sábado, 19 de octubre de 2013

Disfrutando de la brisa, el silencio y el agua en el pueblo de Tierzo (Comarca Molina de Aragón-Alto Tajo)



 
Hace unos días estuve pasando el fin de semana por las tierras del Señorío de Molina, y me hice una de esas escapadas típicas de visitar algún pueblo de esta bella tierra.

 

En este caso me dirigí hasta el pueblo de Tierzo, situado en la sexma del sabinar al sur oeste de la capital molinesa.
Se trata de un pequeño pueblo de apenas 40 habitantes, pero que en la época estival me cuentan puede llegar a los 400; situado a 1141 metros sobre el nivel del mar, el pueblo de Tierzo está en el margen derecho de los arroyos que desde los montes de Picaza se dirigen entre suaves colinas hacia el río Bullones, allá por la dehesa de la Vega de Arias.
Rodeado de hermosos bosques de robles, encinas, pinos y sabinas, Tierzo rezuma tranquilidad y sosiego, que además adorna el aroma a cereal que surge de los campos recién cosechados y de los girasoles que ya yerguen debiluchos tras la canícula del final del verano.

 

Accedo al pueblo de Tierzo por los caminos que vienen desde Castilnuevo, pasando junto a las fincas de  caza del Barranco del Rey y de Picaza; transcurriendo todo el camino entre mágicos bosques de encinas, sabinas y pinos…, en mitad de una pradera me sorprende una paridera de barda, es decir, uno de esos grandes corralones cuya construcción se basan en un muro de mampostería rodeando una gran sabina, en la cual apoyar las vigas que soportarán el peso del techo, elaborado con ramas de la propia sabina.
La puerta de estas parideras, solían protegerse con un corral semicubierto y estaban orientadas hacia el sur, para paliar los efectos del riguroso y duro clima de estos lares.


 

El caso del corralón que me encuentro es un tanto especial, ya que su estructura no gira en torno a una sabina central, sino que con troncos de este preciado y protegido árbol, se comprenden a lo largo y ancho de la paridera varios pilares que sujetan toda la estructura de madera.

 
 

Tras el paseo matinal por los sabinares, arribo al pueblo de Tierzo, siendo la Iglesia el primer edifico que observo. Se trata de una Iglesia de una sola nave, con torre-espadaña, donde las palomas torcaces disfrutan de las horas del nuevo día, revoloteando con gran algarabía entre los tejados del sencillo edificio; está abocada la Natividad de la Virgen, y su construcción data a caballo entre los siglos XVII y XVIII.

 

 
 
Paseando por Tierzo, me encuentro con Miguel Sánchez, oriundo de Madrid y casado con una tierzana, que me confiesa está enamorado de las tierras molinesas, y de la gran calidad de vida que otorgan estos pueblos y parajes.
Es Miguel quien me cuenta de la existencia de una Asociación donde las gentes e hijos de Tierzo se juntan para celebrar las fiestas patronales en honor a San Roque, a San Pascual Bailón, o nocheviejas y fiestas varias.
 

 
 
En el edifico donde se ubica tal asociación, me cuenta Miguel que el Ayuntamiento ha construido varias viviendas que se alquilan como alojamiento rural para todo aquel que desee pasar unos días de descanso y asueto en el tranquilo Tierzo; me enseña fotos de las instalaciones, quedándome sorprendido ante la calidad y cantidad de servicios que tienen las construcciones. Para reservar o informarse sobre tales alojamientos solamente hay que contactar con el Ayuntamiento de Tierzo, siendo éste su número de teléfono: 949831625/696357275
 

 
Como todos los pueblos de la comarca de Molina, Tierzo cuenta en el centro de la población con un trinquete, donde los tierzanos sobre todo en la época estival juegan al frontón, y parece ser que dan buenos raquetazos si observamos la de pelotas incrustadas que  hay en la red que corona el paredón.

