De igual manera hay responsables políticos que toman a la ciudadanía como pobres ignorantes, a los que es fácil engañar; en relación a esto último hay que comentar lo que conservadora Alcaldesa de Valencia Rita Barberá, argumentaba hace unos días: “por culpa de Zapatero, no voy a invertir en los barrios”; en mi barrio Patraix, ya estamos acostumbrados a que no invierta, de hecho lleva más de un lustro donde los Presupuestos para nuestro Distrito rozan el cero y medio.
Pero es indignante que esta mujer intente engañar a los valencianos con unos argumentos pueriles e incluso inmorales; el tan denostado Plan E, ha supuesto una inversión en los barrios de Valencia por parte del Gobierno de España de más de 230 millones de euros (más de 38.000 millones de pesetas); lo que ha supuesto infinidad de pequeñas, medianas y grandes obras, en todos los barrios, distritos y pedanías de la ciudad de Valencia, siendo una inversión histórica, esto sumado a la mejora de los accesos de V 21, la A 3, el tercer carril de la V 30 y la arribada del AVE, con la construcción del Parque Central y la nueva Estación de Trenes, hacen de esta legislatura, la que mayores inversiones por parte de la Administración Central del Estado, está recibiendo la ciudad de Valencia; por desgracia para Barberá, las obras están ahí y no se pueden ni tapar ni disimular.
Pero también choca un poco a la inteligencia, que Barberá sea tan beligerante contra el Gobierno de España, y no lo sea para nada con el Presidente de la Generalitat Francisco Camps que debe miles de millones de euros a la ciudad de Valencia, por no hablar del plan “fantasma” Confianza, que iba a ser una réplica del tan criticado Plan E.
Volviendo al sentido común y a la sensatez, hay que decir que Rita Barberá no va a invertir en los barrios (tampoco lo hacía antes), porque su gestión económica al frente del Consistorio ha sido gastar a manos llenas con pólvora de Rey, en fastos y obras, que ni han traído prosperidad, ni puestos de trabajo, ni han mejorado la calidad de vida en los barrios de la capital del Turia.
Con ese creer en la ignorancia de la ciudadanía nos hacían entender que atábamos los perros con longanizas, ahora observamos que los perros son flacos, y que no eran gigantes sino molinos.
Pero estimados lectores no os creáis que esto termina aquí, seguirán creyendo que los ciudadanos somos tontos, y seguiremos escuchando argumentos que son un verdadero ataque a la cordura, al sentido común y a la razón.