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jueves, 31 de agosto de 2017

LAS CIGÜEÑAS ANUNCIAN EL FINAL DEL VERANO.. (Paso de las cigüeñas por Molina de Aragón)





El pasado 29 de agosto, apurando ya el período vacacional, estaba en la casa familiar sita en Molina de Aragón (Guadalajara), mientras leía desde la terraza con vista al impresionante castillo de la villa, me puse a contemplar el espectáculo que sobre los cielos del pueblo se estaba produciendo.

 
Es lo que tiene el tiempo de asueto, que te permite estar al loro de las cosas importantes de verdad: justo en frente había dos grandes buitres planeando y oteando desde las alturas, supongo que en busca de alguna carroña que llevarse al pico.

 
A la vez dos hurracas parecía que estaban peleando por coger el mejor sitio en la rama de un raquítico manzano que hay justo enfrente.

 
 

Aunque hasta el momento los protagonistas de la tarde sin lugar a dudas eran los vencejos, que no paraban en su deambular de un extremo a otro, como si estuvieran jugando al tú la llevas …; tras la distracción volví a centrarme en la lectura, hasta que los sonidos insistentes en el grupo de whatssap de la familia, me llevó a mirar el móvil. Mi cuñada Tere decía: “mirad al cielo está lleno de cigüeñas”.
Raudo dejé el libro y de nuevo me puse a contemplar el cielo, efectivamente como en forma de uve, decenas y decenas de aves zancudas llegaban a Molina. Lo hacían sobrevolando las torres del castillo, es decir venían del norte.
 
Al poco iban posándose en los edificios más altos de la ciudad, desde luego las torres del castillo, de las iglesias, el cerro de Santa Lucía, y en los bloques más altos de pisos.
         Una se posó relativamente cerca de casa, y con los prismáticos pude avistar que estaba anillada, apurando mucho y tras varios intentos pude comprobar que el anillamiento era de Francia, por lo que me impresionó pensar que nuestras visitantes ya habían hecho un gran tramo de su viaje, camino de tierras más templadas.

 
         La tarde en Molina era fresca, pero aquel espectáculo invitaba a salir de casa y tratar de inmortalizar el momento.
         Tras ver al anillamiento francés me sugestioné, y me parecía todo el rato verles cara de cansadas como de fatigadas, y que los frescos aires que corrían por la vega del río Gallo, les servía de “ungüento” perfecto para recobrar fuerzas.

 
         Algunas vi picoteando por los suelos del cerro de Santa Lucía, pero la mayoría de ellas, solamente estaban posadas, alerta de todo lo que acontecía a su alrededor; pero pese a esa precaución se les veía como tranquilas, relajadas; parecían como sabedoras de que eran las protagonistas de todos los ojos y de cientos de objetivos fotográficos.
         La veleta más famosa de Molina, el Giraldo, esa tarde noche estuvo bien acompañado.

 
         
     La espadaña de Santa Clara, o los tejados del convento de clausura, y de la torre de San Gil, también fueron posadero perfecto.

 
         
            E igual ocurría en los altos bloques del municipio, o la antigua torre de telefónica.

 
         Y como no, en el castillo alcázar; la muralla occidental, la torre albarrana, la de San Antón y la de Veladores, fueron los favoritos descansaderos de nuestras zancudas visitantes. 

 
        
 

 La cosa es que los altos edificios de Molina se quedaron pequeños para el aluvión de cigüeñas que vino, lo que llevó que los postes de electricidad que rodean el pueblo, y los grandes árboles, también fueran posadero para el descanso.

 
        
 
 

       Observando este espectáculo, me surgían muchas dudas, como por ejemplo de cómo se guiaban, cómo decidían donde se debía de parar, por qué Molina es lugar de parada, pues esto es un episodio que se repite todos los años, tanto en su periplo hacia el sur, como cuando retornan; cuál sería su siguiente parada, cuanto tardarían en llegar a su destino, a qué hora comenzaban de nuevo el vuelo, cómo lo iniciaban, etc..

 
         Para despejar alguna de esas dudas, pregunté a mi hermano Javier, que es un sabio en todo lo relativo a la ornitología; así pues, me explicó, que de normal viven en parejas en zonas urbanas, y que la mayoría de esta gran bandada venía desde Francia y Bélgica. 

 
Así mismo me contaba que cuando es la hora de emprender el viaje para evitarse los fríos rigores del invierno, cada una de ellas desde su lugar de nidificación acuden a zonas de humedales, lagunas, etc… para ya todas juntas emprender el viaje, ejerciendo de guía la cigüeña más vieja o experimentada de todas.
         El viaje lo hacen de día, guiándose por la vista, en base a accidentes geográficos, como montañas, valles y ríos.

 
          
         Para evitar el menor desgaste físico, aprovechan en su desplazamiento, las corrientes térmicas, planeando de unas a otras y acompañando su movimiento con ocasionales aleteos.