 
 

Me sorprende un escudo pintado en la parte superior, descubriendo después que es una heráldica dedicada a la caballería, una señora mayor al comprobar mi insistente observancia me dijo que había oído hablar que “cuando la guerra, un escuadrón de caballería que estuvo por el pueblo se dedicó a arreglar el frontón, y que por eso estaba el escudo…”


Hacía un tiempo había leído en una revista molinesa, que Tierzo había reinaugurado su plaza principal, y efectivamente así reza en un placa, indicando que fue inaugurada en junio de 1999, siendo Alcaldesa Ana Fabián, que a día de hoy sigue siéndolo; y que entre otras cosas habían rehecho su antigua fuente.

 
Y efectivamente allí estaba la fuente,  una verdadera joya de cincel y labrado de piedra, de formas suaves y detalles y adornos como manos o una cabeza de mujer, preside la plaza principal del pueblo.

 
 
 
De sus dos caños brota un agua fresca y pura, perfecta para mitigar la sed del caminante; y lo hacen de forma totalmente diferente, un caño voraz y potente y otro lánguido y cansino, que juntos producen una melodía perfecta para acompañar a modo de banda sonora el transcurrir del tiempo que en esta plaza parece haberse quedado quieto.

 
La fuente  construida con piedra arenisca, es obra del  artista molinés Martín Mendieta; en el siguiente enlace podéis encontrar más información sobre sus trabajos:
 

En la parte baja del pueblo, junto a la construcción del nuevo Ayuntamiento,
 situado en lo que era la antigua fragua y matadero comunal, hay otra fuente, con características de abrevadero y que según se indica fue construida en el 1869; el agua sobrante de la misma va hacia el arroyo que a su vez riega los pequeños huertecillos familiares que circundan el pueblo.

 
 
 

Todo ello junto a un coqueto paseo rodeado de frondosos árboles, que lleva hasta un pequeño cementerio, y que tal vez por lo parecido de las descripciones, me hace llegar a la memoria  las letras del gran Machado, sobre los dorados álamos de los campos de Castilla.

 
 
Otro edificio que cabe destacar en el casco urbano del pueblo es el horno recién rehabilitado; donde a mi entender se ha hecho un magnífico trabajo en el alero del tejado que simula un arte mudéjar, y en la chimenea que recuerda a las chimeneas de las casas pinariegas de Soria.

 

 

 
Paseando por el pueblo junto a la iglesia y a la salida hacia Molina, me encuentro con unas pequeñas chozas, que no son otra cosa sino antiguas zahúrdas donde guardaban y criaban a los cerdos que mataban allá para san Martín (11 de noviembre) o en las vísperas de Navidad, y que aquí construían en piedra y cubrían sus techos con ramas de sabina, igual que las parideras de barda.

 
 
Frente a estas zahúrdas observo unas instalaciones deportivas, con canchas de baloncesto,  y campos de fútbos y de tenis incluidos,  zona de esparcimiento y recreo que presumo llenas en las tardes y noches de estío, pero que ahora e los albores del otoño ya se encuentran desiertas…
 
 
Abandono el pueblo de Tierzo, con cierta melancolía y preocupación al observar in situ la precaria situación de despoblación en la que se encuentra el mundo rural, pero a su vez feliz de ser partícipe de la belleza, y la paz que otorgan estos lugares…; siendo muy consciente a la vez  que en cuanto estuviese en la ciudad, en mitad de la algarabía y la muchedumbre, recordaría el silencio, la brisa y el agua de la fuente. 
Si pasáis por Tierzo ya me contaréis.


lunes, 30 de septiembre de 2013

ANTE EL CALENTAMIENTO GLOBAL; Educación y concienciación ambiental.



 
Desde siempre he oído que en materia medioambiental, se puede considerar a nuestro país, es decir a España, como un pequeño continente, ya que en su extensión posee una gran diversidad de ecosistemas.

