martes, 28 de agosto de 2012

UN HOMENAJE A CECILIA GIMÉNEZ. "Restauradora" del Ecce homo de Borja.



Muchas cosas han sucedido este verano, la crisis económica y los mercados han seguido atenazando el país, manifestaciones contra los recortes, recesión, amenazas de intervención, Rajoy de vacaciones…, olas de calor, etc…pero sin lugar a dudas lo que ha sido la noticia del verano, o al menos las más divertida desde mi punto de vista, ha sido la restauración de la pintura del “Ecce homo” en la población zaragozana de Borja.
 
Ayuntamiento de Borja
“Ecce homo”, que viene a ser traducido como “éste es el hombre” o “ he aquí el hombre”,  en colación al momento en que Poncio Pilatos presenta a Jesús de Nazaret a la muchedumbre enardecida, mientras él se lava las manos…

Pues bien, en una iglesia de Borja, y más concretamente en el Santuario de la Misericordia, había un mural con el rostro de Jesús “El Nazareno” el Ecce homo, obra del artista  Elías García Martínez, y que había sido pintado a mediados del siglo XIX; el paso del tiempo habían conllevado a un importante deterioro del mismo, por lo que una feligresa octogenaria de nombre Cecilia Giménez, con muy buenas intenciones, con permiso del sacerdote y a la vista de todos, decidió restaurarlo.
 
A la vista de los hechos está claro que Cecilia no tenía la pericia necesaria para tal restauración, y que seguramente ha supuesto el destrozo de una obra de arte…; una obra de arte que ha sido ahora cuando ha cogido fama y reconocimiento no sólo a nivel nacional sino internacional, y eso sin lugar a dudas también ha sido gracias a Cecilia.
Y es que las buenas intenciones de esta mujer han puesto a la localidad de Borja en el mapa de nuestro país. Estoy seguro que serán muchos los que se desplazarán hasta esta localidad de excelente vino por cierto a observar al “Ecce homo restaurado”.
Tras la “restauración” muchas han sido las coñas surgidas, desde hacer un tráiler a modo de película, a realizar foto montajes buscando parecidos razonable, etc… 
 
Dicen que esto ha ofendido a algunas personas, y que incluso ha llevado al Ayuntamiento  borjano a plantearse tomar acciones legales contra Cecilia, acciones que la nieta del pintor del mural (Teresa García Blanc) no creo que lleve a cabo, ya que incluso cuando vio la pintura le dio un ataque de risa. 

A mi parecer no deben sacarse las cosas de quicio y desde este blog así lo propongo, el pueblo de Borja debería homenajear a esta buena señora, que de forma desinteresada ha pretendido hacer un bien al patrimonio artístico y eclesiástico de su ciudad, que a sus más de 80 años, y con un hijo de más de 60 con grandes discapacidades, cual Quijote ha querido rehabilitar un pintura por la que nadie se había preocupado y que a todas luces mostraba un deterioro importante.
 
 Cecilia Giménez
Y que además ha dado fama al pueblo de Borja, que ya pasa a los anales de la historia de las restauraciones singulares. 
 Desde este post, todo mi cariño, admiración y simpatía para Cecilia, la “restauradora” del “Ecce homo” de Borja.

 

lunes, 13 de agosto de 2012

UN PASEO POR LAS ESTRELLAS EN LA CRUZ DE LOS TRES REINOS




En el término municipal de Castielfabib (Valencia), y junto a la aldea de Arroyo Cerezo, en el extremo occidental de la comarca del  Rincón de Ademuz, se encuentra el cerro de la Cruz de los Tres Reinos, donde se abrazan Aragón, Castilla y Valencia; es una de las últimas estribaciones de los Montes Universales en el margen derecho del río Turia, y con  una altura de 1555 metros.
Cuentan las crónicas que durante la Edad Media, en este punto se reunían los Monarcas de Castilla y de Aragón (que también lo era de Valencia), para resolver los conflictos, y firmar los tratados y acuerdos, por lo que a la belleza del lugar hay que añadirle el misticismo de la historia y las leyendas.
Y os cuento lo anterior porque en la noche del pasado 12 de Agosto, el recién creado Club Alpino del Rincón de Ademuz había organizado un ascenso nocturno a dicho cerro, con linternas y ropa de abrigo, porque pese a la época estival por estos lares  las noches suelen ser frescas.
Así pues a eso de las 23:00 horas y tal como decía la convocatoria, unas 30 personas arribamos a la plaza de la Iglesia de Arroyo Cerezo, una pequeña aldea situada en un altiplano a  1320 metros de altitud, de poco mas de 15 habitantes, cuyo urbanismo más que original no deja indiferente a nadie.

