Hace unos meses casi por casualidad llegó hasta mis manos un
libro, escrito por el que había sido monaguillo en el Palacio de El Pardo, en
los tiempos del dictador Franco, el título es “La vida privada de Franco:
Confesiones del monaguillo del Palacio de El Pardo” de Juan Cobos Arévalo; y
entre otras muchas cosas, se hacía continua mención al fervor y devoción casi
obsesiva que el Dictador sentía por una reliquia, y que no era otra cosa sino
la mano izquierda de Santa Teresa de Jesús.
Así que intrigado por saber de dónde venía esta reliquia hice
algunas averiguaciones que a continuación os relato:
Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada que era su verdadero nombre nació en Ávila el 28 de marzo de 1515,
y murió el 4 de octubre de 1582 en Alba
de Tormes (Salamanca).
Santa Teresa de Jesús |
Teresa de Ávila fue enterrada al día siguiente de su muerte…,
el 15 de octubre de 1582; seguramente diréis ya se ha liado Óscar escribiendo
el relato…; pues no estimados lectores, lo que ocurre es que Teresa de Ávila,
falleció el mismo día en el que el mundo Católico adoptaba el calendario Gregoriano;
por lo que desde el 4 de octubre del 1582 al 15 de octubre del mismo año, no
ocurrió nada ni en España, ni en Italia, ni en Portugal; por orden del Papa
Gregorio XIII, en base a estudios varios, se borraron nueve días de un plumazo; cambiando el calendario
Juliano (que lo había instaurado Julio César en el 46 AC.) por el Gregoriano,
dando lugar al calendario actual.
Calendario Gregoriano, octubre 1582 |
Y analizando el tema surge otra pregunta, si murió el 4 de
octubre, ¿por qué su festividad se celebra el 15 de octubre?; pues bien la
explicación es muy sencilla, porque el día 4 de octubre ya estaba “pillado”, se
celebra la festividad de San Francisco de Asís…; normalmente la festividad de
los Santos se celebra el día de su “nacimiento a la vida eterna”, es decir el
día de su muerte, pero en esta ocasión la Iglesia decidió el cambio en la
festividad de Santa Teresa para no acumular santos importantes el mismo día.
San Francisco de Asís. (Fte. cscv.info) |
Pero aquí no acabaron las curiosidades en torno a la Santa, a los nueve meses de ser enterrada en Alba de
Tormes, la localidad donde murió, la orden de los Carmelitas, decidió hacer
negocio de la devoción, fervor y admiración que Teresa de Jesús despertaba en
la población, y como si de un episodio del cine gore se tratase, bajo la excusa
del reconocimiento de los restos, la desenterraron, y comenzaron a trocear su
cuerpo, para de forma indecente hacer un negocio de reliquias, que han llevado
que en la tumba de la Santa apenas quede nada, ya que fue desmembrada de forma
tal, que su reliquias están repartidas por todo el mundo…; manos, pies, ojos,
corazón, clavícula, trozos de la piel,
costillas e incluso muelas fueron desmembradas y repartidas por toda la cristiandad…
Pié de Santa Teresa |
Corazón de Santa Teresa |
Una curiosidad con respecto al sepulcro de la Santa, es que está cerrado bajo nueve llaves, que como sus restos también están repartidas; tres las tiene el confesor de las religiosas del Convento, otras tres las tienen las religiosas del Convento, y las tres restantes, la casa de Alba). |
Pues bien como os decía, bajo la excusa del reconocimiento de
los restos, comenzó la partición… y lo asombroso del tema es que el hacedor de
todo aquello fuese el mayor discípulo de Teresa de Jesús en vida, el Padre
carmelita Jerónimo Gracián Dantisco.
Jerónimo Gracián |
Como os he comentado, su cuerpo fue desmembrado y repartido
por medio planeta, pero en este post, vamos a centrarnos en el periplo de su
mano izquierda, que como veréis su historia tampoco ha tenido desperdicio; el discípulo de la Santa, el Padre Gracián,
la cortó para enviarla al Convento Carmelita de San José de Ávila; y ya que el
hombre estaba con las herramientas, cortó el dedo meñique de esa mano, para su
propio consumo de devoción…; por lo que la famosa mano de la que estamos hablando,
salió de Alba de Tormes con cuatro dedos.