 
       
           Por lo noche, se les percibía inmóviles y tranquilas, y ni un sonido se escuchaba de los lugares donde se encontraban, al día siguiente (30 de agosto), tranquilas seguían en su descansaderos; esperaron a que el sol no sólo hubiese despuntado, sino que la intensidad de sus rayos hubiese secado el rocío de sus plumas, para así poder emprender mejor el viaje, y a las 9:30 horas en punto, de repente todas ellas, como si de una marcha marcial se tratara, abrieron su enormes alas blancas y retomaron el vuelo…; a los pocos minutos las cientos de cigüeñas que habían descansado en Molina, desaparecieron camino del sur. 

 
Algunas llegarán a la zona sur del Sáhara, otras se quedarán por el delta del Guadalquivir; la cosa es que según datos del Ministerio de Medio Ambiente, unas treinta y un mil cigüeñas cruzan el estrecho de Gibraltar cada año.
 
         Las cigüeñas tornarán por estos lares a finales de febrero, haciendo mención a ese refrán que dice: “por San Blas la cigüeña verás, y si no la vieres año de nieves”.

 
       
       Su viaje hacia el sur, indicaron cual canción del Dúo Dinámico, que el verano está terminando. FINEM. 

 

lunes, 30 de septiembre de 2013

ANTE EL CALENTAMIENTO GLOBAL; Educación y concienciación ambiental.



 
Desde siempre he oído que en materia medioambiental, se puede considerar a nuestro país, es decir a España, como un pequeño continente, ya que en su extensión posee una gran diversidad de ecosistemas.

 

Desde norte a sur, y de este a oeste, nuestro país alberga, desiertos, bosques, picos, valles, marjales, eriales, playas, etc… que lo convierten en muestra representativa de la fauna y la flora a nivel mundial.
Parajes tan singulares como las Bárdenas Reales, Doñana, los Pirineos, los Monegros o el Alto Tajo por enumerar algunos, son ejemplo representativo de esa biodiversidad que os comento.
Pero toda esta riqueza puede estar en grave peligro, como no y una vez más por la mano del hombre, ya lo decían los clásicos con aquello de que “el hombre es un lobo para hombre”, que al destrozar el medio y entorno donde vive, a la postre lo está haciendo con la propia especie.
El informe de la ONU sobre cambio climático advierte de las trágicas consecuencias que puede tener para nuestro país el hecho de que no reduzcamos entre otras cosas las emisiones de CO2 a la atmósfera. Con una importante elevación de la temperaturas, amplios períodos de sequías, lluvias torrenciales, etc…; con todas las consecuencias que así mismo eso conlleva para los ecosistemas faunísticos  y de flora…, y por ende finalmente a las personas.

La labor de educación e información por parte de las administraciones públicas es vital, para la implantación de una concienciación, que parece tardar en su implantación pero que a su vez se hace imperativamente necesaria.

Aquí cabe lo de que toda piedra hace pared, porque pequeños gestos o cambios de hábito en la vida cotidiana pueden suponer grandes avances en la protección medio ambiental; por ejemplo coger todos los días un vehículo para recorrer unos dos kilómetros, pueden suponer en un año dos toneladas de CO2 a la atmósfera, fijaros las importantes consecuencias que conlleva hacer ese recorrido de forma alternativa, como caminando, en bicicleta o utilizando medios de transporte públicos…

 
La cuestión es que el tiempo apremia, y haciendo  eso que llaman de la necesidad virtud, os adjunto algunas fotos hechas hace unos días por la Comarca de Molina de Aragón – Alto Tajo (Guadalajara), para que veamos las maravillas que nos podemos perder, y sobre todo no legar a nuestros descendientes si desde ya, no comenzamos todos a cambiar nuestros hábitos en materia de uso de los recursos que la madre naturaleza nos brinda.









viernes, 14 de diciembre de 2012

LA SIBERIA ESPAÑOLA Y SUS ESTUDIOSOS.





En este blog un tanto cajón desastre por la diversidad de las temáticas que trato, siempre ha habido un hueco para todas aquellas personas que de forma voluntariosa, altruista, aportando de su bolsillo y con el único afán de hacer algo por su pueblo, tierra, gentes, etc…dedican esfuerzo y trabajo a una finalidad concreta; en este caso quiero hablaros de un señor oriundo de Torremocha del Jiloca en la provincia de Teruel; al cual no tengo el placer de conocerle en persona, pero que desde hace tiempo sigo, a través su bitácora dedicada a la astronomía, el clima, etc… ya que ambas cuestiones son dos de mis grandes pasiones. 
El blog en cuestión se denomina www.estrellasyborrascas.com; y el autor es el señor don Vicente Aupí.

 
 Vicente Aupí
Aupí lleva varias décadas observando y fotografiando el cielo desde el alto y ancho valle del Jiloca, e incluso allá por el año 1985 creó el observatorio de Torremocha del Jiloca, que funciona de forma precisa, otorgando los datos de la serie climatológica desde entonces hasta hoy.
En plena “Siberia peninsular”, Aupí ha estudiado con ahínco las condiciones climatológicas de ese triángulo imaginario que forman las parameras y cordilleras que se comprenden entre las poblaciones de Molina de Aragón, Calamocha y Teruel. 

