allá por los años 70 en plena dictadura franquista, las Asociaciones de Vecinos se atrevieron a romper ese silencio y esa sumisión, y abriendo una brecha en el régimen en pos y en busca de la Democracia, y cuyo impacto trajo consigo la transformación de las ciudades españoles, de las instituciones políticas e incluso la mejora de las relaciones sociales dentro de los barrios.
Estas luchas se desarrollaban dentro del ámbito de la vida cotidiana, y de ahí la dificultad del Régimen franquista para gestionar o frenar políticamente; lo que hacía que la única vía de bloquearla o paralizarla fuese la represión policial. Muchos de los históricos dirigentes vecinales, te cuentan como los grises les atacaban porra en mano, por el simple hecho de pedir una farola o una fuente de beber.
El Régimen había intentado frenar este movimiento con la promulgación de la Ley de Cabezas de Familia, gracias a la cual y al amparo de la misma el movimiento reivindicativo se auspiciaba bajo la apariencia de estas laxas y pacíficas asociaciones que la Ley permitía.
En la mayoría de los casos los diferentes movimientos vecinales de las ciudades surgían como consecuencia de las ansias de libertad de la ciudadanía y de la oposición y resistencia al régimen franquista que comenzaba a vislumbrarse de forma pública en todos los sectores y fueros.
Tras la muerte del dictador, las Asociaciones de Vecinos, dejan de ser una herramienta de lucha contra el poder, ya que con la arribada de la democracia, esta acción la llevarán a cabo los partidos políticos, y comienzan a luchar, reclamar y reivindicar por las necesidades de los barrios y ciudades que en esos momentos eran muchas, desde el alumbrado, o el alcantarillado, hasta la construcción de un colegio, centro de salud, etc… es decir servicios y dotaciones de carácter primario que los pueblos y ciudades de la España de 1975 todavía no tenían.
A día de hoy el movimiento vecinal tiene como objetivo la reclamación de infraestructuras y dotaciones que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, como bibliotecas, polideportivos, centros culturales, centros de mayores, centros cívicos, jardines, etc…
Hace unos días el PSOE de la ciudad de Valencia, llevó a cabo un merecido homenaje a dirigentes históricos del movimiento vecinal de Valencia, siendo muy emotivo el acto, y teniendo en aquel humilde escenario a hombres y mujeres que han luchado con más voluntad que medios, con más precariedad que otra cosa, y en algunas ocasiones con muy poco apoyo, por una Valencia mejor, que ha redundado en la mejora de calidad de vida de los valencianos y valencianas.
Yo comencé en el movimiento vecinal hace unos años, en la Asociación de Vecinos de Patraix, tras haber conocido al que es su Presidente más de 15 años Toni Plá, el cual me transmitió ese entusiasmo por el trabajar de forma altruista por tu barrio y por sus vecinos, con todo lo bueno y lo malo que ello acarrea.
A día de hoy por motivos laborales, mi dedicación a la Asociación de Vecinos ha descendido en gran medida, aunque considero muy importante involucrarse y ser parte de la Asociación de Vecinos, por eso os recomiendo que os apuntéis a las Asociaciones de Vecinos de vuestro barrio, para mejorar el entorno donde vivís.
Calles engalanadas en las fiestas populares que organiza la Asociación de Vecinos Patraix.
Y quería terminar este artículo sobre el movimiento vecinal dando las gracias a la persona que me ha hecho querer y sentirme orgulloso de trabajar en el mismo, y es a Toni Plá ese magnífico Presidente de la Asociación de Vecinos Patraix, ese incansable luchador, ese responsable vecino… esa magnífica persona.