De nuevo pasamos
un día 3 de mes y de nuevo los integrantes de la Asociación Víctimas del metro
3 de julio, se han concentrado junto a la puerta de los Apóstoles de la
Catedral de Valencia, para reclamar justicia, responsabilidad, decencia, verdad…
conceptos y términos que desde hace muchos años desaparecieron de las instituciones
valencianas.
Mucho se ha
hablado del continuo mal hacer que se llevado a cabo con respecto al accidente
del metro del 3 de julio de 2006, que arrebató la vida a cuarenta y tres
personas y dejó mal heridas a otras cuarenta y siete.
Desde las del
propio Arzobispo del momento el homófobo Agustín García-Gascó, el cual en 2007
no quiso oficiar la misa aniversario del accidente, y en 2008 hacía misas
paralelas para contraprogramar y así evitar las posibles críticas a los
gobernantes…
Críticas más que
merecidas, ya que Camps pese a decir que las llevaba en el corazón, nunca fue capaz
de recibir a la Asociación.
Pero antes había
sido lo de la pantomima de Comisión de investigación en las Cortes Valencianas;
luego el monolito “pipican” escondido y a medio kilómetro de donde ocurrió el
accidente, el cambio de nombre de la estación del metro, paro así de paso
borrar la memoria.
Monolito |
Los problemas que
ponía Barberá a la celebración de las concentraciones bajo el argumento que
molestaban a las homilías de la Basílica.
Y así una tras
otra, donde nuestros gobernantes, han dado ejemplo de su falta de escrúpulos,
capacidad, y humanidad…
Recuerdo el día en
que sucedió el fatídico accidente; estaba con mi amigo y compañero de fatigas Toni Plá en la Asociación de vecinos de Patraix.
Era un lunes muy caluroso y a eso de las 13:20 o por ahí el policía de barrio como hace de forma habitual, pasó a saludar por la sede la Asociación; estando allí con nosotros tuvo un aviso por el “walkie talkie”, con cara un poco de circunstancia nos dice: “me comunican que ha pasado algo en la Estación de Jesús, (…) un descarrilamiento de un convoy o algo así…” ; pero al momento vuelven a comunicar con él; se separa de nosotros y al instante regresa hacia nosotros pálido y con cara de preocupación: “¡¡me dicen que hay muertos…!!”
Era un lunes muy caluroso y a eso de las 13:20 o por ahí el policía de barrio como hace de forma habitual, pasó a saludar por la sede la Asociación; estando allí con nosotros tuvo un aviso por el “walkie talkie”, con cara un poco de circunstancia nos dice: “me comunican que ha pasado algo en la Estación de Jesús, (…) un descarrilamiento de un convoy o algo así…” ; pero al momento vuelven a comunicar con él; se separa de nosotros y al instante regresa hacia nosotros pálido y con cara de preocupación: “¡¡me dicen que hay muertos…!!”
Toni como
enfermero y en previsión de que algo
gordo podía estar pasando se marchó al Hospital General al servicio de
Urgencias, donde trabaja.
Yo me fui hacia
casa a llamar a la familia y amigos que de forma habitual cogían el metro, tras
comprobar que nadie de ellos viajaba en ese convoy, me acerqué con la bici
hasta la estación de metro… allí había decenas de personal del samur, médicos,
policía, bomberos, reporteros, etc.. todos ellos trabajando de forma impecable.
Mavi González (Concejala de Izquierda Unida) estaba allí, y al verme me dijo que me fuese para casa que algo muy gordo había ocurrido allí, y que desde luego no era nada agradable de ver.
Mavi González (Concejala de Izquierda Unida) estaba allí, y al verme me dijo que me fuese para casa que algo muy gordo había ocurrido allí, y que desde luego no era nada agradable de ver.
Llegué a casa un poco superado por lo que estaba sucediendo
a apenas unas manzanas de mi casa; la Cadena Ser en la radio y Telecinco en
televisión hacían interrupciones continuas para informar de las noticias que se
iban conociendo con respecto al accidente.
Mi asombro e indignación
vino cuando intenté saber algo a través de las noticias de la televisión
pública valenciana, Canal 9.
Sólo informaban de
las flores que se habían colocado en las rotondas y de los metros de tela para
banderas que se estaban colocando en farolas, semáforos y mobiliario para
recibir al Papa Benedicto XVI, que vendría a Valencia diez días después.
Esa es y ha sido
la tónica general de la Televisión pública valenciana desde la arribada a las
instituciones de un tal Eduardo Zaplana, que siguió José Luis Olivas, Francisco
Camps y ahora Alberto Fabra…; y ese es el ejemplo de buena gestión y de
humanidad que como os decía al principio
han ido desarrollando todos estos
dirigentes.
Ojalá que estos
nefastos, incapaces y malvados dirigentes nunca tengan que pasar por el trance,
dolor y desprecio al que han sometido a las víctimas del metro.
Acabo este post
como siempre y como no podía ser de otra manera, dando las gracias a las buenas
gentes de la Asociación de Víctimas del metro, por su ejemplo de ser y de vivir
que nos dan todos los días.