Hace unos días el Cardenal y Presidente de la Conferencia episcopal española Rouco Varela, hablaba en relación a los represaliados por el franquismo aludiendo a que los familiares de éstos deben aplicar el olvido, para así llegar a una conciliación.
Yo considero que esta conciliación ya ha sido llevada a cabo; España es un país democrático, y en los años de la transición, no hubo revancha contra todo aquel que había vulnerado los derechos humanos de los españoles, se miró hacia el futuro. A día de hoy la democracia española está consolidada y no existen esos peligros que algunos alarmistas plantean.
Pero el hecho de dignificar los enterramientos de las personas asesinadas por el régimen franquista, no supone la apertura de las heridas, sino la dignificación de estas personas y de sus familiares, más si cabe supone la sutura de aquella España que nunca más devemos de volver. Todos tenemos derecho a llevar flores a nuestros muertos a un lugar digno, y a limpiar su honor e imagen.
Pero es curioso que este señor (Rouco Varela) hable del olvido cuando el practica lo contrario; hace unos meses promovió la beatificación de centenas de mártires víctimas de la guerra civil, y de igual manera en breve gracias a los terrenos dados por el Ayuntamiento de Valencia, inaugurarán en esta ciudad la Iglesia de los Santos Mártires del 36. Respeto todo ello, pero según sus teorías, ¿esto es olvidar, esto abre heridas, las cierra tal vez? No lo tengo muy claro; de todas formas este señor siempre opina de cosas que no sabe… habla de la familia, ¿es que está casado, tiene hijos? Si no tiene experiencia del tema. Cada vez tengo más claro, que las creencias de las personas (quien las tenga) van en una dirección y las directrices de esta institución arcaica y retrógrada por otro.
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