 

Desde norte a sur, y de este a oeste, nuestro país alberga, desiertos, bosques, picos, valles, marjales, eriales, playas, etc… que lo convierten en muestra representativa de la fauna y la flora a nivel mundial.
Parajes tan singulares como las Bárdenas Reales, Doñana, los Pirineos, los Monegros o el Alto Tajo por enumerar algunos, son ejemplo representativo de esa biodiversidad que os comento.
Pero toda esta riqueza puede estar en grave peligro, como no y una vez más por la mano del hombre, ya lo decían los clásicos con aquello de que “el hombre es un lobo para hombre”, que al destrozar el medio y entorno donde vive, a la postre lo está haciendo con la propia especie.
El informe de la ONU sobre cambio climático advierte de las trágicas consecuencias que puede tener para nuestro país el hecho de que no reduzcamos entre otras cosas las emisiones de CO2 a la atmósfera. Con una importante elevación de la temperaturas, amplios períodos de sequías, lluvias torrenciales, etc…; con todas las consecuencias que así mismo eso conlleva para los ecosistemas faunísticos  y de flora…, y por ende finalmente a las personas.

La labor de educación e información por parte de las administraciones públicas es vital, para la implantación de una concienciación, que parece tardar en su implantación pero que a su vez se hace imperativamente necesaria.

Aquí cabe lo de que toda piedra hace pared, porque pequeños gestos o cambios de hábito en la vida cotidiana pueden suponer grandes avances en la protección medio ambiental; por ejemplo coger todos los días un vehículo para recorrer unos dos kilómetros, pueden suponer en un año dos toneladas de CO2 a la atmósfera, fijaros las importantes consecuencias que conlleva hacer ese recorrido de forma alternativa, como caminando, en bicicleta o utilizando medios de transporte públicos…

 
La cuestión es que el tiempo apremia, y haciendo  eso que llaman de la necesidad virtud, os adjunto algunas fotos hechas hace unos días por la Comarca de Molina de Aragón – Alto Tajo (Guadalajara), para que veamos las maravillas que nos podemos perder, y sobre todo no legar a nuestros descendientes si desde ya, no comenzamos todos a cambiar nuestros hábitos en materia de uso de los recursos que la madre naturaleza nos brinda.









lunes, 16 de septiembre de 2013

EL PARAJE DE CONTRERAS. Documento visual de la evolución de los transportes y vías de comunicación de España.


 Panorámica de Minglanilla
Desde niño han sido asiduos mis viajes al pueblo conquense de Minglanilla, puesto que mi padre es natural de allí, y tengo familia, a la que por cierto adoro…
Por esta cuestión se pueden contar por decenas las veces que he pasado por las impresionantes infraestructuras realizadas a lo largo de los años, tanto en la antigua Nacional III, como en la actual autovía A 3, para salvar los desniveles que provocan el valle del  río Cabriel, y la construcción del pantano de Contreras.
 
Así pues el pasado 14 de septiembre, me di un paseo por la zona y he decidido escribir este post, contando algunas cosas sobre tal lugar:
La Ilustración española concibe allá por el siglo XVIII, que las comunicaciones entre la capital del reino y los extremos del estado son de vital importancia para el desarrollo económico y social del país, de ahí surge la idea de las carreteras radiales desde Madrid; y que surgiendo desde el kilómetro cero de la Puerta del Sol, se dirigen a todas las grandes ciudades, y territorios extremos del país; y es que los siglos anteriores habían legado un conjunto de caminos y sendas, abiertas por el paso tradicional de las personas, los carruajes, o las caballerías, sin infraestructuras, mediciones, o servicios de hospedaje y fonda.

