Muchos pueblos y ciudades de
nuestro país, celebran sus fiestas patronales antes o después de recoger las
cosechas de los frutos más característicos de cada zona, siendo muy típicas las
denominadas fiestas de las vendimias; algo parecido pasa en el municipio de la
manchuela conquense de Minglanilla, donde los días 13 y 14 de septiembre, a las
puertas de recolectar los miles de kilos de uva que estas tierras dan, celebran
sus fiestas patronales en honor al Santísimo Cristo de la Salud.
Minglanilla no es un pueblo que
se caracterice por un gran entusiasmo católico, o por mucha práctica religiosa;
pero el fervor por el patrón lo ejercen jóvenes y mayores y de todas las
tendencias ideológicas; por esta cuestión el día del Cristo, (14 de septiembre)
está marcado en el calendario de los habitantes e hijos del pueblo como cita
ineludible de reencuentro y festividad.
Los días previos al 14 de septiembre el pueblo se engalana
de arriba abajo, banderas, flecos, luces, y calles pintadas son el preludio de
los días grandes, donde todo el vecindario en sana competencia se afana por adornar mejor sus calles, sus fachadas y
sus balcones.
Por fin llega el día 13 de septiembre, a eso de la sobre
mesa (16:30 horas), desde la Casa Consistorial se realiza el pregón que da el
pistoletazo de salida a los días grandes de las fiestas, comenzando ésta por el
desfile de carrozas, donde los más jóvenes ataviados con originales disfraces
hacen las delicias del numeroso público que se agolpa en las aceras, a ver los
atuendos, las coreografías, o los montajes realizados.
Carroza ganadora
A las 22:30 horas la última novena, y sale el Cristo en
Procesión, (ya os he dicho que todo gira en torno a su Patrón), por las calles
que pasa la procesión los vecinos le han preparado tracas y decenas de
artilugios pirotécnicos, que van disparando conforme el paso se va trasladando
por las calles más céntricas de la población.
Tras esta procesión la noche se hace día con el dantesco
castillo de fuegos artificiales que se dispara desde el frontón. Hace más de
veinte años que el encargado de este castillo de fuegos de artificio y de la
mascletá que se dispara el día del Cristo, es la pirotecnia Gori de Mislata
(Valencia).
Y tras los fuegos artificiales en la popularmente conocida
como calle Real (Generales Crespo) se lleva a cabo lo que en el programa de
fiestas denominan exhibición de ganado;
y que no es otra cosa sino la suelta de vaquillas a lo largo y ancho de esta
calle central del pueblo. El carácter guasón y jovial de las gentes de Minglanilla
hacen sumamente divertido este encierro que dura hasta altas horas de la
madrugada; en torno a las 6:30 o 7:00.
ambiente calle Real durante la vaca
Con la familia en la vaca
Hasta no hace muchos años, a eso de las 4:30 ó 5:00
comenzaba en el mismo emplazamiento una batalla campal con petardos borrachos o
carretillas como las denominan aquí. Donde los que sólo íbamos de mirones
provocábamos a los tiradores para que nos introdujeran también en aquella
guerra de pólvora y ruido; siempre éramos el mismo público el que allí nos
quedábamos para ver este espectáculo, que para mí era de los más intensos y
divertidos de la fiesta, por la emoción del peligro, la belleza de la pólvora,
el ambiente, etc… Pero la polémica surgió con la queja de algunos vecinos de la
calle Real (quejas totalmente entendibles), que provocaron un encarnizado
debate entre los vecinos de Minglanilla sobre todo a través de foros y redes
sociales; eso unido a las estrictos requisitos exigidos por el Ayuntamiento a
los tiradores, ha conllevado a que la guerra de carretillas haya desaparecido,
llevando ya varios años donde no se tira ninguna… ojalá con el tiempo se pueda
retomar esta tradición, tal vez
cambiando de ubicación donde no se moleste a vecinos, ni provoque daños
materiales.
Por fin llega el día 14 de septiembre, el día grande, el día
que muchos esperan a lo largo del año; la magnífica banda de música de
Minglanilla a muy tempranas horas recorre las calles del pueblo en compañía de
la Reina de la Música, para a modo de diana, despertar al vecindario recordando
que es el día del Patrón.
Es muy típico a esas horas tomar churros y chocolate
caliente, antes de ponerse a colocar los cientos de kilos de material
pirotécnico que se van a instalar en las calles; y es que durante las semanas
previas a las fiestas, el vecindario recoge dinero para montar tracas,
mascletaes y pequeños castillos de fuegos artificiales que dispararán al paso
de la procesión.
