Escarcha en Molina dic. 2013
Tal vez por ser natural de uno de los pueblos más fríos del
país, y por ende tener a gala tal consideración, desde siempre he sido
aficionado a leer sobre meteorología, clima, temperaturas, precipitaciones,
etc…; y así y de pura casualidad, fui a “caer” en un estupendo blog, del que
nada más conocer ya me hice fan.
Se trata de la bitácora “http://www.estrellasyborrascas.com/”del estupendo Vicente Aupí; de la cual ya os he hablado en alguna
ocasión. (http://blogdeoscarpardodelasalud.blogspot.com.es/2012/12/la-siberia-espanola-y-sus-estudiosos.html)
Cencellada
Aupí, es natural de Valencia, pero con sus raíces maternas en
el turolense pueblo de Torremocha del Jiloca; periodista de profesión siempre
ha sido un enamorado de la meteorología y de la astronomía; el hecho de que
cayesen en sus manos obras de importantes autores sobre meteorología como
Inocencio Font Tullot, Eduardo Fontseré y José Jaime Capel, le llevaron a la
convicción de montar un observatorio meteorológico en el mencionado Torremocha
del Jiloca, en mitad del valle del río Jiloca, entre las sierras de Palomera y
de los Montes Universales.
Así que allá por el año 1985, pidió un terreno al
Ayuntamiento de Torremocha para tal menester; terreno que el ayuntamiento cedió
con cierta facilidad a aproximadamente un kilómetro del casco urbano en
dirección al cauce del humilde Jiloca.
Vicente Aupí
Me cuenta Aupí que se gastó en aquel entonces la friolera de
3000 euros (500.000 pesetas de la época); montando un observatorio idéntico a
los oficiales, con todo el instrumental, aparataje y cachivaches varios para
garantizar una eficaz y fidedigna medición climática; funcionando desde
entonces hasta ahora.
Ya unos años antes hacia el 1982; había comenzado a montar un
observatorio astronómico, ya que la ubicación de Torremocha del Jiloca, en
mitad de un inmenso valle, a mucha altura y alejado de las grandes urbes
generadoras de contaminación atmosférica y lumínica, lo convertían en un lugar
ideal para la observación del cielo.
Molina de Áragón, la luna y venus diciembre 2013
Desde entonces hasta ahora, mucho ha sido lo que Aupí ha
estudiado, investigado y aprendido, siendo sus fotografías y libros un
referente en el mundo de la astronomía y la climatología a nivel de todo el
país; allá por el año 2001 publicó “Los grandes enigmas del cosmos”, en 2003 “Guía
para exploradores del cielo”, en 2004 “Guía del clima en España”, en 2006 “Fotografiar
el cielo” y en 2007 “Atlas del firmamento, de la Osa Mayor a las nubes de
Magallanes”; además de cientos de artículos para prensa y revistas
especializadas.
Ermita Virgen dela Hoz (Molina)
Con todo lo anterior podéis comprobar que el autodidacta
Aupí, es un sabio de todas estas materias; eso unido a su sencillez y
humanidad, hace que departir y charlar
con él se convierta en todo un placer.
Habíamos hablado a través de email y por teléfono en varias
ocasiones, pero hace unos días quedamos en la ciudad de Teruel, para conocernos
en persona y de paso conocer de su mano su nueva obra literaria; un magnífico
libro científico titulado: “El triángulo de hielo; Teruel-Calamocha-Molina de
Aragón”.
Un libro en el que además de impresionantes fotografías sobre
el “polo del frío español”; reúne crónicas históricas desde el siglo XIX,
testimonio de sus pobladores y en concreto de los observadores que han sido
testigos de excepción de los grandes acontecimientos atmosféricos de los
últimos tiempos, con los registros de -30 y -28 grados centígrados en Calamocha y en
Molina de Aragón, constituyendo récords de frío oficiales en zonas habitadas.
Carretera N211 Pozuel del Campo, enero 2009
Al preguntarle por el pueblo más frío de España, Aupí me dice
sin tener duda alguna que aunque la temperatura récord registrada fue en
Calamocha, bueno realmente el observatorio estaba en el término de Fuentes
Claras, (ambos en la provincia de Teruel), en diciembre de 1963 con -30 grados
centígrados, Molina de Aragón (Guadalajara), por media anual e histórico es sin
lugar a dudas el lugar habitado más frío del país, registrando también
temperaturas extremas como los -28 en el enero de 1952.
Atardece en Molina dic 2013
Aunque también me dice que uno de los observadores de Molina
le aseguraba que en las inmediaciones al pueblo y en los términos de Ventosa,
Anquela del Pedregal o Piqueras, las temperaturas podían ser aún más extremas
si cabe.
Molina de Aragón
Con respecto al observatorio de Molina de Aragón, cuenta Aupí
en su libro que necesitaría ser cambiado de ubicación, pues lleva en el mismo
sitio desde su instalación allá por la década de los años 40 del pasado siglo
XX; pero que el desarrollo del pueblo hacia el este, han conllevado a que el
observatorio se encuentre ya muy céntrico, rodeado de calles, viviendas, etc… y
por tanto afectado por ese elemento que se denomina “isla de calor”, suavizando
en cierta manera el registro de sus temperaturas y por tanto marcando menos
frío del que realmente hace…
Cuando estás con Vicente Aupí, descubres de inmediato que te
encuentras con una persona buena y sabia, por lo que alguien tan curioso como
yo aprovecha para aprender mucho, y le pregunto sobre muchas cosas, desde cuál
es su percepción sobre el panorámico político, a la preocupante despoblación
del mundo rural, etc…; él por circunstancias personales y tristes avatares de
la vida, decidió dejar la cálida Valencia, para vivir en el tranquilo
Torremocha del Jiloca, contándome los felices que son allí su hijo y él; y de
ahí comenzamos a hablar sobre la calidad de vida de los pueblos, y me expone su
esperanza de que por la crisis económica, y la superpoblación de las grandes
urbes y en concreto de la costa mediterránea la provincia de Teruel vuelva a
recuperar población; ojalá así sea…
Día de hielo y nieve en Molina de Aragón
La cuestión es que estimados/as
amigos/as que seguís este cajón-desastre blog, indicar que conocer a Vicente
Aupí en persona ha sido todo un placer, que me gusta mucho encontrarme con “Quijotes”
del siglo XXI, que entusiasmados por la ciencia, el estudio y la divulgación,
dedican gran parte de su tiempo y por ende de su vida a mejorar la experiencia
y el conocimiento de la humanidad…; porque además os he decir que la mayor
parte de todo esto lo hace de manera altruista.
Y que obras como el libro que en estos días se está
presentando, suponen todo un revulsivo para muchos aficionados a la
meteorología, así como un motivo de orgullo y distinción para los pobladores de
estas hermosas tierras del interior peninsular.
En breve os volveré a contar sobre este gran tipo que es Vicente Aupí, pues en cuanto podamos acoplar
agendas iré a conocer su observatorio.
Y por último recomendaros la adquisición de esta magnífica
obra científica; siendo su sistema de adquisición y pedido a través de la
siguiente página: http://www.verdeteruel.es/libros/
Sierra de Caldereros (Señorío de Molina)
Yo ya llevo dos días disfrutando de su lectura.
Ya me contaréis.