Desde ahí y tras el cuarto de hora de espera de rigor, comenzamos el ascenso al cerro, atravesando lo que se intuían como choperas, donde de forma continua nos acompañaba el canto de algún cárabo. 


Después atravesamos zonas de abrevaderos y de ganado, donde el olor característico del los grupos masivos animales daban testimonio de ello.


Tras este tramo “embriagador”, nos adentramos en un frondoso bosque de grandes sabinas y pinos albares hasta llegar al punto geodésico.

Allí estuvimos tumbados sobre el empedrado suelo como media hora, para poder ver las estrellas fugaces que tanto se ven en esta época del año, pero la arena en suspensión traída por los vientos del sur o subsaharianos impidieron en cierta medida una visión más clara del cielo. Aunque se contaron por decenas las perseidas que paseaban por el limpio cielo del Rincón.









Desde allí observamos con cierta preocupación que se apreciaba perfectamente la ubicación de la ciudad de Valencia y su área metropolitana, debido a la gran contaminación lumínica de la ciudad levantina; pese a distar más de 100 kilómetros era perfectamente visible el reflejo luminoso en el cielo…
Tras el parón de media hora en la cumbre, y tras contar varios chistes, comenzamos el descenso por otra ruta diferente, un poquito más larga, la que baja por el pueblo turolense de Veguillas de la Sierra, pasando por el mirador de Marco a 1510 metros, desde donde se aprecian diminutas las villas de Veguillas y Alobras.

Alobras y Veguillas de la Sierra desde el Mirador de Marco


 Por aquí el camino también atraviesa frondosos bosques de pinos y sabinas; para tras un fuerte descenso después del mirador, pasar por prados idóneos para el ganado, dando testimonio de ello, la cantidad de abrevaderos que por la zona había.

El último tramo entre Veguillas de la Sierra y Arroyo Cerezo, se hace por un camino de labranza entre campos de cereal y girasoles.

Llegamos de nuevo al pueblo a eso de las 2:30, con la satisfacción de haber vivido una estupenda experiencia, donde pudimos disfrutar de los olores a romero, espliego y labanda en muchos de los tramos, (en algunos también a excrementos de oveja…) donde además el aire limpio y fresco, y más en estos días de ola de calor, suponían todo un revulsivo para los sentidos; y donde la compañía de las buenas gentes del rincón habían hecho el resto.

Desde este humilde blog, mi felicitación y enhorabuena al Club Alpino del Rincón de Ademuz, por su labor y trabajo, en buscar una mayor concienciación medio ambiental, por incentivar las prácticas deportivas en relación con el entorno natural, y por de alguna manera hacer más y mejor Comarca.
Aquí os adjunto su dirección en Internet por si queréis saber algo más sobre esta entidad: http://caelrincon.blogspot.com.es/
Espero hacer más excursiones de este tipo, y si son por esta maravillosa comarca del Rincón de Ademuz mejor que mejor. Os seguiré contando.

viernes, 3 de agosto de 2012

CASAS BAJAS. Comenzando las fiestas con un botijo.




Muchas y variadas son las formas que se tienen de comenzar las fiestas mayores  en los pueblos y ciudades de nuestro país, siendo algunos de estos comienzos de gran renombre y fama, como por ejemplo el chupinazo del 6 de julio a las 12 horas en Pamplona para celebrar las fiestas de San Fermín, la puesta del pañuelico a la fuente del Torico de Teruel, para celebrar las fiestas del Ángel, la Cridá o llamada desde las Torres de Serranos para comenzar las fiestas falleras, o el gran encendido para la feria de abril en Sevilla.  
En los pueblos lo más normal es hacerlo a través de los denominados chupinazos, volteos de campanas, pasacalles, tracas, o pregones.
En esta ocasión quiero contaros la curiosa y sobre todo original forma con la que comienzan las fiestas en el valenciano pueblo de Casasbajas.



