Hay un refrán español que dice que “es de bien nacidos ser agradecidos” así pues yo creo que también los pueblos deben de agradecer a las personas que llevan a cabo una actividad altruista en pos de dar a conocer la historia, los rincones y parajes, las peculiaridades, las singularidades, las rarezas etc.… de todos los elementos que conforman nuestro querido Rincón de Ademuz.
También es cierto que muchas veces se da la circunstancia de que nadie es profeta en su tierra, o que a veces la proximidad con esa persona puede parecerte que su trabajo está menos legitimado o profesionalizado; craso error éste.
En el municipio de Torrebaja, tenemos dos ilustres personajes, que de forma continua se dedican al estudio de nuestra comarca y que han hecho decenas de trabajos incardinados al conocimiento real de nuestros pueblos y aldeas, pues es bien cierto que lo que somos hoy es el fruto nacido de la historia pasada. Y por ello es necesario conocerla bien, para entender el por qué del hoy.
El primero de estas personalidades es Ricardo Fombuena Vidal, que aunque nació en la capital condal, por vínculos maritales se convirtió en hijo de Torrebaja. En la legislatura municipal 1991-1995, siendo alcalde Alfredo Sánchez Garzón, al que a continuación me referiré, se le hizo Hijo Adoptivo del municipio.
Desde pequeño, a mí me ha encantado la historia y aunque mis estudios universitarios han ido por otros derroteros, me sigo considerando un amante de dicha disciplina, y por ello siempre me ha gustado saber y conocer el pasado de mi tierra. Así pues el primer libro que leí sobre Torrebaja, me lo compré en plena adolescencia en el bar de Emilio, y no era otro sino “Torrebaja en el Rincón de Ademuz” (1997); éste fue mi primer contacto con el autor Ricardo Fombuena, posteriormente tuve la oportunidad de conocerlo personalmente en la Feria de Otoño en Casas Bajas, donde aproveché para adquirir los ejemplares de “Guadalturia” (1993) y “Pinceladas por la Sierra de Albarracín” (1980); éste último me llevó a realizar distintas excursiones por los tramos del río Ebrón, que en su libro tan bellos describe. En 2002 publica un libro de poesías con título “Una gota por el Turia”.
Además de éstos y otros grandes trabajos, también ha llevado a cabo decenas de artículos en medios escritos dando a conocer las peculiaridades de nuestra comarca.
Pero en Torrebaja, contamos con otro erudito local; me estoy refiriendo a Alfredo Sánchez Garzón. Hablar de Alfredo me resulta fácil, no solamente por ser una bellísima persona y buen amigo, sino por el enorme trabajo continuo que hace en dirección de dar a conocer todos los aspectos y elementos que conforman el rincón de Ademuz. En diciembre de 2004 los municipios que componen nuestra comarca decidieron sabiamente nombrarlo Cronista Oficial del Rincón de Ademuz; aunque antes ya de este nombramiento, había creado varias obras literarias sobre nuestra comarca.
El primer libro que llega a mis manos del mencionado autor, es en Agosto del 2000, cuyo título es “Desde el Rincón de Ademuz”, luego llegaron “La Villa del Cuervo y su parroquial” (2000), “El Convento de San Guillermo de Castielfabid” (2001), “La Encomienda de Montesa en el Rincón de Ademuz” (2002) y en la reciente primavera de 2007, ha publicado “Del Paisaje, alma del Rincón de Ademuz”.
Todos estos ejemplares son unas verdaderas enciclopedias en cuanto a la información de toda clase que en ellos encuentras. Hay información bien documentada sobre eventos, fiestas, personajes, edificios, historias, leyendas, paisajes… y cualquier tema que se te ocurra.
A parte de todo la anterior ha participado y sigue haciéndolo en diversos medios de prensa escrita contando y narrando, todo sobre nuestra tierra.
Cuando voy a casa de Alfredo, nunca lo pillo durmiendo o mirando la televisión; siempre está estudiando rodeado de libros, escritos, textos, manuscritos etc.… y de seguida iniciamos una conversación sobre lo que está haciendo, es una de esas personas sabias, que en cuanto te acercas a él te está transmitiendo conocimientos y sabiduría; y sobretodo cuando lo escucho hablar de cualquier tema relacionado con el Rincón, lo que observo es con la pasión y amor que lo hace hacia esta tierra.
