Por fortuna tanto los ciudadanos a nivel particular, como las administraciones públicas, se van concienciando poco a poco de lo importante que es la protección del medio ambiente. Así mismo se están aplicando políticas para la reducción del gasto energético y con ello la menor emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
De igual manera es importante en estos momentos de crisis económica, el ahorro energético, ya que nuestro país importa del exterior.
Toda esta introducción la expongo, para mostrar mi satisfacción por las siguientes iniciativas que han tenido las distintas administraciones públicas; y es que debido a varias partidas presupuestarias del Ministerio Industria; muchos municipios españoles están cambiando las bombillas halógenas o incandescentes de sus semáforos, por las de nueva tecnología denominadas led.
De igual manera la ciudad de Valencia, gracias al Plan de Acción local de Zapatero, también está cambiando las bombillas de muchas intersecciones de las grandes avenidas.
Las bombillas led en los semáforos suponen un ahorro energético de casi el 80% (muy importante ello, pensando que los semáforos están encendidos las 24 horas del día, los 365 días del año); esto supone una reducción muy considerable del gasto energético, así como una reducción importante en la emisión de CO2 a la atmósfera.
Además estas nuevas bombillas tienen una duración de unas 100.000 horas, frente a las 8.000 de las viejas bombillas; conlleva de igual manera una mayor visibilidad otorgando así una más adecuada seguridad vial, y hace desaparecer el efecto fantasma por el reflejo del sol sobre los antiguos cristales tintados.
En conclusión; felicito a las administraciones por estas iniciativas, y que son un paso más para el cumplimiento de los firmado en el Tratado de Kioto; y un ejemplo de racionalidad y lógica para la protección de medio ambiente.