Estamos a 9 de marzo; faltan 6 días para la plantá oficial de las fallas del año 2010, pero la ciudad de Valencia, ya empieza a estar asediada por personajes de cartón piedra, corcho y madera, que invaden, calles, cruces y plazas a lo largo y ancho de toda la ciudad, dando ese matiz de cuento, que unido a los adornos lumínicos, a la banderas, al olor de buñuelo y chocolate, y el continuo sonido de acordes musicales, junto a artefactos pirotécnicos, hacen que Valencia en fallas se convierta en una ciudad rebosante, pletórica donde impera la fiesta y la diversión por doquier.
El que viene a Valencia, siempre se queda encantado por su luminosidad, climatología y por la belleza de su centro histórico, playas, o jardín del Turia; también por el carácter afable y abierto de los valencianos… pero ese encantamiento se multiplica, cuando se arriba a Valencia durante las fiestas falleras.
Pues bien de regreso a casa, he visto como varios camiones y furgonetas iban dejando ninots, remates, maderas, etc… por los cruces de mi barrio, lo que indica que en breve todas las calles estarán cortadas, y a su vez las mismas tendrán un nuevo habitante, que será la falla del año 2010, que como el Ave fénix, resurge de las cenizas del año anterior, para volver a traer vistosidad, elegancia, diversión y jolgorio a la vecindad. Alguna molestia también… no vayáis a creer.
Las fallas de mayor dimensión o tamaño, cuya plantá es mucho más complicada, ya va más adelantada que las fallas en general, así pues sobre el medio día he pasado por la demarcación de la Comisión Fallera de Nou Campanar, y he podido comprobar como su monumento titulado “El Beso”, ya estaba tomando formas y volumen, y parece indicar que será un impresionante monumento; la cosa va a estar reñida, pues en bocetos, las fallas del Pilar y de Convento Jerusalem, a mi juicio también van a ser obras impresionantes.
Os iré contando.