Con todo lo anterior descrito, llevo varias intencionalidades:
· La primera intención, es dar publicidad y conocimiento a la obra de estos autores, porque además de ser unos magníficos ejemplares, hay que destacar que ellos no lo hacen por vivir, Ricardo Fombuena ya es una persona jubilada y Alfredo Sánchez ejerce de médico. Todo este inmenso trabajo lo hacen por amor al estudio y a su tierra. Quitando multitud de horas de sus familias, amigos, tiempo libre, etc. La realización de estos trabajos estoy seguro de que no les reporta beneficios económicos sino todo lo contrario si contamos las horas de dedicación, los costes de maquetación, imprenta, distribución, etc.
· Mi segunda intención es pedir a los Ayuntamiento del Rincón de Ademuz, y a la Excelentísima Diputación de Valencia que apoyen y ayuden de alguna manera a este tipo de trabajos, bien a través de subvenciones, o con la adquisición masiva de ejemplares; ya que como he dicho antes, además de complejos de realizar no conllevan beneficio económico.
· Y por último, otra intencionalidad es que desde el Ayuntamiento de Torrebaja, se les pudiese realizar alguna clase de homenaje, bien con la nomenclatura de una calle, una placa, un nombramiento de Hijo Ilustre etc.
Sirva este artículo de prehomenaje, a lo que espero que pronto sea un apoyo masivo de las Instituciones, y pedir a Ricardo y a Alfredo a que sigan deleitándonos con tan fantásticos trabajos.
También es cierto que muchas veces se da la circunstancia de que nadie es profeta en su tierra, o que a veces la proximidad con esa persona puede parecerte que su trabajo está menos legitimado o profesionalizado; craso error éste.
En el municipio de Torrebaja, tenemos dos ilustres personajes, que de forma continua se dedican al estudio de nuestra comarca y que han hecho decenas de trabajos incardinados al conocimiento real de nuestros pueblos y aldeas, pues es bien cierto que lo que somos hoy es el fruto nacido de la historia pasada. Y por ello es necesario conocerla bien, para entender el por qué del hoy.
El primero de estas personalidades es Ricardo Fombuena Vidal, que aunque nació en la capital condal, por vínculos maritales se convirtió en hijo de Torrebaja. En la legislatura municipal 1991-1995, siendo alcalde Alfredo Sánchez Garzón, al que a continuación me referiré, se le hizo Hijo Adoptivo del municipio.
Desde pequeño, a mí me ha encantado la historia y aunque mis estudios universitarios han ido por otros derroteros, me sigo considerando un amante de dicha disciplina, y por ello siempre me ha gustado saber y conocer el pasado de mi tierra. Así pues el primer libro que leí sobre Torrebaja, me lo compré en plena adolescencia en el bar de Emilio, y no era otro sino “Torrebaja en el Rincón de Ademuz” (1997); éste fue mi primer contacto con el autor Ricardo Fombuena, posteriormente tuve la oportunidad de conocerlo personalmente en la Feria de Otoño en Casas Bajas, donde aproveché para adquirir los ejemplares de “Guadalturia” (1993) y “Pinceladas por la Sierra de Albarracín” (1980); éste último me llevó a realizar distintas excursiones por los tramos del río Ebrón, que en su libro tan bellos describe. En 2002 publica un libro de poesías con título “Una gota por el Turia”.
Además de éstos y otros grandes trabajos, también ha llevado a cabo decenas de artículos en medios escritos dando a conocer las peculiaridades de nuestra comarca.
Pero en Torrebaja, contamos con otro erudito local; me estoy refiriendo a Alfredo Sánchez Garzón. Hablar de Alfredo me resulta fácil, no solamente por ser una bellísima persona y buen amigo, sino por el enorme trabajo continuo que hace en dirección de dar a conocer todos los aspectos y elementos que conforman el rincón de Ademuz. En diciembre de 2004 los municipios que componen nuestra comarca decidieron sabiamente nombrarlo Cronista Oficial del Rincón de Ademuz; aunque antes ya de este nombramiento, había creado varias obras literarias sobre nuestra comarca.