Mi vinculación con Minglanilla viene, porque mi padre es
natural de allí, y tengo familia a la que además adoro y a la que siempre que
puedo voy a visitar; el emblema de mi familia de Minglanilla, lo representa mi
tía Remedios (hermana de mi padre), ya hace tiempo os hablé de ella como una
mujer fuera de serie;
(http://blogdeoscarpardodelasalud.blogspot.com.es/2012/01/remedios-pardo-penarrubia-una-gran.html)
(http://blogdeoscarpardodelasalud.blogspot.com.es/2012/01/remedios-pardo-penarrubia-una-gran.html)
Pues bien, ella es la encargada de recoger los dineros para
colocar las tracas en su calle, la calle de San Quirico. De siempre he conocido
un ya muy desgastado cartel por los años que tiene, en el que se dice: “se
admiten donativos para la traca del Santo Cristo, depositario Remedios”; y de
esa manera va recogiendo lo que los vecinos algunos de forma voluntaria, y
otros de forma forzada por las indirectas de mi tía…, le van dando para que el
día 14 por la mañana el barrio de la picota no se quede sin sonar fuerte.
Remedios Pardo colocando traca calle San Quirico
Y es que antes de la procesión central donde el paso del Cristo recorre muchas
calles del pueblo, Minglanilla parece un polvorín donde decenas de petardos cubre
el pavimento de las calles, bien por el suelo o bien colgados a través de
cordeles entre rejas y balcones.
A partir de las 12 horas cuando acaba la misa mayor y sale
el paso del Stmo. Cristo de la Salud a la calle, hay que poner en guardia los
sentidos, vista, oído y olfato para poder disfrutar de los grandes espectáculos
pirotécnicos a lo largo y ancho del pueblo; pirotecnia que los vecinos han ido
preparando para de esta manera tan estruendosa, honrar a su patrón.
La procesión acaba también de una manera un tanto singular, en un acto que desde luego es tradicional, pero que a mi parecer tiene formas de otros tiempos, y que en cierta manera desprende algunos matices de ostentación; consiste que a las puertas de la Iglesia se hace una subasta vara por vara del paso que porta al Cristo para entrarlo en la Iglesia Parroquial; aquí se produce una mezcla de sentimientos, promesas, fe, pero también lucimiento y como os decía antes cierta ostentación; porque seguramente muchos de los que se agolpan alrededor de aquel acto tienen fe, y han hecho promesas a su Cristo por una u otra razón, pero si no tienen haberes no pueden participar del mismo.
Preguntando al Presidente de la Hermandad del Stmo. Cristo
de la Salud, de nombre Miguel Ángel, el cual de forma exquisita me ha atendido,
me comenta que el dinero que se recoge
de la subasta de las varas, se utiliza para la restauración y el mantenimiento
de la Iglesia, las ermitas, etc… como por ejemplo para el tema de la
calefacción, puesta de bancos, limpieza de las imágenes, etc… hace unos días un
párroco de Sevilla pidió a su feligreses que en vez de llevar flores a la
Virgen, le llevasen alimentos no perecederos para ayudar a vecinos en
dificultad, tal vez esta tradición y desde aquí hago la propuesta podría tornar
en algo parecido, o asegurar que esos recursos se destinen a ayudar a los
vecinos con dificultades; aunque no me parece mal que se destine al
mantenimiento del patrimonio eclesiástico del pueblo.
La tarde del día del Cristo es sinónimo de corrida de toros;
y a las 21:30 el traslado del Patrón de la Iglesia a su ermita de donde en
principio no saldrá hasta el año que viene; ahí se escuchan los últimos vítores
emocionados, que culminan con una
impresionante mascletá que hace temblar los cimientos de Minglanilla.
Al año que viene más y mejor.
Y como se diría por estos lares, ¡Viva Minglanilla y viva el
Stmo. Cristo de la Salud!
Minglanilla al atardecer (13-09-2012)
5 comentarios:
Me ha recordado mi pueblo, Óscar. Bueno, vacas no hay, pero el tipo de pueblo es parecido (debe hacer calor, si es tal como lo imagino). Sí tenemos petardos durante las fiestas, pero no en forma de fuegos artificiales sino de demonios. Me ha parecido un pueblecito encantador, ideal para perderse y desconectar.
Amigo Ramón, desde luego que Minglanilla es un pueblo ideal para desconectar y descansar, en sus inmediaciones está el parque natural de las Hoces del río Cabriel, que son todo un paraíso natural.
En verano efectivamente hace mucho calor...
Y lo mejor de Minglanilla sin lugar a dudas sus gentes, alegres, trabajadores, sencillos y muy hospitalarios. Un saludo amigo.
No me gusta nada Óscar....... ME HA ENCANTADO. He leído el artículo, he visto las fotos y vídeos con un nudo en la garganta y unas cuantas lágrimas se escaparon. GRACIAS por acercarme el pueblo, aunque estoy cerca de el , hay muchos momentos que se echa de menos. ENHORABUENA por un trabajo bien echo y una vez más......GRACIAS.
Un lugar con encanto, sí señor...
Saludos.
Me ha encantado, eres una pasada... siempre dedicando tiempo para los demás y preocupándote por todo lo que no te parece bien, justo, etc...
Estoy súper orgullosa de tener un primo como tú.
Te quiero mucho.
Rosana Huertas.
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