He querido que pasaran unos días para comentar el tan esperado debate entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy.
He de decir que en términos generales, me gustó, se me hizo ameno y pese a la forma encorsetada que los partidos habían pactado, al final los propios candidatos lograron hacerlo más vivo y dinámico.
Al respecto hay muchas cosas que decir; la primera de ellas es que es el quinto debate de los representantes de los partidos mayoritarios en nuestra democracia, por lo que parece que por fin se va asentar como tradición democrática y normal la realización de estos encuentros.
La segunda, es que estos debates sólo se han hecho cuando ha estado en el Gobierno de la nación el Partido Socialista. Los dos primeros entre Felipe González y José María Aznar fueron cuando el primero todavía era Presidente del Gobierno, posteriormente en el 2008 se hicieron otros dos siendo Rodríguez Zapatero Presidente, y este último debate siendo todavía el inquilino de la Moncloa Rodríguez Zapatero.
El debate ha sido ciertamente caro, se habla de casi medio millón de euros, la cuestión es que el Partido Popular vetó a que fuera Televisión Española la que lo organizase y lo llevase a cabo bajo el argumento de la manipulación de la televisión pública, por lo que el debate lo tuvo que organizar la Academia de la Televisión, encareciéndose el mismo de forma importante.
Y por fin llega el debate, a la entrada observé a los candidatos bastante nerviosos, lo que por otro lado es totalmente normal.
Y a eso de las 22 horas comienza el debate; me había preparado varios folios y bolígrafo para anotar las propuestas que cada uno hacía, así como para anotar los errores.
En la página dedicada a Pérez Rubalcaba, completé medio plana con las propuestas en materia de creación de empleo, medidas fiscales, reducción de gasto público, etc. que hizo a lo largo del debate; la verdad es que muchas propuestas no hizo; pero es que la página que había reservado para las propuestas de Mariano Rajoy se me quedó expedita; a lo largo y ancho del debate mucha filosofía y retórica pero propuestas y soluciones encima de la mesa ni una.
En estos encuentros es complicado saber quien ganó o perdió el debate, la mayoría de encuestas dieron ganador a Rajoy, así que puede que sea el único español que vio ganador a Pérez Rubalcaba por las siguientes cuestiones: sobre Pérez Rubalcaba recae la responsabilidad y el desgaste político del Gobierno Socialista en estos años de crisis económica, por lo que su postura de inicio era mucho más complicada.
Pero además de hacer propuestas, supo atacar a Rajoy hablándole de la calculada ambigüedad con la que está elaborado el programa del Partido Popular, y demostrando de paso varias cosas, que Rajoy no tenía soluciones, que no sabía de qué le hablaba y de que además no se había leído ni su programa, ahondando en esa idea generalizada que se cuenta por los mentideros políticos de que Rajoy es una persona bastante vaga y perezosa.
Rajoy estuvo hábil cuando le arguyó eso de “y por qué no lo ha hecho mientras usted estaba en el Gobierno” argumento difícil de contraatacar; pero falló cuando se las quiso dar de hombre que se recorre el país y que conoce sus pueblos y comarcas, y enumeró varias poblaciones de la provincia de Sevilla, como si éstas estuvieran en Cádiz, por lo que su estrategia de “sabiondo” se tornó en un gran ridículo; que ha provocado decenas de chistes y chascarrillos.
Luego Rajoy titubeo, y en varias ocasiones se dirigió a su contrincante como “Sr. Rodríguez… Pérez Rubalcaba”.
Pero el mayor error de Rajoy, y sobre todo aplicando las reglas mínimas de translación de la comunicación y del mensaje fue que en sus últimos tres minutos para dirigirse a la población, se limitase a leer una ficha escrita; a mi entender casi era preferible la ridícula historia de la “niña”.
Sin embargo Pérez Rubalcaba se dirigió a la cámara, y si mirar ni un papel mostraba de forma clara y nítida lo que quería proponer a los ciudadanos, a mi me dio la impresión como se decía antaño de Manuel Fraga con eso de que tenía el Estado en la cabeza, de que Pérez Rubalcaba tiene muy claro hacia donde hay que ir para salir de la crisis, y llevar el país adelante si desmoronar el Estado de bienestar, al menos esa fue la impresión que me dio a mi.
En otro post os hablaré del otro debate vivido en las redes sociales, y el tramposo “trend topic del “rajoygana”.