Decía el alpinista francés Maurice Herzog, el primero en
alcanzar los 8.000 metros de altitud, con la subida al Annapurna en junio del
año 1950, que “es necesario que los hombres conozcan el mundo donde viven: lo
tienen que descubrir, porque para amar antes hay que conocer…”
Y para conocer y descubrir, la humanidad a lo largo de la
historia ha creado inventos, artilugios y cachivaches varios que le permiten
aprender y observar sobre todo lo que les rodea, de esta manera se inició entre
otras, la observancia y el estudio de la meteorología.
Hoy os voy a hablar del observatorio meteorológico de Molina
de Aragón, en la provincia de Guadalajara uno de los observatorios más
importantes de toda la geografía española, por los registros que ha dado y se
siguen dando, pese a que se ubicación actual empieza a ser muy discutida por
los expertos en la materia.
Molina de Aragón. Foto de el hexágono |
Al principio del siglo XX, todas las capitales de provincia
ya tenían sus observatorios meteorológicos, donde se registraban todas las
efemérides atmosféricas y climáticas que se daban en cada una de ellas,
posteriormente esa red de instalaciones de estudio del tiempo, se fue ampliando
en paralelo a la navegación aeronáutica.
http://4.bp.blogspot.com/ |
Resulta que los vuelos que partían y parten desde el
aeropuerto de Madrid, en dirección a Barcelona o a centro Europa, pasan por el
espacio aéreo de la villa castellana unos 8000 metros por encima del viejo
castillo-alcázar que terminase al Señora de Molina doña Blanca Alfonso allá por
el siglo XIII.
castillo-alcázar de Molina de Aragón |
Así pues y por estas razones en los años cuarenta del siglo
XX, el entonces llamado Ministerio del Aire empezó a instalar observatorios
meteorológicos en las zonas por donde transcurrían las líneas de vuelo, y entre
otros correspondió uno al pueblo de Molina de Aragón.
Hielo y nieve en las calles de Molina de Aragón, Ctra. de Castilnuevo |
Ctra. al barranco de la Hoz. |
En un principio poca importancia se le dio a la instalación
de este observatorio, pues su función era solamente la de la información de las condiciones atmosféricas
para la aviación.
Pero pronto se descubrió que no era un observatorio más; los
datos que los termómetros registraban, indicaban de que se encontraba ubicado
en uno de los lugares más fríos del país, incluso en varias ocasiones vinieron
desde Madrid a comprobar que la maquinaria estuviese en buen estado, pensando
que podría tratarse de errores; pues las temperaturas bajo cero que se estaban
registrando, eran algo inédito hasta la fecha.
Curiosa es la anécdota que le pasó al encargado del
observatorio, José Antonio Martín Corral, en enero de 1952; cuando como todos
los días mandó a la Sede Central del Servicio Meteorológico Nacional, el parte
con las temperaturas registradas…; le llamaron desde dicho organismo para
preguntarle “si se había vuelto loco o estaba de broma”, y es que la noche del 28
de enero de 1952, el termómetro había
registrado en pleno casco urbano de
Molina de Aragón 28,2ºC bajo cero; José Antonio les dijo que ni locura ni
broma; la gráfica lo dejaba muy claro, esa noche se habían rebasado por debajo
los -28 º C.
Gráfica con los -28,2ºC |
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Y es que la ubicación de Molina en mitad de un amplio valle entorno a los 1.100 metros sobre el nivel del mar, y rodeado por las Sierras de Molina, Menera, Caldereros y de Aragoncillo han conllevado que en sus parameras y en las de la vecina Calamocha (Teruel), se hayan registrado las temperaturas más bajas en zona habitada de todo el territorio español, llamado por esta razón por muchos estudiosos como la Siberia española. |
La verdad que estas cuestiones a los molineses nos confieren
cierto orgullo, puesto que raro es el invierno que Molina no aparece en
televisión, radio o periódico por estas cuestiones.