Casasbajas, es el primer pueblo de la comarca del Rincón de Ademuz, cuando se accede a ésta desde Valencia por la antigua Pista de Ademuz. Pueblo de unos 250 habitantes muy arreglado y remozado se caracteriza por su forma alargada en paralelo a la carretera CV35 y al río Turia, que atraviesa su término de norte a sur, creando en su entorno grandes zonas de esparcimiento y recreo.





Pues bien como os decía Casasbajas que celebra sus fiestas mayores entorno al primer fin de semana de Agosto en honor al Salvador, las inicia de forma muy original; Desde lo alto de la torre de la iglesia se ata una gruesa maroma que desciende en desnivel hasta la fuente que preside la plaza Mayor (Rey don Jaime); antes de atarla se ha introducido esta maroma en el asidero de un gran botijo que a su vez se llena de vino.



Tras el toque de varias piezas musicales por la charanga de Ademuz, y en torno a las 19:30 se suelta el botijo, el cual a través de la cuerda a modo de tirolina y con la única ayuda de la ley de la gravedad desciende a gran velocidad, hasta estrellar con la columna que supone la fuente de la plaza. En ese momento el pueblo estalla en júbilo, pues comienzan sus fiestas patronales. Los más pequeños recogen las piezas del botijo hecho añicos, para tener recuerdo de las fiestas de ese año.




Y y los miembros de la Comisión de Fiestas reparten litros y litros de tinto de verano, altramuces y cacahuetes; todo ello acompañado y amenizado de decenas de petardos y las notas musicales de la charanga.


 Miembros de la Comisión de Fiestas
Desde luego es una forma original y amena de iniciar las fiestas, que no deja indiferente a nadie.
Casasbajas abre el calendario lúdico festivo en la comarca del Rincón de Ademuz, luego vendrán las fiestas de Ademuz, Vallanca, Casasaltas, La Puebla de San Miguel, Castielfabib y Torrebaja; para de esta manera romper la rutina y tranquilidad de estos bellos pueblos del interior de Valencia, que tan desconocidos siguen siendo para la generalidad de los valencianos y que tantas cosas tienen que mostrar.
Felices fiestas.


miércoles, 25 de julio de 2012

UN PASEO POR EL VATICANO. (La Fe mueve montañas... de dinero).

 VATICANO

Hace tiempo encontré por internet una iniciativa popular que decía algo así: “Cambio tesoros vaticanos por comida para África…” a priori la iniciativa me parecía atractiva e investigué un poco la cuestión; se trataba de un joven  de nombre Alberto Juesas que pretendía no la acción literal de lo enunciado, sino la generación de un debate, una discusión y un análisis a través de las redes sociales, donde en cierta manera se ponga de manifiesto la incoherencia de una institución milenaria que supone un gran negocio para muchos.
Bajo la excusa de la buena fe de miles de personas, y así mismo aprovechando la debilidad humana, la Iglesia Católica ha ido creando un gran Imperio cuyo mayor exponente es el Vaticano.
Parece un poco incoherente hablar de austeridad, de ayudar a los necesitados, a los que nada tienen, y calzar de prada, viviendo rodeados de oro, mármoles y suntuosas riquezas.
Si bien es verdad que no toda la institución es así, hay cientos de religiosos y religiosas haciendo mucho bien a lo largo y ancho del mundo, sin querer olvidarme de las gentes que están en las misiones y que son verdaderos héroes y heroínas allí donde están.

Volviendo al tema del vaticano, hace unos días, tuve la ocasión de visitar este peculiar Estado, uno de los más pequeños del mundo, y a su vez uno de los que mayor renta por cápita tiene…
Fuimos un grupo de seis amigos; hicimos una gran cola para poder entrar a lo que se denominan Museos Vaticanos, una fila cuádruple en la que estuvimos casi tres horas; la entrada haciendo esta cola valía 15 euros, y no te daban ni folleto ni nada, sólo una entrada con un pequeño grabado de la famosa pintura de Rafael, “La Escuela de Atenas”.
 Filas para acceder a los Museos Vaticanos
Pero si pagabas 50 euros, te librabas de hacer cola ninguna, te ponían un guía y después desde los Museos Vaticanos te colaban directamente a la Basílica de San Pedro…  ¿será por eso que se dice que los caminos del señor son inescrutables?
Una vez que entras en el pequeño y rico Estado tras ver en una pantallas imágenes de Benedicto XVI, tan elegante y coqueto como siempre…pasas varios controles donde comprueban que nos lleves ningún objeto peligroso, armas, etc… y sobre todo el decoro en el vestir, nada de ir de corto, o enseñar rodilla, y la chicas hombro y escote tapado… no vaya ser que algún monaguillo se excite…
 
 Benedicto XVI
Tras este protocolario trámite por fin comienzan los denominados Museos Vaticanos; galerías y galerías llenas de verdaderas obras de artes, joyas, pinturas, esculturas, tesoros varios que desde luego son todo un revulsivo para los sentidos. Puedes estar perfectamente todo un día y no terminar de verlo.
 