Reliquia con la mano de Santa Teresa |
A los años, los Carmelitas de Ávila regalaron la mano al
Convento Carmelita de Lisboa, dedicado a San Alberto; y allá que se fue la
mano; luego éstas la regalaron a las Hermanas Carmelitas de Olivais en la
ciudad de Coimbra también en Portugal.
Lisboa |
En 1910 se produce una Revolución en Portugal, se instaura la República, y además de la
expulsión del Rey, a las órdenes religiosas se les empieza a poner el panorama
un tanto complicado, por lo que las Carmelitas de Olivais abandonan e país
luso, con la famosa mano en la maleta… Y tras recorrer medio España, se
instalan en el Convento Carmelita de la Merced de la ciudad de Ronda (Málaga);
allí las acogen con gran agrado porque la mano de Santa Teresa era una reliquia
de gran valor e importancia.
Convento Carmelita de Ronda |
Allí descansó su continuo peregrinar la mano de la Santa,
hasta que llegó la Guerra Civil tras el golpe de estado del 18 de julio de
1936; con la contienda comenzó el destrozo y quema de edificios religiosos, del
que no se escapó el mencionado convento carmelita rondeño, así pues soldados
del bando republicano saquearon el Convento de la Merced, y entre otras cosas
se llevaron la mano de Santa Teresa, comenzando de nuevo un periplo viajero…
El encargado de aquella sustracción fue el Coronel
Republicano José Villalba Rubio; al cual el 1 de febrero de 1937 fue nombrado jefe del Ejército del Sur; cuando
la ofensiva franquista llega a la ciudad de Málaga, el Coronel Villalba se ve
sobrepasado, y huye de la ciudad, pese a las órdenes del Ministerio de la
Guerra de aguantar…; en esa huida olvidó entre sus pertenencias el relicario
con la mano de la Santa.
José Villalba Rubio |
Los golpistas franquistas la encuentran y entusiasmados con el hallazgo, la trasladan
a una exposición que se instaló en la ciudad de Valladolid, sobre objetos
religiosos recuperados.
Valladolid |
Pero allí duró poco, ya que en cuanto Franco se enteró del hecho
la pidió; llevándosela a su Cuartel General en la ciudad de Burgos.
Burgos |
Las Carmelitas de Ronda pidieron a Franco que les devolviera
la mano, pero éste hizo caso omiso a sus peticiones, aludiendo a que la mano no
se perdía, sino que acompañaba al Caudillo, para la correcta guía de la
llevanza y gobierno de la Patria. Y así pasó la mano cuarenta años, junto al
Dictador…
La mano de Teresa de Ávila acompañaba a Franco a todos los
lados… la tenía en una vitrina en su habitación, la trasladaba a su despacho,
se la llevaba en los viajes oficiales, en las vacaciones, y hasta dicen los
historiadores que cuando el Dictador firmaba sentencias de muerte, con una mano
firmaba, y con la otra tocaba el relicario…
Palacio del El Pardo |
La mano estuvo incluso en el Hospital de la Paz de Madrid, en
aquel frío noviembre del 1975, hasta que
el dictador falleció…
Franco había conseguido una dispensa del Vaticano para
conservar la mano de la Santa en su poder, dispensa que tenía caducidad, que no
era otra sino la muerte del propio poseedor; así pues en enero de 1976, la mano
fue entregada de nuevo al Convento de las Carmelitas de Ronda.
El relicario que es de plata, con joyas incrustadas y que
data del siglo XVII, tuvo una transformación en la época franquista, ya que el
dictador mandó colocar en la base de la misma (en la muñeca), la Cruz laureada
de San Fernando, que le había sido concedida a el 19 de mayo de 1939, nada más
acabar la Guerra Civil, con el denominado desfile de la Victoria por la
Castellana de Madrid.
Y esta es a grandes
rasgos la historia de la mano más viajera de Santa Teresa. FINEM