Pues bien, estos días con las temperaturas extremas, y en parte como consecuencia del cambio climático que nos trae cada vez mayores sequías, medio país se nos está quemando.
La mayoría de los incendios por negligencias (chispa de una cosechadores), o lo que es peor de forma intencionada.
Los seguidores de este blog, y los que me conocéis, sabéis que provengo, de una de las zonas más agrestes y bellas de la España interior, como es el Señorío de Molina pues bien; en el año 2005, en aquellas tierras también vivimos lo que es un terrible incendio forestal… todo empezó por un descuido, más bien una grave imprudencia, un día de 40 grados, y con viento extremo, unos individuos hicieron una barbacoa en el suelo, junto a un trigo recién segado… la consecuencia fueron 11 muertos y 13.000 hectáreas de parajes idílicos calcinados. Se ha acabado el pastoreo, la actividad apícola, la recogida de resina, la corta de leña, la búsqueda de hongos y setas… un paisaje lunar. Y 11 guadalajareños que nunca más veremos.
Estuve de voluntario, y era increíble la voracidad de fuego; recuerdo cuando los agentes forestales decían. “en una hora el fuego llegará aquí…” yo pensaba, joer este sitio también va a desaparecer y no podemos hacer nada… medios técnico y humanos, grandes profesionales y muchas ganas por atajar aquello habían, lo que ocurre que luchar contra llamas de 40 metros, vientos extremos, muchos grados y una sequía histórica, lo hacían sumo complicado.
Espero que todos nos concienciemos en un país que cada vez tiende más a la desertificación, a la sequía y a las temperaturas extremas, que cuidemos y respetemos al extremo todas nuestras actividades para preservar a la naturaleza, a esos bosques que nos dan tantas y tantas cosas, así como que apoyemos las reforestaciones, las plantaciones, y este tipo de actuaciones.
Hoy hay que recordar más que nunca aquel viejo eslogan TODOS CONTRA EL FUEGO.