Por lo tanto se concibe como esencial la creación de una importante red de caminos reales que además de la comunicación, otorgue agilidad  en los trayectos, seguridad, aprovechamiento para el correo postal, etc…
Hasta entonces tres eran los itinerarios tradicionales de comunicación entre Madrid y el levante, no siendo el más común el que transcurre por la zona de la actual A 3, sino que era el que transcurre por la actual A 35, entre Valencia y Almansa, para llegar a la capital del reino vía Albacete y Aranjuez.
Esta ruta salía de Valencia por las actuales calles de San Vicente y Camino Real de Madrid (aún conserva el nombre), hacia Játiva, Almansa, Albacete, etc…; era algo más larga, pero los desniveles de subida a la meseta eran más suaves, y no existían en su itinerario barreras naturales tan grandes como los valles y cauces de los ríos Cabriel y Júcar, como así ocurre por la ruta de la actual A 3.

 Salida del antiguo Camino Real de Madrid desde Valencia
De hecho incluso los primeros enlaces de ferrocarril entre Valencia y Madrid, también transcurrían por esta ruta vía Albacete, por las mismas razones, la más suave y paulatina subida hacia la meseta.
 Luego con el avance tecnológico ya se construyó el que se denomina regional de Utiel, que tarda en  en hacer el itinerario entre Valencia y Madrid unas seis horas, y el actual AVE, que une el centro de las dos capitales en apenas hora y media…junto a la A3.
Otra ruta era la que existía más al norte, y que transcurría por la ciudad de Cuenca, para llegar a Valencia por la actual CV 35 o pista de Ademuz, vía Landete.
Estas rutas de comunicación de tradición usual, han sido y son la base de las actuales rutas de comunicación que gracias al desarrollo y las nuevas tecnologías han variado en la forma de salvar los desniveles, valles, cauces, montañas, etc… pero que  vienen a seguir de forma similar los antiguos itinerarios.
A mediados del siglo XVIII, la comunicación entre Madrid y Valencia seguía siendo por caminos de herradura de nulo mantenimiento, y pocos servicios para el cada vez mayor tránsito de diligencias, caballerías, arrieros y mercaderes que se comenzaba a mover entre los dos puntos de destino; esto conllevó a  la construcción de la nacional 430 que uniese Almansa con Valencia.

El Camino Real entre Madrid y Valencia, vía Almansa, comienza a construirse allá por el año 1765, y se concluye treinta y tres años después en el 1788, comprendiendo más de 30 puentes, 211 puentecillos, muros de contención, desniveles, etc….
Hacia 1840 se decide la construcción de la que luego iba a ser una de las carreteras más importantes del Estado, la construcción de la Nacional III, y que uniría Madrid y Valencia por la Sierra de las Cabrillas, de ahí que también se le denominase ruta de las Cabrillas; las obras comenzaron hacia 1841, y tras su finalización esta fue y es la ruta oficial de unión entre Madrid y Valencia.
El encargo de esta carretera, se le hace al Ingeniero de  Caminos y Arquitecto Lucio del Valle, el que también se encargaría años después de realizar y diseñar la Puerta del Sol, o de realizar el canal que a día de hoy sigue proveyendo de agua potable a la ciudad de Madrid, el Canal de Isabel II.
Las obras de construcción duraron entorno a unos diez años, siendo su punto final la construcción del puerto de Contreras y el gran puente que salva al río Cabriel, siendo éste el divisor entre las provincias de Cuenca y de Valencia.
 
El nombre de Contreras, viene por ser estas las tierras de una antigua familia hidalga que tenía ese apellido, topónimo que luego se quedó tanto la Casa de Postas, como las cuestas, el puerto y el pantano que siglos más tarde se construyó en dicho lugar.
Hay que pensar que el camino en un principio está diseñado para caballerías, carruajes y calesas, por lo que se intentan hacer grandes rectilíneas y decenas de curvas para salvar los desniveles, así el puerto o cuestas de Contreras suponen uno de los ejemplos más valiosos de trazado de carreteras españolas anteriores al automóvil; siendo en su tiempo todo un hito de infraestructura, y nada que ver con la construcción de los anteriores Caminos Reales del siglo XVIII.

