Concentración 3 de enero 2012
Estimados/as amigos/as blogueros/as; quería que mi primer post del 2012, estuviese dedicado a un tema, o más bien a unas personas a las cuales admiro por su calidad humana, por su valentía, por su solidaridad, por su coraje y sobre todo por su ejemplaridad de ser y de vivir, me estoy refiriendo a la Asociación de Víctimas del Metro de 3 de julio.
Como sabéis allá por el 3 de julio de 2006 a eso de las 15 horas, un convoy de la línea 1 de metro-valencia, descarriló a la entrada de la Estación de Jesús. Segando la vida de 43 personas y dejando mal heridas a otras 47.
Mientras todo esto ocurría Canal 9, la televisión pública valenciana informaba sobre la cantidad de metros de tela que el Ayuntamiento de Valencia había regalado a las comunidades de vecinos para engalanar las calles y avenidas por donde pasaría la caravana del Papa que visitaría Valencia una semana después. Visita por cierto que seis años después todavía no sabemos lo que nos ha costado a los valencianos, lo que sabemos es que en torno a este evento hubo algunos teje manejes un tanto oscuros, (pero esta es otra historia).
Edificios engalanados en Valencia
Tras el accidente noventa familias quedaron destrozadas, pero su vía crucis no hacía nada más que empezar, después tuvieron que soportar un funeral oficial sin ellos mismos, un monolito lejos de la Estación que más parece un “pipican” que un elemento de homenaje y recuerdo.
Una Comisión de Investigación que más pareció un circo que otra cosa, donde el partido político que gestionaba la empresa investigada (Ferrocarriles de la Generalitat), impuso con su mayoría absoluta sus conclusiones, declarando que el accidente fue inevitable e impredecible. Pese a que una Auditoria practicada en el propio año 2006, había dicho que el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y demás normativa aplicable era INSUFICIENTE.
O que la justicia estableciera la teoría de que la existencia de una baliza que hubiera tenido por función controlar la velocidad, habría impedido el accidente.
Pero además las víctimas del metro, han tenido que sufrir el boicot por parte del Ayuntamiento a conmemorar los aniversarios en la plaza de la Virgen aludiendo a que molestaban a los turistas y a la celebración de homilías en la Basílica.
El desprecio, el desplante y el nunca recibimiento del Presidente Camps.
El cambio de nombre de la Estación de Jesús con la única finalidad de borrar la memoria, etc…
A día de hoy, 66 meses después de aquel nefasto 3 de julio, las víctimas del metro siguen esperando respuestas y miles de valencianos que les admiramos y nos solidarizamos con su dolor también.
Espero que estos representantes políticos tan maravillosos que gobiernan las instituciones valencianas, nunca tenga que pasar por un calvario tal como el que están pasando las víctimas del metro, que nunca sus dirigentes políticos y gobernantes los maltraten y desprecien en su dolor. Es decir que nunca les hagan lo que ellos están haciendo.
3 comentarios:
He leído los seguimientos que has dedicado cada tanto al tema desde tu blog. Suele ocurrir que ciertas cosas queden en lo local y no se sepan fuera de cada comunidad, lo cual es una pena. Porque en cierto detalles está la grandeza del horror. Lo de que Camps no los recibió, lo del monolito pipican, en fin, son cosas que hablan por sí solas. Pero ellos, las víctimas, son la voz de la dignidad. Y como siempre la dignidad necesita de altavoces. Un abrazo.
Oscar, honrosa iniciativa la tuya de dedicar la primera entrada a estas personas que tanto han sufrido no sólo por la pérdida de familiares si no también por la incompresión de las autoridades municipales y autonómicas valencianas y del PP.
Lo de Camps y su desprecio a estas personas, ya lo hemos comentado en alguna ocasión, yo no se como acabará con el asunto de los trajes y luego con los desvios de fondos de Gurtell, y ahora con lo del caso Urdangarin y tantos asuntos vomitivos y oscuros como hay por ahí, pero un presidente que se ha comportado de la manera en que lo ha hecho él y su gobierno, con la colaboración de la alcaldesa de Valencia, es merecedor cuanto menos del mismo desprecio que él ha sembrado.
Sólo confio en que su carrera política haya terminado por el bien de los valencianos.
En cuanto al actual presidente, Alberto Fabra, empezó con algunos buenos gestos, pero de momento se han quedado en eso, sólamente gestos pero vacíos.
Un abrazo y feliz año
"A día de hoy, 66 meses después de aquel nefasto 3 de julio, las víctimas del metro siguen esperando respuestas y miles de valencianos que les admiramos y nos solidarizamos con su dolor también".
Quiero que sepas que muchos que no somos valencianos, también nos solidarizamos con los afectados, y pedimos que se haga justicia, ya.
Que tengas un gran año.
Abrazo. Jabo
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