Ojalá nos gobernaran ellos; peor no lo podrían hacer
Allá por el año 2005, se inauguró el Centro Científico
Príncipe Felipe, un gran complejo construido con las más modernas y
sofisticadas tecnologías, junto a la antigua desembocadura del río Tuira, entre
el barrio de Nazaret y la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.
Centro de Investigación Príncipe Felipe
La profesionalidad, las ganas y el buen hacer de los
científicos lograron grandes avances en temas como el aislamiento y cultivo de
células madre para tratar enfermedades incurables como Parkinson o Alheimer,
líneas de investigación sobre el cáncer, avances en los tratamientos de
reparación medular, y así un largo etcétera…
Pero el gobierno Camps descubrió que todas estas cuestiones
no eran muy de escaparate, o al menos mucho menos que las Copas Américas, las
Fórmula Uno, etc… y comenzaron a reducir de forma drástica las ayudas al
centro, lo que poco a poco lo llevó a su desmantelamiento, y pese a ello el
centro de investigación seguía aportando
grandes novedades en el campo de la investigación.
Científicos contra los despidos
Por otro lado Bancaja presidida por ese hombre que fue
Presidente de la Generalitat entre Zaplana y Camps, un tal José Luis Olivas
(también muy preparado…) no quiso hacer
con el Centro de Investigación Príncipe Felipe, lo que sí había hecho unas
semanas antes con el Valencia Club de Fútbol Sociedad Anónima, y que no era
otra cosa sino adelantar un crédito mientras las transferencias de la
Administración Autonómica llegaban y así poder afrontar los compromisos y
pagos.
Olivas y Rato (tanto monta, monta tanto)
De esta manera se empezaron a cancelar todos los programas de
formación, que afectó a becarios con
años de estudio y trabajo pendiente para concluir sus tesis doctorales…
Y finalmente se cerraron las líneas de investigación y se
despidió de la noche a la mañana a ciento catorce científicos…; con esta gran
gestión se perdieron muchos de los conocimientos adquiridos, y la mayoría de
científicos la mayoría de ellos valencianos ha tenido que emigrar a otras
comunidades incluso países…
Els Molt Honorables Presidents de la Generalitat Valenciana
Pero lo grave viene ahora, cuando todo esto está ocurriendo
en la Comunidad Valenciana, este Gobierno Autonómico parecido a los personajes
de Pepe Gotera y Otilio (y que me perdone su creador Francisco Ibáñez); ha
decidido que lo importante no es el centro de investigación…, porque oye eso
del cáncer bueno es muy relativo, que casi es más importante lo del “circo”
para el pueblo, y así al estar distraídos no hablan de las desvergüenzas de
corrupción y despilfarro de sus gestores públicos.
Y así ha sido, ahora la Generalitat Valenciana, se va a
gastar la friolera de ochenta y seis millones de euros más los intereses, que
el Valencia Club de fútbol Sociedad Anónima tiene contraída con Bankia, (esa
entidad que presidía el nuevo Asesor de Telefónica Rodrigo Rato…).
Y digo yo, ¿por qué la Generalitat no ayuda a las cientos de
pequeñas y medianas empresas que están ahogadas por los pagos y por la crisis?
¿El Valencia es más importante que éstas otras?
El Valencia club de fútbol, no deja de ser una Sociedad
Anónima y como tal con ánimo de lucro…, mucho ánimo de lucro, y cuyo fin último
no es investigar cómo acabar con el cáncer, sino que su fin último es dar
patadas a un balón de cuero reglamentario.
Disculpad mi tono un tanto enfadado, pero es que creo que
aquí todos hemos perdido el norte, el sentido o la sensatez.
Cada vez entiendo menos como estamos yendo a esta deriva de
lo absurdo, y lo peor es que cada vez lo soporto peor…
Un saludo, y de nuevo mis disculpas por el tono de enojo e
indignación.