Mañana día 4 de noviembre de 2008, se celebran elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Siempre he pensado que para estas elecciones se nos tendría que dejar votar a todo el mundo, puesto que las decisiones que allí se toman nos afectan a todos. Dos ejemplos de esto han sido la invasión de Irak o la crisis financiera norte-americana.
Pero la realidad es distinta, y al Presidente de los Estados Unidos, lo designan los propios estadounidenses; a través de un sistema electoral totalmente distinto al que tenemos en España.
Os cuento a grandes rasgos:
Los estadounidenses están convocados a las elecciones presidenciales, todos los primeros martes del mes de noviembre los años bisiestos y divisibles por 100, cada 4 años.
El partido ganador en el voto popular, manda a sus compromisarios al Colegio electoral, y serán los que realmente elijan al Presidente. El número de compromisarios varía según el Estado, de ahí que se hable de estados clave, son aquellos de mayor población y que por lo tanto conllevan mayor número de compromisarios o electores.
El entramado es el siguiente: existen 538 votos electorales divididos entre los 50 estados y el Distrito de Columbia. Así pues el candidato a Presidente, necesita la mayoría absoluta para alcanzar la presidencia, estos 270 votos. (de los compromisarios o electores).
Tras esta simplificada explicación, quiero deciros que mis preferencias para la victoria, por supuesto que van dirigidas hacia el Partido Demócrata, con Obama como Presidente, y por fin pasar página del que en mi opinión ha sido un desastroso gestor y Presidente, el señor Bush. La victoria aplastante del Sr. Bush en el año 2004, produjo en mí una importante decepción sobre la primera potencia del mundo; no entendía como tantos millones de ciudadanos viesen bien la política que estaba llevando dicho Presidente, y que le apoyasen de manera masiva, hay que recordad, que en esa ocasión fue el Presidente más votado de la historia.
En fin gane uno u otro, lo bueno es que Bush, se va.
Os seguiré contando.
Siempre he pensado que para estas elecciones se nos tendría que dejar votar a todo el mundo, puesto que las decisiones que allí se toman nos afectan a todos. Dos ejemplos de esto han sido la invasión de Irak o la crisis financiera norte-americana.
Pero la realidad es distinta, y al Presidente de los Estados Unidos, lo designan los propios estadounidenses; a través de un sistema electoral totalmente distinto al que tenemos en España.
Os cuento a grandes rasgos:
Los estadounidenses están convocados a las elecciones presidenciales, todos los primeros martes del mes de noviembre los años bisiestos y divisibles por 100, cada 4 años.
El partido ganador en el voto popular, manda a sus compromisarios al Colegio electoral, y serán los que realmente elijan al Presidente. El número de compromisarios varía según el Estado, de ahí que se hable de estados clave, son aquellos de mayor población y que por lo tanto conllevan mayor número de compromisarios o electores.
El entramado es el siguiente: existen 538 votos electorales divididos entre los 50 estados y el Distrito de Columbia. Así pues el candidato a Presidente, necesita la mayoría absoluta para alcanzar la presidencia, estos 270 votos. (de los compromisarios o electores).
Tras esta simplificada explicación, quiero deciros que mis preferencias para la victoria, por supuesto que van dirigidas hacia el Partido Demócrata, con Obama como Presidente, y por fin pasar página del que en mi opinión ha sido un desastroso gestor y Presidente, el señor Bush. La victoria aplastante del Sr. Bush en el año 2004, produjo en mí una importante decepción sobre la primera potencia del mundo; no entendía como tantos millones de ciudadanos viesen bien la política que estaba llevando dicho Presidente, y que le apoyasen de manera masiva, hay que recordad, que en esa ocasión fue el Presidente más votado de la historia.
En fin gane uno u otro, lo bueno es que Bush, se va.
Os seguiré contando.