 
 Nieve en las parameras de Molina
Y es que este triángulo supone lo que se denomina “el polo ibérico”, ya que es la zona habitada donde se han registrado las temperaturas más bajas, o incluso la mayor alternancia térmica entre mínimas y máximas.
Hace unas semanas Aupí escribía un artículo referido al más que probable cierre del observatorio meteorológico de Molina de Aragón (Guadalajara), o al menos la eliminación de la plaza de observador.

 
 Nacional 211 enero 2009 inmediaciones de Molina
 Aupí hacía mención a esta cuestión con cierta tristeza y desazón; sensación que comparto por muchos motivos.
Los que somos oriundos de Molina y comarca, sentimos cierto engreimiento proceder  de una de las zonas más frías del país, porque a todos nos da cierto orgullo día sí y día también ver la nomenclatura de nuestro pueblo en los partes meteorológicos, noticias, etc…, o cuando te presentas a alguien como natural de esta zona, comprobar que de inmediato lo conocen e identifican por esta cuestión. 
 
 Mi cuñada Tere Escobar y yo sobre el río Tajo Helado a su paso pore el Puente de San Pedro
Si bien es cierto que en muchas ocasiones se exagera, y que incluso los hosteleros se enfadan, ya que parece que Molina sea  un pueblo de la Antártida…
 Espacio del tiempo de TVE
Pero pese a lo anterior la realidad es que por su altitud,  latitud, orografía y la disposición de valles y cordilleras, las temperaturas que se registran, hacen del observatorio de Molina uno de los más destacados y claves para el estudio de todo el país.
 
 Observatorio meterológico de Molina de Aragón
Así pues la noticia que anunciaba Aupí en su artículo, suponía a mi juicio, una muy mala efeméride para el pueblo de Molina, pero también para la ciencia y estudio del clima en la Península Ibérica.
El observatorio de Molina de Aragón, se hizo al igual que el de Calamocha allá por los años 40 del pasado siglo, para obtener los datos climatológicos de lo que se denomina pasillo aéreo europeo, ya que por ahí pasan las líneas de aviación desde Madrid hacia Zaragoza, Barcelona, y hacia el resto del continente Europeo. Antes y en plena contienda civil, allá por el año 1937, el Ejército del Aire había trasladado hasta Molina a un grupo de observadores meteorológicos para ayudar desde tierra tanto a la aviación militar como a la comercial.
 
Desde entonces  y hasta hoy  varias han sido las personas, que más por vocación y voluntariedad que por asignación económica, se han encargado del cuidado, mantenimiento del aparato e instrumental meteorológico, así como de los análisis y publicación de los datos que se han ido dando.
Personas como José Antonio Martín Corral, Juan José Martín Vega o David Momblona (seguro que me dejo a alguien más…), que desde luego los molineses tenemos que estarles muy agradecidos por su trabajo y esfuerzo, y por supuesto también los estudiosos del clima, ya que sus datos han sido y son fundamentales para observar la evolución o no entre otras cosas de eso que llamamos cambio climático.
La seriedad y el cariño con el que se ha trabajado en este observatorio han hecho que cuente con una excelente serie de registros sin interrupción. Hay un archivo minucioso con toda clase de datos, sin una sola laguna ni diaria ni horaria desde el 1 de enero de 1947.
 

En diciembre de 1963, se registraron en Molina -28,5 grados centígrados, y a lo largo de varios días las temperaturas fueron parecidas, esta efeméride hizo que Televisión Española  bajo la batuta de Alfredo Amestoy, dedicara un programa sobre Molina de Aragón; y aprovechando que el Gallo pasa bajo su puente románico, hablar del clima y de la música pop local del momento.

 
A día de hoy el Gobierno de España no prevé plaza de observador para el puesto de Molina de Aragón, por lo que es muy probable, que esa eficiencia y esa eficacia en breve pasen a mejor vida… porque desde luego una máquina automática nunca podrá sustituir a una persona, y menos a personas como las anteriormente nombradas, que han puesto empeño, cariño y entusiasmo en su trabajo.

 
 Río Gallo a su paso por Molina en una fría mañana de invierno
Ojala el Gobierno se replantee esta cuestión, porque de no ser así es una muy mala noticia para el estudio y la ciencia del clima.
Por último acabo este post, agradeciendo y felicitando a Vicente Aupí por su labor de estudio y divulgación científica.
 

 Por último deciros que como me gusta comprobar que en este mundo tan complicado sigua habiendo personas que se mueven por valores como el conocimiento, pese a que eso no le rente ni un solo euro.


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LOS AMANTES DE TERUEL. Una bella y triste historia de amor.

     El genial cantautor Ismael Serrano, en su canción “tierna y dulce historia de amor”, afirma eso de que “como todas las histori...