Como todas las grandes ciudades, también la ciudad de
Valencia a lo largo de la historia y debido a su desarrollo y crecimiento ha
ido absorbiendo pueblos, alquerías, partidas de labranza, etc…, para con el
devenir de los tiempos transformarse en una barrio, zona o distrito más de la
ciudad.
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Hacia 1865, la ciudad de Valencia atraviesa una importante
crisis económica derivada de la industria textil, y el desempleo crece a
niveles preocupantes; este hecho y la necesidad de expansión y ensanche de la
ciudad, llevan a su Gobernador Civil Cirilo Amorós a mandar el derribo de la
muralla medieval, dando con esta labor trabajo a miles de ciudadanos…; eran
otros tiempos y otra mentalidad.
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Tras el derribo de las murallas se aprueban varios planes de
ensanche y la absorción de pueblos del área metropolitano cuya población no
fuese superior a mil habitantes; siendo éste el caso entre otros del pueblo de
Patraix.
Así pues en 1870 la villa de Patraix, pasa a convertirse en
un barrio más de la ciudad de Valencia, rodeado de huerta y cercado por las
vías del tren que se dirigían hacia Torrent por la actual calle de Campos
Crespo, o hacia Cuenca y Madrid por la
actual calle de Tres Forques.
Desde entonces a esta parte mucho ha cambiado la fisionomía
del antiguo pueblo, adivinándose algo su antigua traza medieval en el centro
histórico del barrio, calle Marqués de Elche, Juan Bautista Corachán o plaza de
Patraix.
La huerta que era uno de sus elementos caracterizadores, ha
sobrevivido hasta hace muy poco años, cuando la burbuja inmobiliaria acabó con
ella en el denominado “nuevo Patraix”, entre las calles de Fontanares y el
barrio de San Isidro.
En 1870 no llegaban a mil sus moradores, pasando a día de hoy
a más de veinticinco mil.
Pero todos estos avatares, el aluvión de población en los
años sesenta y setenta del pasado siglo XX, o la modernización de la gran
ciudad, no han afectado a esa pátina de proximidad,
de tranquilidad, en definitiva de pueblo que sigue teniendo en cierta manera el
centro histórico de Patraix.
Y desde luego a esta característica cualidad, así como a su humanización dentro de la
jungla de cristal que es la Valencia del siglo XXI, ha contribuido de gran
manera la Asociación de Vecinos de Patraix y su incombustible Presidente Toni Plá entre muchos otros.
Vecinos y vecinas comprometidos que dedicando de su tiempo y
de su vida, trabajan de forma altruista por hacer de su barrio un lugar mucho
más agradable para habitar.
En estos días Patraix tiene un ambiente especial, y es que la
Asociación de Vecinos, como lleva haciendo desde hace veinte años, organiza las
Fiestas Populares del barrio; fiestas que han tomado nombre a nivel de toda la
ciudad, siendo un referente en el calendario festivo-cultural de la ciudad de Valencia
para el mes de octubre.
Las fiestas de Patraix, tienen una serie de características
que las definen; son muy participativas, reivindicativas y solidarias…;
elementos éstos que cada vez gustan menos al poder político establecido; hace
poco en un tapial vi una pintada que haciendo homenaje a Descartes decía “pienso…luego
estorbo…”; pues bien parece que ese es el problema.
El poder no entiende que una Asociación sin ánimo de lucro
consiga llevar a cabo unas fiestas populares, donde el personal que las visita
se cuenta por millares, donde además se hagan actividades de índole solidario,
pero que además se reivindiquen mejores servicios, prestaciones, dotaciones,
etc…
Así pues desde hace unos años, pero en los últimos cuatro
especialmente, el Ayuntamiento de Valencia se ha empeñado en boicotear las
fiestas de Patraix, con el ahogo económico y burocrático a la entidad que las
organiza, es decir a la Asociación de Vecinos.
Papeleo, burocracia y
permisos de tintes ridículos que atañen hasta cuestiones como donde colgar unas
banderitas de papel, o la observancia de que los integrantes de la Asociación dejan
le plaza impoluta tras cada día de fiesta…; no sé si al Valencia Club de Fútbol
por ejemplo le obliga el Ayuntamiento a barrer el entorno del campo de Mestalla
las noches que hay fútbol, o tal vez los Reyes Magos tras la cabalgata tiene
que barrer el recorrido, o el Arzobispo tras la procesión del Corpus, o la…
La cuestión es que con esas máximas del pueblo unido jamás
será vencido, o esa otra que dice que una gota no hace océano, pero no habría
océano sin gota, la Asociación de Vecinos ha montado un sistema de cuestación
masiva para salvar las fiestas de Patraix; y ésta consiste a través de una
plataforma virtual denominada Verkami, pueden hacerse aportaciones de 15, 20,
50 ó 100 euros; y estas aportaciones se
hacen con tarjeta de crédito o mediante el sistema PayPal, cada aportación
conlleva un obsequio para el donante, y el plazo máximo para hacer el ingreso
concluye el domingo 12 de octubre.
En el siguiente enlace podéis informaros y si así lo deseáis
hacer vuestra aportación: (http://www.verkami.com/projects/9578-colabora-con-las-fiestas-populares-de-patraix)
Así pues amigos y amigas ahora toca a los que podáis invitaros a disfrutar de estas magníficas fiestas, y brindar junto a vosotros/as por las fiestas que vendrán, porque estoy seguro que la ciudadanía comprometida de Valencia y de Patraix, salvará las fiestas de Patraix. FINEM