Desde siempre he oído que en materia medioambiental, se puede
considerar a nuestro país, es decir a España, como un pequeño continente, ya
que en su extensión posee una gran diversidad de ecosistemas.
Desde norte a sur, y de este a oeste, nuestro país alberga,
desiertos, bosques, picos, valles, marjales, eriales, playas, etc… que lo
convierten en muestra representativa de la fauna y la flora a nivel mundial.
Parajes tan singulares como las Bárdenas Reales, Doñana, los
Pirineos, los Monegros o el Alto Tajo por enumerar algunos, son ejemplo
representativo de esa biodiversidad que os comento.
Pero toda esta riqueza puede estar en grave peligro, como no
y una vez más por la mano del hombre, ya lo decían los clásicos con aquello de
que “el hombre es un lobo para hombre”, que al destrozar el medio y entorno
donde vive, a la postre lo está haciendo con la propia especie.
El informe de la ONU sobre cambio climático advierte de las
trágicas consecuencias que puede tener para nuestro país el hecho de que no
reduzcamos entre otras cosas las emisiones de CO2 a la atmósfera. Con una
importante elevación de la temperaturas, amplios períodos de sequías, lluvias
torrenciales, etc…; con todas las consecuencias que así mismo eso conlleva para
los ecosistemas faunísticos y de flora…,
y por ende finalmente a las personas.
La labor de educación e información por parte de las
administraciones públicas es vital, para la implantación de una concienciación,
que parece tardar en su implantación pero que a su vez se hace imperativamente
necesaria.
Aquí cabe lo de que toda piedra hace pared, porque pequeños
gestos o cambios de hábito en la vida cotidiana pueden suponer grandes avances
en la protección medio ambiental; por ejemplo coger todos los días un vehículo
para recorrer unos dos kilómetros, pueden suponer en un año dos toneladas de
CO2 a la atmósfera, fijaros las importantes consecuencias que conlleva hacer
ese recorrido de forma alternativa, como caminando, en bicicleta o utilizando
medios de transporte públicos…
La cuestión es que el tiempo apremia, y haciendo eso que llaman de la necesidad virtud, os
adjunto algunas fotos hechas hace unos días por la Comarca de Molina de Aragón –
Alto Tajo (Guadalajara), para que veamos las maravillas que nos podemos perder,
y sobre todo no legar a nuestros descendientes si desde ya, no comenzamos todos
a cambiar nuestros hábitos en materia de uso de los recursos que la madre
naturaleza nos brinda.