 
 
 
 
  

 
 

Una curiosidad a lo largo y ancho de la ciudad de Roma hay centenares de fuentes bebedero de una gran calidad; esto no pasa en el Vaticano, donde a penas hay fuentes y el agua de los baños es “no potable”, solución a comprarla en las cafeterías varias que hay, y es que como se suele decir la pela es la pela, y a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César…
La visita a los Museos concluye con la visita a la Capilla Sixtina; casi sin darte cuenta tras bajar unas escaleras te plantas en el altar mayor de la misma.


  Exterior Capilla Sixtina
La verdad es que vale la pena verla al menos una vez en la vida, por fuera no te imaginas lo que su interior atesora. No se podían hacer fotos, ya que el Vaticano vende excepcionales postales de la misma…; pero lo cierto es que los españoles, tal vez porque estaba en inglés y en italiano todos hacíamos decenas de fotos… ya sabéis que aquí se lleva mucho eso de “hecha la ley, hecha la trampa…”


 
 
Los pobres, los que hacíamos cola y pagábamos 15 euros debíamos volver a salir, y dar toda la vuelta al pequeño Estado y de nuevo  soportar una imponente fila para acceder a la Basílica; los que habían pagado 50 euros los bajaban directamente por un ascensor…; por cierto este trayecto rodeando el Vaticano, está lleno de pedigüeños y personas tullidas tiradas por los suelos produciendo una sensación contradictoria con toda la riqueza que hay al otro lado de los muros.
La Basílica cuya descripción podría definirse a través de adjetivos como colosal, inmensa, bárbara, etc…es una verdadera joya artística que desde luego no deja indiferente a nadie, destacando sus dimensiones, sus suelos, y las esculturas de los diversos Papas inhumados en las paredes de la misma.
 
 
 
A todos nos impresionó la escultura de la Piedad de Miguel Ángel, el cuerpo momificado de Juan XIII, las grutas Vaticanas con las tumbas de decenas de Papas, o el baldaquino sobre los restos del Apóstol San Pedro. Con gran dosis de ironía argumentábamos, cuanta sobriedad, sencillez y austeridad…
 
 
Mirando la Basílica de frente en su parte derecha había otra inmensa cola; ésta era para subir a los tejados de la misma donde hay cafeterías y tiendas de souvenirs, así como para subir a la cúpula. La subida valía 5 euros si lo hacías andando y 7 euros si subías en ascensor hasta los tejados de la Basílica. Aquí el grupo nos dividimos, pues habíamos leído en una guía que la escalera era angosta y nada recomendable para las personas que sufrieran de claustrofobia, así pues que de los seis sólo subimos dos. Efectivamente pagamos nuestros 5 euros y subimos andando... y como muy bien decía la guía el último tramo acongojaba un poquillo, eso sí las vistas que desde allí se procesaban de toda la ciudad hacían válido el esfuerzo de los quinientos cincuenta y uno escalones.
 
 
 
 
 
 
Así pues esta es mi humilde reflexión sobre la belleza y riqueza del lugar y sobre la total incoherencia con respecto a todo lo que se dice, se argumenta y se predica desde las instituciones que se acogen bajo estos lujosos techos; Pido disculpas si con este post y con mis irónicas reflexiones he ofendido a alguien, desde luego no va dirigido contra los creyentes, practicantes, etc… los cuales me merecen el máximo respeto, sino contra una élite que más bien poco o nada tienen que ver con lo que hacía y decía el revolucionario Jesucristo; y que en el caso de que los conociera, estoy seguro que se repetiría el pasaje de la Biblia donde Jesús hecha a los mercaderes por haber convertido el Templo en una cueva de ladrones.
 






































LOS AMANTES DE TERUEL. Una bella y triste historia de amor.

     El genial cantautor Ismael Serrano, en su canción “tierna y dulce historia de amor”, afirma eso de que “como todas las histori...