El primer libro que llega a mis manos del mencionado autor, es en Agosto del 2000, cuyo título es “Desde el Rincón de Ademuz”, luego llegaron “La Villa del Cuervo y su parroquial” (2000), “El Convento de San Guillermo de Castielfabid” (2001), “La Encomienda de Montesa en el Rincón de Ademuz” (2002) y en la reciente primavera de 2007, ha publicado “Del Paisaje, alma del Rincón de Ademuz”.
Todos estos ejemplares son unas verdaderas enciclopedias en cuanto a la información de toda clase que en ellos encuentras. Hay información bien documentada sobre eventos, fiestas, personajes, edificios, historias, leyendas, paisajes… y cualquier tema que se te ocurra.
A parte de todo la anterior ha participado y sigue haciéndolo en diversos medios de prensa escrita contando y narrando, todo sobre nuestra tierra.
Cuando voy a casa de Alfredo, nunca lo pillo durmiendo o mirando la televisión; siempre está estudiando rodeado de libros, escritos, textos, manuscritos etc.… y de seguida iniciamos una conversación sobre lo que está haciendo, es una de esas personas sabias, que en cuanto te acercas a él te está transmitiendo conocimientos y sabiduría; y sobretodo cuando lo escucho hablar de cualquier tema relacionado con el Rincón, lo que observo es con la pasión y amor que lo hace hacia esta tierra.
Con todo lo anterior descrito, llevo varias intencionalidades:
· La primera intención, es dar publicidad y conocimiento a la obra de estos autores, porque además de ser unos magníficos ejemplares, hay que destacar que ellos no lo hacen por vivir, Ricardo Fombuena ya es una persona jubilada y Alfredo Sánchez ejerce de médico. Todo este inmenso trabajo lo hacen por amor al estudio y a su tierra. Quitando multitud de horas de sus familias, amigos, tiempo libre, etc. La realización de estos trabajos estoy seguro de que no les reporta beneficios económicos sino todo lo contrario si contamos las horas de dedicación, los costes de maquetación, imprenta, distribución, etc.
· Mi segunda intención es pedir a los Ayuntamiento del Rincón de Ademuz, y a la Excelentísima Diputación de Valencia que apoyen y ayuden de alguna manera a este tipo de trabajos, bien a través de subvenciones, o con la adquisición masiva de ejemplares; ya que como he dicho antes, además de complejos de realizar no conllevan beneficio económico.
· Y por último, otra intencionalidad es que desde el Ayuntamiento de Torrebaja, se les pudiese realizar alguna clase de homenaje, bien con la nomenclatura de una calle, una placa, un nombramiento de Hijo Ilustre etc.
Sirva este artículo de prehomenaje, a lo que espero que pronto sea un apoyo masivo de las Instituciones, y pedir a Ricardo y a Alfredo a que sigan deleitándonos con tan fantásticos trabajos.
7 comentarios:
La labor que está haciedo Alfredo Sánchez en Torrebaja es encomiable, pese al desprecio de los caciques locales incluido su alcalde y corporación que no acudieron ni a la presentación del mismo el pasado verano.
De todos los que iban en las listas al Ayuntamiento sólo te vi a tí oscar.
Me parece magnífico que defiendas y valores la labor de Alfredo.
Das pena Oscar, pena , penita pena.....
Hola anónimo, soy partidario de dejar todos los comentarios, sean en la dirección que sean, pero nunca los insultos y menos escondidos detrás del cobarde anonimato.
Si algo no te gusta pues argumentalo en contra pero no insultes con temas de ignoracia, pena etc... Yo por lo menos doy la cara.
Vaya óscar que bien lo debes de hacer para que los cobardes anónimos se piquen tanto jejeje.
Muy bien tío.
Alfredo hace una gran labor por Torrebaja.
A los que se esconden detras del anonimato para insultar no hay que prestarles ni un segundo del tiempo de nadie, como el que se oculta la cara con un pasamontaña para atentar no se merecen ni una letra de atención porque en eso se basan en su impotencia para dar la cara.
Animo, la labor de una persona por un espacio tan bonito como es el Rincón mereceria la pena que tuviera mucho más apoyo y repercusión.
De todas las formas la labor bien realizada siempre queda y al final tarde o temprano alguien con poder descubrira esa labor y trabajo.
Un precioso y sentido homenaje a una gente que hace una gran labor y a un lugar precioso que merece mayor atención. Ánimo Oscar, que los anónimos ni son ni representan a nadie.
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