Posteriormente ya en el siglo XX con la aparición de los vehículos y camiones, los distintos planes de modernización permitieron su progresiva adaptación a las necesidades del tráfico rodado que cada vez era mayor.
En mitad de las cuestas del antiguo Contreras, existe un establecimiento, que no es otro sino una Casa de Postas, con el mismo nombre del lugar, Contreras.

 
 
 Jornadas a caballo desde Madrid a Valencia
Las Casas de Postas, venían a ser las actuales estaciones de servicio; y que se encontraban en las principales poblaciones, o en las largas rutas y líneas de correo; donde entre otras cosas daban servicio de alojamiento y fonda, provisiones de suministro y refugio para los caballos, parada para las diligencias de viajeros, etc…
Esta antigua Casa de Postas sigue abierta al público, siendo muy variados los servicios que presta; en el siguiente enlace podéis ver más información sobre la misma. (http://www.hocesdelcabriel.com/)

 

 
 
 
Como os decía la obra concluyó en el Puente en el año 1851, donde además existen dos placas que recuerdan a este hito, por un lado la que homenajea al Ingeniero que diseñó la obra, el ya mencionado Lucio del Valle, y otra nombrando a la Reina Isabel II, que reinaba en esos momentos; (lo hizo desde 1833 a 1866).

 
 
 
El puente tiene una longitud de unos 90 metros, y en su tiempo fue apodado como el “ciempiés”, debido a sus numerosos pilares a modo de patas.

 
 

Para la construcción de las obras del puente y las cuestas de Contreras, se utilizaron a más de 1000 presos; una forma de trabajar que Lucio del Valle volvió a repetir para el desarrollo de varios proyectos más.
 
 Foto del puente año 1866
A día de hoy vale la pena la visita de esta antigua carretera, pudiéndose calificar de histórica y observar los antiguos y obsoletos hitos que todavía quedan, haciéndote comprender mejor las cientos de anécdotas que nos han contado de lo que suponía pasar en coche o autobús por este puerto “escalestric”.
 
 
 
 
La carretera y las cuestas de contreras dejaron de ser la ruta principal en el año 1969; cuando en plena dictadura franquista se construyó aguas arriba del “ciempiés” el embalse de Contreras, cuyos taludes y las presas del Collado y de Contreras, hicieron una nueva alternativa a la Nacional III, más acorde para el importante tráfico que comenzaba a llevar.
 
 Presa de contreras tras el viejo Puente


 Construyendo la presa
Esta variante supuso una significativa reducción de kilómetros entre Valencia y Madrid, y sobre todo de tiempo; transcurriendo la nueva carretera por la coronación de la presa, a 110 metros de altura con respecto al lecho del río, atravesando tres grandes túneles.
 
 
 
Su inauguración fue el 22 de diciembre de 1969; y para el acto acudió hasta el lugar el dictador Francisco Franco; el Nodo de la época relataba tal inauguración en tonos épicos aludiendo al numeroso público aglomerado para tal efeméride, como los arcos triunfales colocados en el antiguo puente de Contreras con alegorías a Franco.

 
El 3 de diciembre de 1998, se abría el último tramo que quedaba por desdoblar de la anterior Nacional III, los cien kilómetros que separaban Honrubia de Caudete de las Fuentes, construyendo para ello dos túneles y grandes viaductos sobre el pantano de Contreras; y dejando entonces en desuso como vía principal la que transcurría por encima de la presa.

 

Y en diciembre de 2010 otra gran obra se inauguraba en el mismo lugar, los enormes viaductos, uno de ellos arcado en hierro, sobre las aguas del Cabriel y que suponen la base para el viario del tren de Alta Velocidad entre Madrid y Valencia.
Así pues y ya para concluir, pasear por el paraje de Contreras supone la visión de naturaleza, las hoces del Cabriel, y sus cristalinas aguas, así como un amplio documento visual sobre la historia y el desarrollo de las comunicaciones y el transporte en nuestro país.
 

 

Ya me contaréis.



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