calle ubicada en el Barrio del Albaicín en Granada
Hace unos días el Ayuntamiento de Valencia, anunció el deseo
de poner nombres a los distintos tramos del jardín del río Turia; nombre
dedicados y avocados a personas ilustres que hayan tenido o tengan relación con
la ciudad de Valencia.
Jardín del río Turia VALENCIA
Y pensando en este tema, recuerdo la de veces que he
comentado la importancia de la nomenclatura de las calles, la de valores e
ideas que se pueden aportar, defender o incentivar con la determinación de uno
u otro nombre.
Y es que el nombramiento de las calles también puede ser sin
lugar a dudas un elemento divulgativo, culturizador y educativo.
Un buen criterio es ese de denominar a las calles, en
relación a lo que históricamente había sido la zona donde se ubican, por ejemplo de ahí derivan muchas denominadas
de Camino Real, en relación a las
primeras carreteras de largo recorrido que unían unos puntos con otros.
Camino Real Madrid-Valencia a su paso por Algemesí
O por ejemplo en la ciudad de Valencia tenemos las calles de
Tres Forques y Tres Cruces, en referencia al o que parece ser que en la Edad
Media era zona de ajusticiamiento y entierro de condenados y “malhechores…”
Me gusta por ejemplo en Molina de Aragón (Guadalajara) que su
calle principal se denomine Paseo de los Adarves, en relación al gran Adarve
que recorría la muralla que circundaba la población medieval, cuando ésta era
la capital de un Señorío independiente.
Adarve alcázar de Molina
En Torrebaja (Valencia), hay una calle que en dirección al
merendero-chiringuito de la Ribera, tiene la nomenclatura de Paseo de la
Diputación…; supongo que será por haber sido ésta la institución que aportó las
dotes económicas para su realización, pero que yo sin lugar a dudas cambiaría
para denominarlo Paseo del Río Ebrón, por encaminar directamente hacia esta
corriente fluvial, siendo el último camino que lo cruza, antes de su
desembocadura en el Turia.
Foto tomada del blog de Alfredo Sánchez Garzón
Por fortuna cada vez son más los nombres que se dedican a
personas que con su trabajo y esfuerzo han mejorado la humanidad, de ahí que me
encanten las calles avocadas a científicos como Miguel Servet, Severo Ochoa, Einstein, etc…
O a ilustres literatos como: Miguel Hernández, García Lorca,
Machado, Cervantes…
Pero también las dedicadas a personas sencillas y anónimas que
en su pueblo han dejado su impronta; como las avocadas a maestros, alcaldes,
sacerdotes, cronistas o incluso pastores… como es el caso del turolense pueblo de Santa Eulalia del Campo, que dedicó una calle a un pastor que a su vez ejercía de curandero muscular y de huesos sin cobrar nada por ello, me refiero a Miguel Hernández Remiro, conocido más popularmente como el "tío Chulilla".
Santa Eulalia del Campo (Teruel)
O también esas que ensalzan valores primordiales de la
humanidad, como la libertad, la alegría, etc…
Alpujarras (Granada)
Curiosa, original y a mi entender de muy buen gusto es el
barrio dedicado en Zaragoza a grandes obras del cine y la literatura.
O qué decir en Madrid del barrio de las letras…
De ahí que no entienda que pudiendo homenajear tanto y tan
buenas cosas, aún queden calles y plazas dedicadas a dictadores, o personajes de la historia reciente que a mi juicio poco
de honorables y honrosos tienen…
Plaza de Tejadillos (Cuenca)
Y todo lo dicho para la nomenclatura de calles, cabe también
para edificios públicos, oficiales, etc…; no me cabe en la cabeza que Burgos
siga dedicándole el nombre de su hospital más importante al sanguinario General
Yagüe; en contraposición tenemos la estación de ferrocarril del Ave de otra
ciudad castellana, en este caso Segovia; la cual se denomina Segovia-Guiomar; Guiomar,
es el nombre que Antonio Machado dio en sus poesía a Pilar de Valderrama, el
amor platónico de sus últimos años de vida, a la que conoció en Segovia mientras
él impartía clases de francés en un instituto…; siendo además usuario habitual
del ferrocarril para desplazarse a Madrid.
Terminando el post, no quiero pasar la oportunidad de
poder nombrar alguna de esas nomenclaturas tan originales que pueblan
nuestros callejeros y que desde luego ponen un punto de humor al
"deambuleo" por pueblos y ciudades...:
Así pues y para
concluir ojalá que la idea del Ayuntamiento de Valencia, no se torne en
polémica, y sepan utilizar para la nomenclatura de los tramos del jardín, de estos elementos que producen un agradable y
orgulloso sentir general, porque desdeluego hay muchas y muy buenas cosas que se merecen de calle y homenaje. VALE