Recuerdo muy bien las navidades del año 2001, cuando la
temperatura alcanzada en la Nochebuena fue por debajo de los -24ºC;
esa noche la gran hoguera que hacemos en el barrio apenas tuvo público pues la
meteorología invitaba poco a salir a la calle, y es que ese día 24 de diciembre
a las 14:00 horas, se alcanzaban las máximas temperaturas del día… el
termómetro marcaba entorno a los -5ºC, todo estaba nevado, y por debajo de la
nieve hielo…; las temperaturas fueron extremas durante varios días; más de 200
horas bajo cero que conllevó a que el río Tajo se congelase a su paso por el
Puente de San Pedro en las confluencias con el río Gallo, efeméride que atrajo la
visita de media comarca; se apodó a esas navidades como la de los fontaneros,
pues cuando las temperaturas se normalizaron empezaron a aflorar pequeños
manantiales provenientes de las decenas de tuberías y cañerías que habían
reventado a lo largo y ancho de la comarca…
Tere Escobar y yo sobre las aguas congelasdas del río Tajo diciembre 2001 |
También fueron sonados los -1,8ºC el 6 de junio de 1969, el
ajustado 1ºC el 9 de julio de 1967, los 0ºC el 29 de agosto del año 1993 en plenas
fiestas patronales, o los -3,6ºC el 28 de septiembre de 2007…
Algo escribí en este mismo blog sobre la primavera en Molina,
y eso del 40 de mayo…
También el observatorio de Molina de Aragón ha dado registros
altísimos en eso que los estudiosos denominan amplitud térmica, es decir la diferencia
de grados entre las mínimas y las máximas registradas en un mismo día; por
ejemplo un dato curioso en esta materia fue lo que ocurrió el 4 de junio del
año 2006, cuando por el día pudimos bañarnos en el río pues había 28ºC, y por
la noche hubo que encender las chimeneas porque bajamos a los 0,6ºC…, con una diferencia
por tanto de 27,4ºC.
Es de agradecer el trabajo de los diversos observadores y
observadora meteorológicos que ha tenido Molina de Aragón, ya que gracias a su
buen hacer, pericia y dedicación existe un archivo minucioso con toda clase de
datos, sin una sola laguna ni diaria, ni horaria desde el 1 de enero de 1947.
Y os decía al principio que existe un amplio debate entre los
estudiosos y expertos en la materia en relación a la ubicación del observatorio
meteorológico de Molina; desde su instalación en la ciudad allá por el año
1947, apenas ha experimentado cambios en su ubicación, si acaso algunos metros; lo que sí que ha cambiado
desde entonces hasta nuestros días es la expansión y desarrollo del pueblo, que
ha crecido en esa dirección; afectando sin lugar a dudas en lo concerniente al
registro de las temperaturas, por el
efecto de eso que se denomina isla de calor, y que provoca el estar entre
viviendas, el asfalto, etc….
Nacional 211 por las parameras de Molina enero 2009 |
Eruditos en la materia como Vicente Aupí en su libro “el
triángulo del hielo” afirma que en sus primeras décadas de existencia el
Observatorio de Molina se caracterizaba por una toma idónea desde el punto de
vista de su ubicación, pero que desde finales del siglo XX, es evidente que la
isla de calor de la población le repercute directamente en los registros, y que
éstos se han suavizado con respecto a lo que marcaban anteriormente, y con
respecto a la temperatura real que hace; por eso sería interesante que el
Ayuntamiento de Molina, junto a la Agencia Estatal de Meteorología buscasen una
nueva e idónea ubicación al observatorio meteorológico de Molina de Aragón,
para que éste siga dando los datos reales, ya que se trata de uno de los
observatorios más importantes por los registros obtenidos en materia de ciencia
y estudio.
Acabo este post, diciendo que pese al temor que pueda causar
visitar Molina y sus tierras por los datos que registran los termómetros, con
un buen gorro, bufanda y abrigo se soportan de maravilla, pues es un frío seco
fácilmente combatible; eso unido a lo bien acondicionadas que están las viviendas, restaurantes, hoteles, casas
rurales, etc…, a la riquísima gastronomía molinesa, y al excepcional carácter de
las gentes de estas altas tierras del antiguo Señorío, hace de la comarca de
Molina de Aragón y el Alto Tajo un verdadero paraíso para visitar en cualquier
época del año. FINEM.
Cencellada, http://www.estrellasyborrascas.com |